Aquel 29 de octubre… por Jorge Gáspari

Tengo los mejores recuerdo del Campeonato Metropolitano que gané hace 15 años con Quilmes, por lo que representó para mí, para la gente y todo lo que aun significa en la ciudad. Antes de entrar a la cancha, nos teníamos una fe enorme. Sabíamos que se nos iba a dar, porque teníamos un equipo con mucha humildad y sacrificio, que tenía claro lo que quería hacer en un campo de juego. En la concentración previa al partido hablábamos mucho entre nosotros. Las voces más escuchadas eran las de Fanesi y el Flaco (Milozzi) que, a través de sus experiencias, nos tranmitían seguridad a los jóvenes. Me acuerdo todavía de lo que nos dijó José en la charla técnica: «Muchachos, voy a estar tranquilo en el banco porque adentro, en la cancha, tengo un equipo de hombres». Cuando salíamos por el túnel nos quisimos morir al ver la cantidad de gente que había llegado hasta Rosario. Unos días antes, «Toto» Garmendia (un allegado a aquel plantel) nos dijo que iban a viajar cinco mil personas. Y la verdad, que no se lo creímos. Pero, a medida de que íbamos llegando al estadio, veníamos gente y más gente. Esto nos creó una doble responsabilidad a la hora de empezar a jugar. El partido fue muy difícil, porque aquel entonces decían que como Rosario Central no tenía nada que perder, iba a poner a los suplentes, pero no fue así. Metieron mucho y jugaron bastante bien. Hasta tuvimos que remontar un 2-1 para ganar el partido. El gol mío está presente siempre en mi mente, no me olvido nunca más; hasta recuerdo como lo grité, casi se me va la garganta. Luego vino el festejo, en ese momento cada uno lo hace de manera especial: yo decidí festejarlo con mi familia, con mi viejo, que había viajado a Rosario. Recuerdo que, después del partido, el «Gordo» Muñoz me hizo un enlace con la casa de la que hoy es mi esposa, y me emocioné mucho. Tanto como cuando arribamos a la cancha de Quilmes y estaba repleta de hinchas; nos quedamos cantando y llorando hasta las cuatro de la mañana. Existieron personas fundamentales en la campaña de Quilmes. Podríamos nombrar a muchas: José Yudica, los jugadores, los directivos… pero ahora, a la distancia, me acuerdo de una que no está, José Argañaraz, que estuvo cerca de nosotros en todo momento y que hoy, desde algún lado, se está acordando de aque título como yo. El 29 de octubre de 1978 fue para mí muy importante porque, a los diecinueve años, entré en la historia del club de mis afectos. Cuando me levanté hoy a la mañana me acordé de todo esto y se lo comenté a mi señora. El recuerdo se hizo muy fuerte porque estamos lejos de Quilmes en este momento. Tengo unas ganas bárbaras de irme mágicamente al bar Amancay de Quilmes para festejarlo, como hicimos en el primer aniversario, con «Todo» Garmendia, Meiszner y, por supuesto, con el extrañable José María Argañaraz. Jorge Gáspari fue el autor del tercer gol de la victoria de Quilmes ante Rosario Central, el 29 de octubre de 1978.

Cedido gentilmente por Gustavo Serruto
Nota: Adrian Di Blasi

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