![]() |
Quilmes y Adrián Giampietri parecen personajes salidos de una novela. Historia de amores y desencuentros. Momentos felices intercalados con capítulos decepcionantes. Los últimos episodios parecían provocar un nuevo encuentro, aunque no se dará y resta esperar hasta los próximos capítulos para conocer un final abierto o el cierre esperado, al menos para el Máquina, que pide volver.
Cuando sale la invitación para la entrevista, no duda en poner el lugar: «vamos al Centenario». Al pisar el césped, dejó escapar cierta nostalgia pero enseguida volvió al presente. «Estoy cerca de volver a Ben Hur», aseguró el Máquina.
-¿Lo tenés decidido?
Me llamó el Tata Brown (DT de Ben Hur), quería esperar un poco para ver si me salía otra oportunidad pero si Claudio Galvagni se pone de acuerdo en lo económico no tengo problemas en regresar porque conozco a todos, son los mismos que fueron compañeros míos. Así que me iría tranquilo.
-¿Por qué no pudiste volver al nivel de Quilmes?
No sé, tal vez porque salvo en Belgrano nunca tuve la chance de jugar en un equipo con pretensiones.
-A pesar de eso siempre se habla de una posible vuelta…
Sí, la verdad que me pone muy contento que la gente se acuerde de mí. Yo le di todo a Quilmes, hasta jugué una final con rotura de ligamentos cruzados. Siempre traté de dejar todo para poder salir campeón. No lo pude hacer. Pero la gente todavía se acuerda de mí, por eso quiero volver. Además no elegiría un momento: no importa cómo esté, yo quiero regresar algún día. Si se diera la posibilidad ahora, me encantaría poder colaborar para que Quilmes pueda llegar a la Promoción. A mí me gustaría estar y si no me toca bueno… tendré que irme a jugar a otro lado.
-¿Pensás que se puede dar alguna vez?
No sé, acá el que lo define es José Luis (Meiszner). No hay que dar más vueltas. El presidente del club dice sí o no. Pero a mí me gustaría sentarme a hablar con Meiszner para poder conversar sobre esto y preguntarle si pasa por una cuestión futbolística o por un problema personal. Es cierto que alguna vez tuve un inconveniente con Nicolás, el hijo, pero fue una estupidez. Hoy en día lo veo al Colo y lo saludo lo más bien. Por eso me gustaría que atienda mi llamado.
-¿Para qué?
Para que me diga: Adrián, yo no te quiero en Quilmes por esto o no estás en condiciones para jugar acá. Pero bueno, tengo que buscarme equipo y por suerte algunos ofrecimientos todavía tengo como el de Ben Hur, la CAI o Los Andes. Si no juego en Quilmes lo haré en otro lado. Estoy bien y enchufado para poder jugar en cualquier club.
-Estar en el Centenario es fuerte…
Qué te parece. Uff… es la primera vez que piso la cancha después de mucho tiempo. Hace un mes estuve visitando a los utileros, a quienes quiero mucho y no me animé a entrar y eso que estuve tres horas conversando con ellos.
-¿Qué le dirías a los hinchas que siguen pidiendo tu vuelta?
Que sepan que tengo ganas de volver. No sé cuándo se dará, si ahora o dentro de unos años, pero siempre estarán esas ganas de jugar en Quilmes. Les quiero dar las gracias por el apoyo que me dan, porque yo no tengo la actualidad del Chapu (Rodrigo Braña) o del Chori (Alejandro Domínguez) pero siento que soy el jugador en actividad más representativo, tal vez por mi carisma soy el que la gente más quiere. No quiero vivir de recuerdos pero me doy cuenta de eso. Algún día voy a volver a ponerme la camiseta de Quilmes.
Para Carlos con cariño…
Giampietri le disparó a Carlos Trullet, DT de Unión: «no es más la persona que conocí cuando lo tuve por primera vez en Quilmes en el 98. Lo había tenido en Ben Hur y sigue igual. Me quería ver cómo me entrenaba, esto y lo otro y estuve 20 días. El profe Guillermo (Fernández) me decía que le rompía que estaba gordo y nada que ver. Me pesaba todos los días y me sentía bien con mi peso. Cada vez que me veía me dice que cuando me conoció estaba distinto, claro, si pasaron 10 años».
Agregó que «antes de jugar la anteúltima fecha me dijo que me iba a quedar y que durante la semana se iba a poner en campaña para que los directivos me hablen y nunca me llamaron. El último día me vio y me saludó de compromiso y al pasar me preguntó si alguien había hablado conmigo y justo estaba un directivo que luego de conversar con él me llamó y me dijo que no era el lugar y el momento para hablar y que cualquier cosa llamaba a mi representante».
Destacó que «son cosas del fútbol y a pesar que sabía cómo se manejaba, me había ilusionado y lo que me molestó es que no me haya ido de frente. Si tengo la posibilidad de enfrentar a Unión (juega ante Ben Hur en la primera fecha), quiero hacer un gol para dedicárselo y además voy a usar una remera que diga: ¿Por qué no decís las cosas de frente?».
Diario El Sol