No hay derecho

Quizá a estas alturas usted se pregunte qué es lo que hago escribiendo sobre un “partido” que no se jugó. Tuve ganas de hacerlo, de volcar mi bronca y mi opinión en letras, y transmitírsela a usted, hincha cervecero, para que sepa qué pasa en estos momentos por mi mente. (Y quizá, con una cuota de suerte, por la suya también)La bronca, en este caso, es lo de menos, porque no sirve para nada. Es tan solo un atenuante más a la ya larga lista de giladas que le vienen provocando a Quilmes.De los nueve minutos de hoy, es imposible hablar nada. No se jugó directamente.

Me gustaría si, dejar algunos puntos claritos respecto al resto de las “situaciones” de este suceso tan poco común. (Para los demás…)

Primero y principal, no nos agarremos con Lanus. ¿Qué campo de juego le podemos pedir a un equipo de la C? ¿Acaso podemos ser tan caraduras nosotros cerveceros de exigir una adecuada iluminación a un equipo chico? Está todo bien. Los aceptamos como son a los primos mogólicos de la ciudad sureña. Algún día tendrán institución suficiente como para ponerse un pastito decente, o ¿quién sabe? Capaz hasta puedan cambiar los foquitos de los reflectores. Y si hacemos todos juntos alguna campaña “pro-fútbol”, podamos enseñarles a los “granates” que los partidos se juegan. Como alguna vez se lo enseñamos a Banfield, pese al 3 a 2 encontra.

Quilmes los partidos los juega, porque nos enseñaron así. Que los partidos de fútbol se tienen que jugar. No vale salir una hora antes, aceptar el campo de juego pero después llorar porque te vas a embarrar un poquito, o porque la pelotita se frena.

Tomemos un ejemplo claro. Un simple partido de rugby. Los muchachos van a salir a jugar aún así haya diez metros de nieve. Y es un deporte de muchísimo más contacto físico que el fútbol.

Una verdadera vergüenza. Tanto del pobre lado de Lanus, como del nuestro. Porque, si bien es cierto que “corres el riesgo de lastimarte”, también debes acordarte que Quilmes hoy desciende. Quilmes se empieza a olvidar de la primera división. Entonces, si te garpan un sueldo, vos salís y jugas. Con ese criterio, no existirían los obreros, porque “existe el riesgo” de que se te caiga una pared encima.

Una tristeza enorme me genera ver a García y a Bustos Montoya irse riéndose entre ellos del campo de juego, cuando lo que deberían tener es BRONCA. Como la que tengo yo, de que a Quilmes lo roben todos los días. Que el COPROSEDE, que la AFA, que los “GIMENEZ” y los “ORTEGAS”. Y la policía, y los mercenarios.

Claro, ahora me viene esta palabra a la cabeza. ¿Qué estoy pidiendo yo? Si el año que viene varios de los que hoy esconden la patita no van a estar en Quilmes.

Que iluso soy. Tengo ese gran defecto. Esperar de los demás lo que yo haría. Yo hubiera salido a la cancha hoy, y no me hubiera quejado del campo de juego, porque alguna vez jugué al fútbol, y en peores condiciones. Y sin cobrar.

Y a todo esto, sume al caradura de Russo dando su apreciación personal respecto a que “la luz no va a volver”. ¿Qué autoridad tiene este señor para condicionar la opinión del árbitro con un comentario así? ¿Qué derecho tiene el árbitro, de no esperar los quince minutos reglamentarios para la luz?

Pregunto yo. ¿No huele nada raro amigo quilmeño?

Que tristeza tener que desconfiar así, cómo me gustaría poder ser un boludo importantísimo y pensar: “Y, que lástima, se cortó la luz”. Y no tener que pensar que la luz no vuelve porque no quieren que vuelva.

Es la historia de siempre. Disculpe por el término, pero “caguemos a Quilmes”, si total, en Agosto nos despedimos.

Espero se despidan también dirigentes, jugadores y técnicos que prometen proyectos de 18 meses, pero a la hora de comenzar de a poco a cumplirlos, se sienten realizados por encontrar una dupla de cincos del club.

Espero que esto se acabe ya. Estoy harto. Y me imagino usted también lo debe estar. Somos la vergüenza del fútbol argentino. Hoy, alguien dice “Quilmes” y, o se te cagan de la risa, o te asocian con partidos suspendidos, partidos robados y descenso.

Se acabaron las vacas gordas, se acabó el Quilmes peleador, el Quilmes fuerte. Y se acabó hace ya un tiempo amigo. Hoy, somos una hormiguita en el medio de nenes con lupas. Y esto es culpa de la triste dirigencia, que NADA hizo para impedir este final.

Y hoy, a tan solo escasos dos o tres meses de definir concretamente nuestra futura división, la mejor forma de “descendernos” es esta. Basta de goles polémicos y partidos robados…empecemos con los asteriscos. Que como la historia siga así. En septiembre jugamos contra Ben Hur, y en octubre cumplimos con Racing.

Santiago Toseli

 

 

 

Comments are closed.