DECIMOSEPTIMA FECHA – NACIONAL B 2007/2008
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Godoy Cruz | 2 | 1 |
Quilmes |
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Sebastián Torrico Diego Pereyra Julio Moreyra Jorge Curbelo Gabriel Vallés Gerardo Solana Nicolás Olmedo Ernesto Garín Martín Fabro David Ramírez David Fernández |
Marcelo Pontiroli |
Goles: PT: 31m Senger (Q); ST: 12m Ovelar (GC) y 34m Ramírez (GC). Amonestados:Solana (GC); Walter García, González Bordón y Musto (Q) Cambios: Luis Ovelar X Pereyra (GC); Juan Olivares X Giampietri (Q); Enzo Cappa X Fabro (GC); Martín Aguirre X Solana (GC); Luciano Rodríguez X Alemanno (Q); Diego Ceballos X Gorostegui (Q) Expulsado:Marcelo Gusmán Arbitro:Cristian Faraoni Estadio:Malvinas Argentinas |
En su cumpleaños número 120, Quilmes tuvo una mala noche en Mendoza: perdió por 2-1 y se bajó de la punta del torneo. El Cervecero se había puesto en ventaja mediante un cabezazo de Senger. Guzmán fue expulsado a pocos minutos del final. La fiesta podría haber sido completa: el club celebraba sus 120 años, Giampietri volvía a la titularidad, Pontiroli llegaba al centenar de partidos con la blanquita y Mendoza se presentaba como el escenario ideal para seguir acomodándose en la cima de un torneo tan equilibrado como extraño. Pese a que sobraban motivos para festejar, las sonrisas terminaron mudándose a Cuyo y Tucumán, porque Quilmes tuvo un rendimiento muy opaco y cayó merecidamente ante Godoy Cruz, en un partido que nunca llegó a dominar.
La inclusión de Giampietri en el once inicial hacía pensar que la precisión en los pases de mitad de cancha hacia adelante no debía representar un inconveniente para el conjunto de Fanesi. Así comenzó a desarrollarse el encuentro, con el talentoso enganche mostrándose movedizo para buscar la pelota y rápido para habilitar a sus compañeros. El espejismo duró apenas unos minutos. No había pasado un cuarto de hora cuando los vínculos entre los atacantes de Quilmes ya eran prácticamente inexistentes. Alemanno era incapaz de desequilibrar con su velocidad, Senger se perdía entre los centrales y Gorostegui no gravitaba como en otras ocasiones. Ante este panorama favorable, fue Godoy Cruz el que tomó la iniciativa de acercarse al arco rival, aunque sin preocupar demasiado.
A medida que las acciones transcurrían, los mendocinos comenzaban a jugar más cerca de Pontiroli, pero sus contadas aproximaciones no llevaban peligro y sus tiros terminaban muy lejos de los tres palos. Para sorpresa del público local, el primer grito del partido llegaría por parte del Cervecero. El reloj marcaba 30 minutos cuando Quilmes ganó un tiro de esquina en un intento de contra ataque. Ejecutada con precisión por Giampietri, la pelota aterrizó en la cabeza de Senger, quien con un perfecto movimiento sacudió la red del arquero Torrico. La situación resultaba imprevista de tan positiva. El 1-0 era ideal para pensar en ampliar la ventaja aprovechándose de la desesperación de un rival empujado por su parcialidad. Después de pasar algunos sobresaltos, generados por el ímpetu mendocino, Quilmes cerró un primer tiempo en el que el control de las acciones no estaba de su lado.
El inicio de la segunda etapa encontró a los de Fanesi bien lejos de su arco, manteniendo la posesión de la pelota y acorralando a un rival que había salido del descanso con tres delanteros en cancha. Es sabido que el marcador muchas veces no refleja lo que se ve en el campo de juego, y así como antes Quilmes se había puesto en ventaja sin merecerlo, esta vez le tocó a Godoy Cruz marcar en el mejor momento del conjunto visitante. En una acción aislada, Walter García cometió su primer error después de una notable parte inicial: salió tarde a tirar el achique y dejó solo al paraguayo Ovelar, quien sentenció la paridad con un esquinado cabezazo. La historia había cambiado nuevamente.
Los minutos que siguieron al empate de los mendocinos pueden resumirse en sólo dos palabras: imprecisiones y patadas. Ambos equipos carecían de ideas y herramientas para hacerse con los tres puntos, por lo que los jugadores no tuvieron mejor idea que calentar el partido, con varias discusiones y encontronazos que preveían algún expulsado. El reloj siguió su marcha, con un Quilmes cada vez más desdibujado desde que Giampietri fue reemplazado por Olivares. A diez minutos del final, cuando ya nada hacía pensar en un nuevo giro del destino, la última línea del Cervecero volvió a cometer un gran error. Centro atrás desde la derecha, remate cruzado de un volante que apareció en soledad y definición de David Ramírez en el área chica, quien desvió la trayectoria del balón, enviándola por segunda vez a encontrarse con la red.
Si la reacción de Quilmes parecía complicada, con la infantil expulsión de Guzmán todo se hizo cuesta arriba. El joven volante venía haciendo un correcto partido, recostado sobre el andarivel derecho, hasta que decidió entrar en el juego de los mendocinos: cedió ante la elevada temperatura del partido, se ganó la roja y dejó al equipo con diez en el peor momento. Ya con Ceballos y Luciano Rodríguez en cancha, Fanesi apostó a que alguno de ellos dos, sumados a Senger, pudiera pescar una pelota en el área rival para traerse un punto de Mendoza, aunque esto nunca sucedería. Ni siquiera el improvisado centrodelantero Pontiroli alcanzó a preocupar nuevamente a Torrico. Los 120 años se abrieron con una derrota, lógica si se mira el desarrollo del partido, pero dolorosa por la manera en que se dio. La revancha será el próximo sábado, ante Rafaela y en la despedida del Centenario por este año. El equipo deberá trabajar para darle a la gente una última alegría en este 2007 lleno de turbulencias.
Ariel Caparelli