Tierra Bendita

Escenario agradable si los hay. El Estadio Diego Armando Maradona, “Semillero del mundo”, como les gusta llamarlo a los hinchas de Argentinos Juniors fue testigo de un nuevo festejo Cervecero. Así como en primera ante el dueño de casa. Quilmes terminó otra vez abrazado en la noche de La Paternal, es que el triunfo vale y mucho.

El partido empezó como una muestra gratos de lo que iba a ser el resto de la noche. Trabado, poco juego, de mediocre para abajo y con pocas situaciones de peligro.

Empezó mejor Quilmes gracias a los encuentros entre Olivares y Diego García que complicaban al lateral Alcaráz. Chacarita arrancó con un planteo temeroso; 4-4-1-1 con Milla como único delantero y apostando al contragolpe rápido aprovechando que Primero Musto y después Alfredo González Bordón tuvieron algunas dudas para salir de l fondo con pelota dominada.

El primer tiempo se fue sin pena ni gloria. Para la segunda etapa, Giovagnoli apostó a un cambio. Ingreso Iñiguez por Frezzotti intentando tener mas profundidad por los costados, pero siguió sin apostar en ataque.

En medio del tedio apareció el ”Medinazo”. Se jugaban once del epilogo cuando Jorge Medina capturó un rebote fuera del área, acomodó el balón para su pierna derecha y sacó el remate cruzado que dejo inmóvil a Bernacchia.

Era partido de hace gol, gana, pero enseguida Musto vio la tarjeta roja por una violenta infracción y Quilmes se dedicó a aguantar. Con Guzmán por Marclay, Alemanno por Diego García y Manzanares por Olivares, el equipo terminó con dos líneas de cuatro y un punta. Chacarita empujó a veces con el juego de Alustiza, no se entiende por que no entró antes, y los aportes de Figueroa, pero también se confundió en el apuro y terminó con el marcador central Insaurralde jugando cerca de Pontiroli.

El final encontró un racimo de jugadores cerveceros abrazados a un triunfo que vuelve a poner al equipo en condiciones de soñar. Una victoria sagrada en la tierra bendita de La Paternal.