foto: www.quilmesdeportivo.com.ar
Quilmes volvió a ganar y nuevamente gracias a su goleador, Juan José Morales. Por la décima fecha del torneo de la B Nacional, fue triunfo 1 a 0 sobre Los Andes.
No le sobró nada, pero ganó, y cuánto importa. Sumar de a tres para Quilmes es hoy la meta más importante en el torneo. Continuar ganando confianza y afianzando con puntos. Sin embargo, pese a que en general los partidos se ganan sin jugar bien, el primer tiempo del “Cervecero” contra Los Andes en la noche de ayer fue excelente. Los de Pascutti propusieron su juego, con chapa de local, y salieron desde el vestuario a comerse al rival. Tan así fue, que a los 30 segundos de juego Morales tiene la primera llegada de gol, con un cabezazo desviado luego de un centro desde la derecha, inesperado, de la nada.
Al instante, nuevamente Morales, recibe habilitado, se acomoda frente a Cáceres y define a su derecha. Otra vez “Jota”, anotando su 7mo gol con la camiseta de Quilmes e inflando la esperanza de haber encontrado en él, el goleador que tanto se esperaba en nuestro club. Solo un minuto de juego y el “Cervecero” en ventaja.
En los siguientes veinte minutos, el local atacó mucho. Giampietri muy metido en el partido, jugando y haciendo jugar. Uno generalmente critica en los comentarios, pero vale la pena destacar la actitud del “Máquina” con 45 minutos de excelente nivel donde casi tuvo su grito de gol cuando “Cubito”, en el arco rival, le sacó del ángulo un tiro libre fantástico.
Los Andes aprovechaba el envión del “Cervecero” y atacaba mucho por el costado de Vega, aprovechando algunas desinteligencias a la hora de cerrar el mediocampo. Quilmes era más, pero de mitad de cancha para arriba. En el fondo había más dudas que certezas. Fassi siempre firme, pero desatento con Tucker. Fueron juntos a buscar varias pelotas sin hablarse. Quiles regular. Pontiroli muy impreciso con las salidas. Había filtraciones en el fondo “Cervecero” que a los presentes en el Estadio Centenario (unos 8.000) les generaba una leve sensación de que el empate podría caer en cualquier momento. Sin embargo, el “Mil Rayitas” no aprovechaba bien los espacios claros que dejaban los de blanco, y llegaba con muy poco peligro al arquero local.
Quilmes podría haber aumentado la cuenta con varias jugadas más, pero el segundo no aparecía. Alemanno, de muy buen partido, fue partícipe de un penal para el “Cervecero” que Gabriel Brazenas (mal arbitraje) no pitó.
El complemento encontró a un Los Andes con más movilidad en el medio, y Quilmes retraído en el campo. El nivel del “Cervecero” decayó, y se dedicó a cuidar el marcador, con una buena labor de la defensa en varias oportunidades y algunos destellos del “Gurí” Diego García y Olivares, que funcionarían diez mil veces mejor que aprendieran a soltar la pelota y crear el juego. Uno sabe de la importancia de “lucirse” en el fútbol argentino, pero querer gambetear en la mitad de la cancha no es muy productivo, sobre todo si la pelota la perdés. Es simplemente mi humilde opinión, sabiendo la calidad de estos dos jugadores, salidos de la cantera, e imaginando el potencial ofensivo que sus características podrían darle a Quilmes.
El partido finalizó con un fuerte aplauso para todo el equipo y una ovación con coreo de nombre para Juan José Morales, el nueve de Quilmes, que hoy en día, insisto, le permite al hincha “Cervecero” volver a soñar con un goleador de raza.
¡Atenti! Ya lo dijo un gran conocedor de fútbol, hincha de Quilmes, hablando antes del partido “preocupa que solo Morales meta goles”. Totalmente de acuerdo. El “Cervecero” debe encontrar todavía un estilo de juego definido que le permita jugar bien al mismo tiempo que se gana, pero mientras tanto…bienvenidos sean los tres puntos.
Santiago Toselli