Por la 14ta fecha del torneo de la B Nacional, la falta de claridad a la hora de atacar y un error grave de Pontiroli propinaron la derrota. Quilmes fue vencido 2 a 1 por Atlético de Tucumán en el Estadio Centenario dejando así más dudas que certezas. Sarría y Rodríguez los goles para la visita, mientras que en el “Cervecero” volvió a mojar Marclay.
La tarde daba para compartir un partido de fútbol, y más aún si el “Cervecero” hacía de local. Un buen marco de gente en el Estadio Centenario para presenciar un partido en que Quilmes debía ganar para continuar con chances claras de alcanzar la nómina de los que pelean arriba. Los de Pascutti venían de un triunfo agónico en Comodoro y ganar ante Atlético hubiera significado superar la barrera de los 20 puntos que hoy separa a los que son candidatos de los que no.
Por su parte, la visita también venía de un buen triunfo ante Unión, y llegaba al Centenario con la idea de por lo menos rescatar un punto en la que “a priori” siempre es una cancha difícil, y ante un equipo como Quilmes, grande en su categoría.
Desde el comienzo del partido, el “Cervecero” tuvo la pelota, pero faltaron ideas. Atlético esperaba retraído y aprovechaba la velocidad de Sarría junto con una buena labor en mitad de cancha de Musto. Quilmes por su parte canalizaba el juego por el sector derecho con Fassi, Olivares y Alemanno. A los 4 minutos de la primera parte, tras un lateral, la pelota pica dentro del área, la defensa duerme, y Claudio Sarría justamente anota el primer gol de la tarde. Remate con zurda al palo derecho de Pontiroli y triunfo parcial para la visita, casi desde el vestuario.
Baldazo de agua helada para el “Cervecero” que a partir de ese momento tuvo siempre la pelota, y tan solo debió defenderse de algunas contras armadas por Rodríguez o Nicolás Castro.
Quilmes no aprovechaba la tenencia del balón, ya que Giampietri estaba desaparecido, Olivares muy impreciso y Morales no recibía ni una pelota relativamente limpia. Cuando los de Pascutti mejoraron en el juego, y comenzaron a hilvanar alguna jugada de considerable peligro, la gran actuación de Ischuk en el arco visitante le negaba la entrada al gol quilmeño.
Tal cual se marcó anteriormente, Quilmes abusaba del sector derecho de la cancha, no dándole la posibilidad a Almada por ejemplo de desbordar como él sabe y mandar centros para Morales. Todo lo contrario, Olivares le daba una pausa innecesaria al ataque de Quilmes cada vez que pisaba la pelota en la mitad de la cancha o intentaba tirar caños que no prosperaban. En el “Cervecero” era buena la labor de Aparicio, de lo mejorcito de la cancha, junto con Vidal Sosa y Kalinski. Por el lado de los medio campistas, Aparicio fue una constante a la hora de recuperar la pelota, y Kalinski se movió muy bien convirtiéndose en una suerte de “enganche” entre Aparicio y Giampietri.
Al “Máquina” le costaba, “Jota” no aparecía, y Alemanno tenía corridas hasta el fondo que lamentablemente no llegaban a nada.
Finalizado el primer tiempo, el partido era mediocre. Ambos equipos se pasaban mutuamente la pelota en la mitad de la cancha sin generar situaciones inteligentes o alguna llegada clara a los arcos.
Ya en la segunda mitad, Quilmes mejoró con la entrada de Diego García por Alemanno. El “Gurí” tuvo una buena actuación, desbordando constantemente por ambos sectores. Primero por derecha junto con las subidas de Olivares, y luego por izquierda complementándose con Almada. El aire que García le proporcionó a Quilmes le permitió al local comenzar a crear situaciones que quizá en el primer tiempo hubieran sido imposibles crear.
Sin embargo, cada vez que Atlético de Tucumán tomaba la pelota, era un contra ataque peligroso. Ya no estaba Fassi en la cancha (fue reemplazado por Gonzales Bordón promediando el primer tiempo por una lesión) y la línea de 3 del “Cervecero” hacía agua. Vale rescatar la labor de Vidal Sosa, de lo mejorcito de la defensa. Tucker tuvo serios problemas a la hora de marcar y Bordón no pesó para nada.
Si bien el partido no era bueno, la mínima diferencia del marcador permitía soñar con el empate. Pero cuando los fantasmas aparecen…asustan y en serio. Rodríguez tomó la pelota, encaró de derecha a izquierda, y al no tener compañeros para jugar, remató al arco desde fuera del área. Remate normal, media altura, para nada riesgoso. Ahí entró en acción Pontiroli, que increíblemente y en un blooper para la posteridad (muy parecido al gol de Lisandro Lopez en cancha de Racing) no pudo retener la pelota y le dio el segundo grito de gol a los tucumanos, sentenciando definitivamente el encuentro. Era 2 a 0, desconcierto total y la gente de Quilmes impaciente en el estadio.
Había tiempo para más, luego de un buen centro desde la izquierda, el “Pájaro” Marclay, que había ingresado en lugar de Almada para armar una línea de 3 delanteros y buscar el descuento, consiguió el gol para el “Cervecero”, tocando apenas la pelota y desviando su trayectoria, para dejar sin chances a Ischuk y dejar una puerta entreabierta para el posible empate de Quilmes.
El partido terminó con el local buscando desesperadamente el empate que nunca llegaría. Fue derrota y de esas que duelen para el “Cervecero”, principalmente por haber dejado pasar 3 puntos importantísimos en la carrera por el ascenso, y también por haber sido ante su gente, con un equipo claramente inferior, mezquino, que fue a buscar un punto y se llevó el triple.
Sería absurdo echarle la culpa solo a Pontiroli por esta derrota. Quilmes perdió también por la ineficacia de los que deberían generar el juego (Giampietri, Olivares), la imprecisión de quienes deberían tocar seguro y la falta de gol cuando Morales no tiene una buena tarde.
Estas son las consecuencias de ser “Jotadependiente” a la hora de meter los goles. Cuando el goleador no aparece, las ocasiones se desperdician a montones, y equipos chicos de interior, vienen al Centenario y se llevan de la galera tres puntos de oro.
Y la historia se repite…
Estadio: Centenario
Hora: 16.10
Árbitro: Alejandro Castro (Regular)
Goles: 4min PT Sarría (AT); 30min ST Rodriguez (AT); 40min ST Marclay (Q)
El Mejor de la cancha: Ischuk (A. Tucumán)
El Mejor de Quilmes: Aparicio