Así no va

Quilmes cayó duramente en su visita a Córdoba. Fue 3 a 0 frente a Talleres. La delicada situación no mejora y los signos de pregunta comienzan a pesar sobre varias cabezas. ¿Qué será de este Quilmes?

Ya casi terminando la primera fase, hay más interrogantes que respustas en este trabajo que viene haciendo Alberto Pascutti en Quilmes. Un equipo muy irregular, que nunca encontró un estilo propio de juego o una identidad y ahora navega mediocremente la miseria de la segunda mitad de la tabla de posiciones.

El partido en sí frente a Talleres creo que quedará para la anécdota. Los tres goles de la «T» son horrores defensivos inmensos, totalmente inaceptables en la primera división de un club. Menos todavía, si hablamos de Quilmes, un equipo que históricamente es candidato en esta divisional y hoy paso a ser el «rival de turno» de varias escuadras.

Añoro las épocas en que el «Cervecero» era el RIVAL A VENCER. Hoy somos una fecha más en los fixtures de cada club. Da una pena enorme caer en ese detalle, pero el realismo nunca es malo.

¿Qué le falta a este Quilmes? Si lo supiera no estaría aca. Pero me animo a decir que el déficit más grande de este club recae (o debería recaer) sobre el manejo dirigencial. No creo que Pascutti sea un mal técnico, todo lo contrario, para lo que es el mundo del ascenso, es de lo mejorcito. Pero me parece que la raíz de esta devacle debe ser cortada de forma justa y directa. Elecciones.

Señor, señora del otro lado de la pantalla, OLVIDESE que las cosas cambien si no hay una vuelta de rosca a lo que REALMENTE hunde al club. Los manejos turbios, la mala administración (¿$7.000.000 de deuda?), las pésimas decisiones.

Desde el día en que decidieron traer jugadores al borde del retiro con sueldos astronómicos y dejaron de ver a las inferiores. Hasta el día en que Quilmes perdió 3 a 0 en Córdoba, y olvida el detalle de que divide por uno en la tabla de los promedios. Así, le digo la verdad, es el comienzo del fin.

Que equivocado estabamos los que pensabamos allá por 2006 que «más abajo no se podía caer». Mal. Error. Hay dos divisiones más por debajo…no nos durmamos en los laureles de sentirnos candidatos cuando CLARAMENTE no lo somos.

Ojalá el primer semestre del año que viene traiga consigo un Quilmes mejorado, fresco, inteligente, con actitud, pero mientras tanto…invito a mirar dónde pisamos. Porque la baldoza floja la podemos encontrar en cualquier momento…

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