Estaba tranquilo en casa mirando por la tele los espectaculares del Canal 26 en Casa de Gobierno. El de Alcides cantando en la Rosada es impagable..! Y vi de reojo que Lionel, René, Silvano y el Nono pasaron por el zaguán y se iban por la puerta del fondo agachaditos como para que no los viera.
Les pegué el grito cuando ya estaban casi por llegar a la calle y se sobresaltaron.
-Donde van???
Silvano y René, de la mano los dos, dijeron:
-Al Carnaval de Turdera!!! Ya compramos el disfraz de osos Carolina y desfilamos esta noche!!! Somos «Los Mimosos de Florencio Varela»!
Los miré bien y lo encaré al Nono que estaba disfrazado de vedette tipo Nélida Roca:
-A mi no me van a engañar. Desvestite!!!
Me miró con cara compungida, no opuso resistencia, y cuando le levanté el vestidito de lentejuelas amarillas y rosa viejo que se había puesto (que no le quedaba mal), le vi las puntas a la Lotto con el 13 que le sacó al Chupa a punta de pistola en el estacionamiento del Centenario después de un partido, y de esperarlo entre las sombras casi 5 horas.
-Ustedes no van un pomo al Corso, van a la cancha!!! Y sacate esos tacos Nono que no te quedan bien!!!
-Ufa -dijo Nelson- pero cada vez que te decimos o te llevamos hay quilombo, te enfermás y te hace mal.
-No -dije- No vieron que ya estoy curado. Me aguanté todo lo de San Juan, superé las puteadas del hijo de Pascutti, las declaraciones del padre, incluso el partido y el resultado, y no maté a nadie… Y sólo me salió un poco de pie de atleta…
-Bue, está bien, vení que vamos a ver el doparti contra Almagro.
Allá fuimos en un camión playero cantando viejas canzonettas napolitanas con el Nono que hablaban de su terruño natal, los crímenes de la mafia, secuestros, mutilaciones, y esas cosas simples y sencillas de las canciones de antes.
El partido era a las seis y, cinco y media eramos 34 en toda la cancha.
-Seguro se jugaba hoy Nelson????
-Sí Lio, sí.
-Y era aca??? No jugariamos en José Ingenieros, no???
-No Lio, no, ahora viene toda la gente junta, vas a ver. Quedate quieto.
Le hice caso pero no vino casi nadie. Contagiamos menos adhesión y fervor que el himno de Israel para un palestino, traté de bajar el nivel de ansiedad y me puse a ver, para distraerme, como entrenaban los dos equipos antes de empezar. Siempre me pasa lo mismo cuando veo esto. Los contrarios son prolijitos, corren todos juntos, van en parejas para un lado, para el otro, uno en el medio ordena y grita, los demás le hacen caso; parecen estar haciendo algo serio y laburan como 40 minutos.
Del otro lado los de Quilmes, que parecen una reunión de amigos de cuarenta que se volvieron a juntar para jugar al fulbito. Van, vienen, se joden, no se dan bola, hacen jueguito, y nadie da una puta instrucción, y no lo hacen por más de 10 minutos.
Siempre veo lo mismo y generalmente coincide con el resultado. A veces pienso que es paranoia mía. Otras, revelaciones proféticas de lo que va a venir…
Salió el equipo a la cancha y lo encaro a Nelson:
-Viste que definitivamente lo saco a Kalinski!
-Lio, basta!
-Nelson -le dije- no me hagás callar. No sólo no esta Kalinski. Cuando terminó el torneo anterior eran como siete los pibes que estaban en el equipo de primera. Después cuando empezó este campeonato hubo con Platense sólo tres entre los titulares y dos en el banco. En el segundo partido sólo hubo dos, y hoy hay uno solo. Me parece que el DT no es Pascutti, es Herodes que mató a todos los chicos…
-Bueno Nelsone, basta. -dijo el Nono desde atrás con su vozarrón- Hay que subire, ma como sea, con lo pibe, con lo grande, con lo vieco, con lo que sea, pero hay que subire catzo!!!
-Y con nosotros??? -dijo Rene moviendo las manitos manicurizadas como aspavientos y abriendo y cerrando rápido los ojitos.
El Nono lo mirò mal, meneó la cabeza y dijo:
-Tuto no e posibile Dío! -y se sentó.
Empezó el partido y otra vez fue más de lo mismo. No hay quien organice juego, no hay quien lleve la pelota, hay jugadores que no están en su puesto, y si están no lo cubren, y definitivamente, este equipo ataca con poca gente y lastima menos que una escupida.
Me gustó el 4, Luna, y el 3. Herbella sigue hablando todo el partido y Bonet no emite sonido alguno. Hacen un lindo contrapunto.
El 5 le sacó 76 veces la pelota a los contrarios en todo el partido. Las conte. La cifra parece excesiva pero es producto que de las veces que se las sacó, cuando hizo el pase, no se la dio a un compañero sinó a un contrario, y vuelta a empezar. Se la sacó otra vez y se la dio a los contrarios, y se la sacó y se la dio a los contrarios, así hasta que quedé casi hipnotizado de ver siempre lo mismo. Cuando se cansa de eso, cada dos por tres, mete un pelotazo a la mierda. Tiene un raro estilo el 5…
En el medio de todo esto, y con una buena jugada, llegamos al gol. Lo hizo el hermano natural de Datolo que tenemos en el equipo, que cabeceó solito.
Almagro, como lo vimos en el entrenamiento, estaba prolijito, pero no mas que eso. En el segundo tiempo de los 15 a los 35 minutos vi jugar bien al equipo y me puse eufórico.
Vi también a mi mamé en la bandeja alta revoleando la matraca y con el enterito blanco todo transpirado al lado de un señor mayor medio pelado, con anteojos, canoso de bigotes que la miraba de atrás con hambre. Pensé en ir a hacerle un poco de bardo porque el viejito la miraba con malas intenciones, pero justo echaron a uno de Almagro.
-Listo el pollo -dije- por fin un fin de semana tranquilito!!!!
Atrás mio Silvano, que nunca pateó una pelota pero que es un amante de las estadísticas, y que jugó a todo, desde las figuritas «Quegolazo» hasta el Play Station y la Wii, y se conoce a los jugadores de todo el mundo, incluyendo equipos de Madagascar, Burquina Faso y la liga local de Villa España, me pegó un codazo y me dijo:
-Guarda que entran Klussener y Saad, se la juegan los Motta eh???
Yo lo mirè sin entender, y poniendo cara de «te perdono», me amplió:
-Son uno menos, pero igual puso un contención, quedó con tres atrás, tres en el medio, un enganche y dos puntas; va a buscar el empate.
-Los puntas son jodidos eh???? -pregunté.
Ahí habló más o menos lo mismo que en sus casi 40 años de vida.
-Quilmes puede milagros…
Me quedé mas o menos tranquilo igual porque faltaba poco, los cascoteabamos, y seguro el Capitán Beto, algo iba a hacer. Miré el banco para ver que pasaba y vi como un gran un toallón rosa y blanco tirado sobre las sillas. Me llamó la atención, y como no veia bien pregunté que era, y me dijeron que no era un toallón, que era el Beto tirado medio en el pasto y medio en las sillas, aburrido y confiado. No me hice problema. Si nuestro orientador táctico estaba casi como haciendo meditación trascendental en el banco, por qué nos haciamos problema nosotros?
Rene, medio nervioso igual, pero que algo sabe, restregandose las manos deseperadamente me dijo:
-No habría que meter un cambio? Aunque sea tu pollo, Kalinski, o Medina para pararlos un poco en el medio viste??? O los dos juntos no es mala idea no?????
Estaba despeinado con el rubor corrido, la transpiración cayéndosole a mares por la frente, y ya no era una reina del Carnaval, parecía una mezcla de Alejandro Apo y Víctor Hugo Morales…
Todos en la preferencial nos mirábamos con temor como esperando algo. Uno al lado mio dijo: «Será que el Beto no sale del banco porque hoy no nos televisan???
De repente, Zas!!
Nos embocaron. Entraron jugando por el medio mientras Aparicio seguía corriendo como un desenfrenado y pasaba de largo, y Klussener -vade retro Silvano- se la puso cerca de Ponti, que, en una reacción que me pareció tardía, no llegó ni a tocarla.
Mientras eso pasaba el Gurí iba y venía, calentaba, estaba por entrar, se sentaba, lo mandaron a calentar de nuevo, volvió, y me parece que al final entró, pero que nadie le dijo que lo hiciera.
Igual, en medio de ese quilombo que resultó el final del equipo, donde entramos todos en descontrol, creo que nadie se dio cuenta.
Casi lo perdemos sobre el final, y quede medio duro cuando terminó, porque de la tensión me olvidé de tomar las gotas de «flores de ayohuma» que me recetó el homeópata contra la ansiedad, y eso me hiperventiló…
Fuí al baño rápido a tomarlas, y como se me rompió el gotero por las estrujadas del final, en vez de las cuatro gotas, tomé del pico del envase… Justo cuando bebía me empujaron de atrás y me tragué media botella. Creo que eso fue lo que evitó que hiciera una masacre o entrara en una definitiva situación de catatonia para nunca más volver…
En la radio el gran Capitan Beto le echaba la culpa a la mala suerte. TODOS le echaban la culpa a la mala suerte. No solo eso, sino que dijo que jugamos un gran primer tiempo contra Platense, un muy buen segundo parcial contra San Martín de San Juan, donde teniamos todo controlado(¿?) y nos desestabilizaron por un error del árbitro, y en este partido estuvo brillante el equipo, y que sólo no ganamos por la mala leche… Pero que estaba muy contento, que el rendimiento era espectacular, que había encontrado el equipo -quien se lo habia sacado?- y que había variantes desde el banco como Diego, Juancito, y otros (adentro mio dije: como los cagó!!!).
Yo me quede pensando a velocidad muy lenta gracias a las gotas homeopáticas: Alguien nos esta cagando, no? Porque si jugamos bárbaro con Platense, teníamos controlado todo con los sanjuaninos, y con Almagro jugamos un partido brillante y sólo la mala leche nos impidió ganar, por qué tenemos 4 puntos de 9??? Algo no me cierra.
Me parece que no soy el único que necesita medicación. Y me parece que de más potencia… sobre todo ahora que el lunes viene Rafaela… deberiamos comprar las gotas de «flores de ayohuma» por bidón…
Otra cosa, fuí a la tribuna al final del partido a buscar al viejito ese, porque me pareció que se le arrimaba feo a mi vieja. Pero le pasó cerca, le dijo algo con cara de degenerado y se rajo. Otro de los nabos que estaba con él, mientras bajaban le gritaba algo del cumpleaños del sábado, que ahí se iban a ver. Este tenía cara de chupador eterno de cerveza, y habia otro que era parecido al viejito, pero mas joven, debia ser el hijo… Ya lo voy a ubicar y vamos a arreglar unas cuentitas… Voy avisando, porque con la vieja y con el QAC no se jode, aunque algunos no lo entiendan…