Pedimos disculpas

Hoy, ni Lionel Pessimistti, ni Nelson Optimisti, ni el Nono, ni Silvano, ni la mama de Lio, las tías, ni siquiera el bueno de Rene, van a aparecer por acá. Lo del sábado, pegó tan fuerte que decidimos llamarlos a silencio y acompañar este momento, este terrible momento del club, de nuestro Quilmes, con un delicado cierre de boca.
No hay otra forma para demostrar lo que se siente, cuando te basurean en tu propia casa, te gastan y te hacen precio.
Sólo callándote, aguantando y tratando de esperar tiempos mejores, se puede tener alguna esperanza. Para que esos tiempos se transformen en realidad hay que hacer algo. Todos, debemos hacer algo.
En primer lugar, no permitir más que se mancille la historia grande de nuestro club. Somos historia dentro del futbol argentino. Somos decanos en este deporte, hemos pasado de las peores y también de las mejores.
Nos hemos caído muchas veces, pero nos levantamos de nuevo pese a los intentos denodados de quienes no quieren que esto pase.
Pero ya estamos agotados.
No podemos seguir mirando para otro lado.
No podemos dejar que hagan de nuestro querido club, un emprendimiento para unos pocos, que cuando no pensás como ellos, o potencialmente sos “peligroso” por tu proceder o tus ideas, te mencionan en los medios con mala prensa.
Es hora de dejar de caminar hacia el abismo. No solo nos dirigimos en línea recta al precipicio, sino que cuando cambiamos a quien nos guía, buscamos a alguno que en vez de desviarnos, encima nos hace caminar más rápido.
Demos vuelta la ruta. Y comprometámonos todos en hacer algo por un Quilmes mejor. Se puede, y ya muchos conocemos cómo se hace para logarlo.
Ya sabemos que no es que es imposible, sino que siempre van a tratar de que no lo hagas. Peleemos por un club saneado, manejado por dirigentes que representen las ideas de los socios, las respeten y las ejecuten
Un club con un plantel, tal vez no rutilante, pero embebido del sentimiento de ser de Quilmes.
Con Yudica, con el Indio y otros a la cabeza, aguantados por todos, hasta la victoria final.
¡¡¡¡¡¡Ahí vamos!!!!!!.

Y yo me voy ahora con el Dr. Quilibrio, que gentilmente me ha venido a buscar, para que vuelva a la clínica, donde todos vimos el partido del sábado.
Sirvió como terapia grupal.
Todos lloramos durante el primer tiempo completo, sabiendo bien porqué.
En el segundo, nos abrazamos y reíamos, sin saber muy bien porqué.
El Dr. Quilibrio dijo que era bipolaridad extrema, muy afecta a los hinchas y socios del club. Después nos hizo cantar eso de “Suban y bajen, suban y bajen, parecen ascensor”, y nos pegábamos entre nosotros. Descargamos mucha bronca. Teníamos muñequitos inflables con la cara de algunos players del QAC. El de Tony hizo furor, junto con el del dolape. Quedaron hechos de goma.
Hicimos después una visita al estadio cuando termino el partido y cerca del vestuario, había un grupete de hinchas que quería dejarles su afecto a los jugadores.
Trataban de acercárseles para darles el afecto.
Si no era el afecto, era otra cosa, porque varios le gritaban a Pontiroli ¡Te la vamos a dar! pero no sé que era lo que le querían entregar. Eso sí, ponían mucho entusiasmo en hacérselo saber, y el, parecía contrariado.
Uno de los que vociferaba, cuando se iba me dijo, ¿Lionel, que haces por acá?
Yo con el pastillaje encima, le puse cara de nada, y la verdad, tampoco lo conocía aunque me parecía cara junada, y me dijo:
Me estoy divirtiendo como un chico después de lo que fue este partido de locos. Vas a ver que hago un poquito más de ruido acá y seguro que salgo en las noticias de mañana, chau chau chauuuuuu!!!!!
Se fue corriendo bajito y volvió a gritarle algo a Pontiroli, que se estaba peleando con unos pibes de unos 10 a 12 años. El pelado lo fulminó con la mirada.
Al día siguiente, lo vi en unas fotos de una web y supe que lo mencionaban en una de las radios y pasquines de la ciudad como una especie de asesino serial de planteles de equipos de futbol.
René lo leyó, y dijo “cualquiera gana fama fácil acá ¿¿¿¿eh???? ¿¿Este no es ese Cacho, de los de la página, la web, o una cosa así???
Creo que sí, le dije, pero no estoy seguro, porque con los narcolepticos pierdo la memoria ¿viste?
René me miró y me dijo:
Se ve que nos encajan las pastillas de esas hace como 30 años, ¿no?, porque memoria, me parece que en este club, no le queda a nadie, ni de plástico o telgopor…se dió vuelta, sonrió casi triste, meneó la cabeza y murmuró….”este nabo sale en diarios y radios por unos gritos, y yo que soy 1/8 de vedette en los locales de la Boca hace 23 años, no llego nunca ni a salir en propagandas de remises!!!! Quilmes puede cualquier cosa!!!!!!!
Y se fue enojado.
La verdad, el hincha este de bigotitos, no está mejor que Rene.
Igual, lo comenté con varios acá en la clínica y me decían que ese muchacho, era una especie de ídolo para todos porque había representado realmente, lo que el subconsciente de todos exige, Y DISFRUTARIA HACER, que es echarle algo en cara a un integrante de este plantel pedorro. (*)
Así que ahora es Supercacho, o tacho o algo así.
En fin, veremos como sigue esto, pero da para todo.

(*). Nunca comenté que en la clínica del Dr. Quilibrio, somos 84 internos, divididos en salas de acuerdo a la patología y el grado de gravedad de cada uno.
De los 84, 81 eran -en realidad son- hinchas del cervecero. O SEA QUE TODOS PENSAMOS CASI IGUAL.
Los otros 3, son australianos.
Otro día, les comento como se distribuyen las salas.
Ahora la dosis de palmaltoque forte que me dieron, me tiro al carajo. Chau.

PD: Recuerden que no descarto hacer de goma a varioszzzzzzzzzzzzzzzzzz
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