Quilmes perdió 1-0 ante Atlético Tucumán demostrando otra vez que es incapáz de resolver una situación adversa.
No hay con que darle, este equipo no tiene alma ni rebeldía.
Quilmes perdió 1-0 con Atlético Tucumán y nuevamente se mostró impotente para resolver una situación adversa.
El equipo de Bianco mostró una buena postura inicial, pero se fue desvaniendo con los minutos perdiendo mucho en su sector derecho, generando faltas y padeciendo los balones detenidos.
A los 24 llegó el gol de Páez y se acabó la historia.
Quilmes jugó un segundo tiempo sin calidad individual y con impotencia colectiva, y sin brillar el equipo de Rivoira resolvió el pleito con pasta de campeón.
No es cuestión de nombres ni sistemas tácticos, el Cervecero es un alma en pena que no tiene piso y la solución será complicada de encontrar en las últimas cinco fechas.