Esas malditas costillas

Facundo Sava no lo simuló, su experiencia no avala situaciones para ganar tiempo. Bastión excluyente dentro y fuera de la cancha, líder de una columna que arranca en Tripodi, sigue en Ribonetto, hace piruetas en Caneo y ancla en el Colorado. Sava no simuló el golpe con Pablo Frontini en el complemento, lo sufrió, le quitó el poco aire que le quedaba tras un desgaste en el partido sin demasiado juego. No quiso abandonar el juego, probó como pudo haciendo una especie de torniquete con sus manos para mermar el dolor, pero era imposible. La segunda caída fue letal, lo supo. Y tuvo la certeza de esa cuarta amarilla, que pedía una quinta a sabiendas de que su lesión lo marginaría más de un partido. Por eso ingresó sin permiso para que Javier Collado le sacará la quinta amarilla para limpiarse de cara al final del campeonato. Y su imagen de gladiador volverá para el epílogo de este torneo al cual le restan ocho fechas. La Cuarta y Quinta costillas fracturadas dicen algo más que la perdida de un mes. Quilmes pierde parte de la esencia de lucha y una carta que Ghiso se jugó desde su llegada al Cervecero. Facundo Sava se perderá de mínima cuatro partidos y quizá comience Vitrola a darle minutos al otrora titular, Ramón Lentini, plenamente recuperado de esos dos desgarros prácticamente consecutivos. Sin Sava en cancha sería parte de un buen plan que el Colorado sea parte de la delegación, acompañando al plantel que en esta recta final busca ser campeón.

Comments are closed.