«¿Van a llenar la cancha?»

Casi tres temporadas son válidas como para transformarse en el epicentro de los insultos, ser el reflejo de una olla a presión. En definitiva, bancar la parada y mostrarle a sus compañeros lo que en un rincón de Quilmes, para un grupo, hay un partido denominado clásico, mientras del otro lado, se ningunea aquello que la historia no avala. Básicamente porque son dos realidades contrapuestas, que pesan mucho mas que la distancia geográfica que separa Quilmes de Florencio Varela. Y desde plano no se puede hablar del partido del año, porque el Halcón comenzaba su etapa futbolística cuando el Cervecero obtenía su primer título de Primera División.

Entonces, un mazazo a las palabras y a aquella singular manera de apreciar un partido. Fernando Lorefice habla de «clásico» en el micrófono de FM SUR 88.9, de que “contra Quilmes nunca quiero perder”. Enciende la mecha queriendo mostrarle a sus compañeros, los cuales no tienen pertenencia con el club (en el equipo titular no hay ningún jugador de inferiores) cómo es esta movida que se vive con normalidad en Quilmes y que es casi orgásmica en Varela.

“Para nosotros es un partido sumamente importante, lo tomamos con naturalidad, sabiendo que podemos ganarlo. Yo con Quilmes no quiere ni el empate, porque soy hincha de Defensa y dejo todo por esta camiseta. Podemos ganar para arruinarle la fiesta a Quilmes. Le queremos arruinar la fiesta, ese es nuestro deseo”, escupió enfáticamente el volante central, quien en varios libros de pases sonó como refuerzo Cervecero.

Mostrando cordura y respeto en el relato, sin apelativos soeces ni chabacanerías, Lorefice logró su cometido de mostrar los dientes, de transformarse en el dueño de todas las puteadas el sábado, sabiendo que esta movida se baila de esa manera, mostrándole a sus compañeros que pieza bailar y dejando un recado como para transformarse definitivamente en persona no grata cuando se le consultó sobre el marco del partido: “Están seguros que la cancha va a estar llena, yo no sé si la van a llenar. Me parece que no”. Se fue dejando los micrófonos con fuego, jugando en la salsa que mejor le gusta, demostrándose que sus lauros de capitán en el equipo que hoy dirige Ramacciotti están intactos, al punto de decir que Miguel Caneo era un jugador más, cuando aún se debatía la presencia del Japonés.

Gentileza FM SUR 88.9 (deportes en FM)

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