Maldita Realidad

A veces cuando comienza la semana previa a un partido de Quilmes los hinchas solemos ir haciendo una previa que nos permite ir subiendo la ilusión a medida que el día se acerca.

Hoy ese día había llegado y el hincha de Quilmes simplemente se lleno el pecho de gritos, agarro su camiseta, busco un manera de trasladarse, llámese micro, auto, tren, etc. y se llegó a Victoria para ver al equipo de sus amores.

Cada uno de los hinchas sabíamos que no era un partido más, había en juego historia, rivalidad y sobre todo puntos valiosos para la lucha que tiene Quilmes por delante para mantenerse en primera división.

Había sido una semana complicada ya que algunas bajas hacían que no haya un equipo titular definido y a Tocalli se le complicaba para armar una estrategia de juego que le permita tener una ofensiva sobre el arco de Tigre por la falta de J. J. Morales, lo mismo pasaba con la línea del medio campo que sin Ojota Morales hacia que la pelota por ahí logre pasar sin que el equipo ponga resistencia.

Hoy fue uno de esos partidos en los cuales muchas cosas salieron mal, Quilmes perdió los laterales, Tigre se adueño de ambos lados y por ahí lograba generar centros cruzados que ponían en riesgo el arco cervecero, se nota la mala tarde que tuvo Gervasio Nuñez y el ida y vuelta que debía hacer Aranguiz dejándolo mal parado ante cada ataque del Matador.

A los 9 minutos del primer tiempo llego un centro del lado derecho que peino Pérez dejando a Echeverria con la pelota en sus pies para que la empuje dentro del arco de Tripodi que hasta ahí era la figura del equipo ya que había sido el responsable de mantener el “0” en el arco cervecero.

Se fue el primer tiempo y aún quedaban esperanzas de lograr el empate ya que Quilmes había tenido algunas llegadas, pero no habían sido con la peligrosidad que se necesitaba tener. En el segundo tiempo era el momento de empujar a Tigre hacia su arco, el momento que se debía “apretar” a la línea del fondo del local para lograr el empate que nos permitiera seguir soñando con la ilusión del triunfo.

Con la entrada de Diego Torres el equipo asfixiaba a Tigre en su arco, se generaron algunas situaciones que hacían que el equipo buscara por distintos lados entrarle al arco local, pero Quilmes recibió el “cachetazo” a la realidad en un contragolpe que dejo a Diego Morales frente al arco cervecero para definir y sellar el partido, así el equipo recibió el segundo gol.  Luego Stracqualursi aprovecho un descuido y en un segundo contragolpe liquido el partido convirtiendo el 3 gol del partido.

 

Se viene Huracán el 5 de septiembre, el equipo deberá trabajar mucho y Tocalli deberá encontrar a los 11 jugadores que el equipo necesita para pelear el campeonato y sobre todo luchar en el camino más difícil mantener la “ILUSIÓN” en primera.

Fotos de Silvana Livigna

Fotos de Diego De Vicentis

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