Siempre que llega el momento de enfrentar a un equipo de los denominados “grandes” la adrenalina es distinta, y eso se transmite en el subconsciente de cada hincha Cervecero.
Ayer llegaba la hora de visitar a River en el estadio Monumental, y cuando hablamos de adrenalina lo hacemos pensando en un conjunto de cosas que hacen que los nervios te jueguen una mala pasada, porque llegamos convencidos de que podíamos hacer un buen partido aunque la realidad era muy distinta.
Luego del partido con Argentinos el equipo debía tener obligadamente una línea nueva en el mediocampo por las expulsiones de Hirsig y Aránguiz. Por esto durante toda la semana en las practicas Tocalli apostaba por Cerro y Kalinski para armar un doble 5 y el regreso a la titularidad de Gervasio Núñez, pero la sorpresa fue el ingreso de Diego Torres quien tenía la obligación de tener un ida y vuelta por el lado derecho formando la línea de 4 cuando atacaba River y sumándose a Raymonda y JJ Morales cuando lo hacia Quilmes.
De esta manera el dibujo táctico con el cual salió Quilmes fue de 4-4-1-1 cuando se defendía y un 4-3-1-2 cuando atacaba sumándose Núñez al ataque lo que formaba un 4-2-4
Ahora debemos hablar de dos Quilmes, uno del primer tiempo y otro muy distintos del segunda tiempo.
En el primer tiempo todo fue muy peleado, los dos equipos se disputaban la pelota, pero la lucha se generaba en el mediocampo y es donde se notaron que los cambios fueron los acertados, porque tanto Cerro como Kalinski cerraron el camino al ataque de River.
A esto sumemos el esfuerzo de JJ Morales y de Diego Torres por pelear cada pelota, por cada camiseta de River había 3 de Quilmes que hacían presión, lo que generaba que sea un partido luchado.
En los pies de Raymonda no se encontró la claridad que necesitaba el equipo para llegar con profundidad al arco de Carrizo aunque debemos rescatar y resaltar su entrega.
La línea de fondo que se mantiene logrando minutos de juego que le permite afianzarse no tuvo altibajos, los centrales Gioda y Gerlo estuvieron seguros, Fontanini marca la diferencia y es un “muro” como le gusta a él que le digan, Broggi en la marca estuvo correcto pero en las proyecciones sigue sin ser determinante.
Tripodi demostró que cuando el equipo y el hincha lo necesito estuvo presente tapándole un gol casi seguro de Funes Mori
En el segundo tiempo River puso toda su potencia dentro de la cancha primer cambio Ortega, de esa manera al arco Tripodi llegaban Ortega, Buonannotte, Pavone y Funes Mori sumado a Ferrari quien se empezaba a proyectar y Lamela que marcaba la diferencia con el resto.
Quilmes fue llevado por delante, a los 2 minutos luego de centro de Ortega llegó el gol en los pies de Pavone, un descuido a mi entender de la defensa cervecera, al igual que contra Argentinos de una pelota parada llega el gol, algo que debemos corregir en forma inmediata.
Con un Diego Torres con amarilla y un Núñez que no había podido encontrarle la vuelta al partido era el momento de hacer los cambios, primero fue Varela por Núñez y luego Caneo por Torres.
Tocalli vuelve a leer tarde los partidos y esto es más allá del 1 a 0 temprano, porque tanto Torres como Núñez no habían tenido un buen primer tiempo, es por eso que desde el vestuario tenían que haberse generado los cambios, ¿Porqué Varela y no Caneo por Núñez? ¿Por qué no entró Garnier por Torres?
Varela no pudo meterse en el partido y luego con la salida de Torres se perdió el lado derecho, Fontanini debía proyectarse sin ser un carrilero con desborde ni llegada intentó enviar centros luego de cada pase de Caneo, ahí se notó la falta de un volante derecho porque el japonés en el ataque se ubicaba de enganche y distribuía la pelota.
Tocalli observó ese problema y metió Garnier a la cancha por Cerro, pero iban 32 minutos del segundo tiempo, pocas chances de desequilibrar.
Al minuto 46 luego de un centro pasado de Broggi llegó el empate en la cabeza de Miguel Caneo, ¿Merecido? Sí porque River solo había tenido una ráfaga de 15 minutos de buen futbol, porque Quilmes había tenido un buen primer tiempo, porque sobraba corazón, garra y huevos…
En el análisis frío que debemos hacer de este equipo la realidad nos marca que no hubo mejoría alguna en el funcionamiento. Seguimos teniendo las mismas falencias, pero el equipo ha formado su base en la defensa y en la delantera, falta seguir ajustando el mediocampo.
El viernes debemos acompañar al equipo, Arsenal es un equipo al cual debemos ganarle, hay una semana de trabajo en dos Tocalli deberá pensar en el equipo que será titular teniendo en cuenta a un Cerro y a un Kalinski que jugaron muy bien juntos, con el posible regreso de Hirsig y Aránguiz y un promedio que no deja de preocupar.
Antes de terminar debemos dejar un gran aplauso para la gente de Quilmes que se llegó hasta Núñez para alentar al equipo.