Bien Quilmes, viejo. Sacamos un puntazo de visitante contra uno de los más grandes del país. Y no sólo eso, si no que además casi no nos generaron situaciones de gol. Logramos anular a sus máximas figuras. Gracias Tocalli por este empate que nos llena de orgullo y que, por su importancia, seguro va a ser la línea de partida para nuestra remontada…
¿Cómo? ¿No enfrentamos al gran campeón de la Libertadores? ¿Este no es el equipo de Bochini, Bertoni, Trossero…? ¿Ni Burruchaga está? Entonces es otro el tema. Claro, no jugamos contra el Rojo de los 80’, ahí el puntito capaz tenía un poco más de sabor. Jugamos contra uno de los peores del torneo (junto a nosotros, lamentablemente) . Y no tuvimos que anular al Bocha, si no a Gracián, Godoy, Parra, entre otros. Ojo, lo logramos, pero… ¿y? ¿qué hacemos con eso?
Por ahí leí que no íbamos a tener otro encuentro tan fácil de visitante. Y coincido totalmente. Es cierto que tenemos el estigma de no poder vencerlos en Avellaneda, pero partido más ganable que el del domingo no se si vamos a encontrar. Quilmes volvió a ser el enemigo de Quilmes. No nos llevamos los tres puntos porque nuestros propios males fueron más que los ajenos. La mesa estaba servida y nosotros nos tapamos la cara con el mantel para no tentarnos con el arco de ellos y concentrarnos exclusivamente en cuidar el nuestro. Y si no, pregúntenle a Hugo qué buscaba con el ingreso de Diego Torres a diez segundos del final…
¿Con qué necesidad? Si igual, por la situación en la que estamos, este punto no sirve para nada. Seguimos últimos en el Promedio y sin ganar en el campeonato. Esto no quiere decir que nos hayamos metido atrás, pero sí que el DT pecó de egoísta, porque sabía que si perdía su continuidad en el Cervecero iba a ser más que una utopía. En cambio, el punto le da oxígeno, sobre todo teniendo en cuenta que el próximo partido es con Argentinos (que viene peor que nosotros, imaginate) y de local. Habría que empezar a pensar en que Quilmes es más grande que un técnico, por más ídolo que sea y el respeto que se merezca.
Por eso es hora de dejar de jugar al miedo y salir a buscar lo que es nuestro. Hay que aprovechar las cosas positivas que dejó el equipo ante Indeprimente: La valla invicta por primera vez en el torneo, una defensa que casi no sufrió sofocones, la confirmación de que Aranguiz es un gran refuerzo y de que Caneo debe jugar YA (en lo posible en lugar de Núñez) porque le da a Quilmes el fútbol que le falta. Y vamos para adelante viejo, que alguna vez tenemos que empezar a enterrar a los muertos y moribundos, y no revivirlos o dejarlos con vida como hicimos en las últimas tres fechas. Ya es tiempo Quilmes, ya es tiempo de verte ganar.
PD: La confirmación de que el resultado fue 0-0 la recibí por televisión. Porque en la cancha, la vista de los arcos era nada más para los locales o las plateas. Comparada, Comparada, Comparada se avivó…