La pretemporada arrancó con todo para Quilmes, no solo en lo futbolistico sino también en las relaciones con los jugadores, y de esto hablamos por el caso Kalinski quien primero no viajaba y ahora parece que viajará.
Pero si hablamos de pretemporada en el día de ayer el equipo tuvo su segundo día de trabajo, los jugadores comienzan a sentir el trabajo diario que impone el cuerpo técnico.
El lugar elegido fue Cadetes de San Martín, para sorpresa de muchos un lugar muy bien cuidado, de excelente estructura y con un servicio acorde a un equipo de primera.
En primer turno el trabajo físico hizo punta, distintos ejercicios que apuntaron a la puesta en marcha del equipo. A esto se le sumó el trabajo en el gimnasio.
Bernardo Romeo confesó «todo trabajo de pretemporada es fuerte y ya lo empezamos a sentir, en el grupo hay muchos jóvenes con fuerza y el equipo está mejor que nunca, estamos sólidos para pelear y cumplir con el sueño de los hinchas».
Por la tarde se realizaron los trabajos con pelota y tácticas por línea. En los equipos que paro Madelón se notaba que había un mezclado, lejos de armar un equipo titular contra un suplente.
Se trabajó con los delanteros exclusivamente sobre definición, el encargado de armar las jugadas fue el Pirata Czornomaz.
El trabajo más exigente se lo llevaron los arqueros, Galindez y Trípodi fueron los que más trabajaron junto a Pontiroli, luego ingresaban en los distintos equipos para pararse debajo del travesaño para ser parte del partido de fútbol programado.
Esta semana será de trabajo continuo y, seguramente, este viernes pueda llevarse a cabo un partido amistoso que le dará pautas a Madelón para afinar el equipo.
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