¿Será cierto que a Caruso no le gusta (o gustaba) Romeo? Que diferente hubiese sido todo con más minutos del enamorado del gol. Cómo se nota la diferencia que marca con el resto. Cómo nos pudimos perder tanto tiempo de un jugador semejante, que sin ser Messi, es el mejor delantero del plantel por varias cabezas (y no por altura).
Dos goles, participación clave en el restante, actitud para pelear la pelota, clase para jugarla, para pivotear, para hacerse gigante entre los grandotes de Ñuls. Se me erizó la piel cuando salió de la cancha y toda la gente estalló en un “Romeeeeeo, Romeeeeo” más que merecido. Los que más saben de la intimidad de este club, cuentan que Bernie devolvió su sueldo cuando estaba lesionado en la era Tocalli, y yo fui testigo de las puteadas que se comió un compañero (no voy a decir el nombre para no quemar) en una práctica. “Dale pendejo, no te das cuenta que nos estamos yendo al descenso” había gritado Bernardo. Ese mismo grito para festejar dos veces ante la Lepra y darnos el primer triunfo en el campeonato. Ese mismo grito al que nos unimos todos, en el desahogo de nuestras penas, que parecían ser interminables. Qué grito… Al final, Bernardo no era mudo.
Y fíjense que raro. Hace un par de fechas atrás no teníamos delanteros. Eran todos burros. En cambio ahora, tenemos tres en un muy buen nivel para sólo un puesto (dos, a lo sumo). Porque creo que no van a caber dudas de que Romeo es titular indiscutido. Pero la fecha pasada Vázquez nos sorprendió a todos, y el viernes Caute entró como para ganarse un puesto. Pobre Jota, quedó tan atrás. Quizás, si cambiaban los arcos antes, Morales hoy también estaba para ser titular.
Vale aclarar que hubo un equipo que acompañó. De atrás para adelante, Leyes jugó muy bien, con Garnier y Kali encontramos un doble cinco que nos da tranquilidad, muy picante Dieguito Torres (tendría que levantar un poco más la cabeza), Caneo con el equipo ganando y sobre la derecha demostró por qué es el 10. El ingreso de Caute por POR FAVOR NUNCA MAS Núñez también fue clave. Pero lo que de verdad me reconfortó mucho fue el ingreso de Panchito Cerro, a quien no le importó nada y dejó todo en cancha. No se merece Francisco este garrón que se está comiendo, rehén de los negocios de un ambiente sucio, por eso es una buena noticia que haya jugado como jugó.
Sin duda este 3-1 fue el punto más alto de la era Caruso, pero se venía mejorando hace varias fechas. A mi entender ya es tarde, pero porque estoy desilusionado desde que perdimos con Tigre. Pero bienvenidos sean a los que este triunfo les da esperanza y se envalentonan. Sirve el optimismo, como también el racionalismo. Y lo importante es que todos queremos lo mismo. Seguir ganando…