El Indio Gómez – Cap. III: Su segundo título, su experiencia en el exterior

Como dijéramos en el capítulo anterior, en el comienzo de 1978 nuestro héroe estaba abocado a rehabilitarse de su grave lesión. Empezaba un año glorioso para el Cervecero y el Indio estaría listo para el arranque del Torneo Metropolitano. Quilmes ya no tendría en ese comienzo a Yudica como director técnico, esa responsabilidad recaía en dos ex jugadores cerveceros que trabajaban en forma conjunta, Oscar López y Oscar Cavallero. El plantel mantenía la base del año anterior y aunque perdía a su goleador de la temporada anterior, trajo refuerzos que rendirían en muy buen nivel.

En la victoria ante San Lorenzo, por la primera fecha del torneo, se produjo la reaparición del Indio, luego de la fractura ya contada, jugando hasta los 30 minutos del segundo tiempo, cuando le dejó su lugar a Edgardo Paruzzo.


Foto izq: El Indio en andas, la vuelta olímpica en Rosario. Fue el 29/10/78, Quilmes Campeón. Al lado: Omar posa en la cancha de Atlanta, previo al partido Platense 1 – Quilmes 1.

Si bien fue titular en 8 de los 9 encuentros del Cervecero mientras fueron técnicos López y Cavallero, Omar no había arrancado el torneo en muy buen nivel, como tampoco lo había alcanzado el equipo (3 ganados, 2 empatados, 4 perdidos). Respecto al último partido de la dupla técnica al frente del Cervecero, la derrota 1-2 ante Estudiantes de Buenos Aires en cancha de Chacarita, recuerda Omar en el libro “Azul y Blanco Mi Corazón”: “En la charla previa, los técnicos me pidieron que corriera a los defensores contrarios cuando pasaban al ataque, y les dije que sí, pero sabiendo que en la cancha no lo iba a hacer. El estilo de juego, hasta allí, era muy defensivo. El ánimo del grupo estaba mal porque no confiábamos en lo que nos decían. Creíamos que teníamos que atacar y no defender tanto, sobre todo en el caso de los delanteros”.

Hace poco recordaba el Indio en una entrevista realizada en esta web por Camilo Franka: “Empezamos muy bien porque sabíamos que López y Caballero eran dos tipos trabajadores en esto del fútbol, pero les faltó la cuota de alegría. Al profesional le gusta entrenar y trabajar siempre, pero dentro de ese entrenamiento exigente tiene que haber alegría. Ellos fallaron en ese aspecto, fueron reprimiendo nuestra felicidad y eso al jugador lo predispone de otra manera.”

Ante la renuncia de López y Cavallero, volvió a hacerse cargo del equipo el “Piojo” José Yudica, con quien ese plantel escribiría la página más gloriosa de la historia Cervecera. Esto le contaba el Indio a esta web, en referencia a su llegada: “Yudica nos conocía, nos habíamos salvado del descenso el año anterior y sabíamos que clase de persona era. Cuando llegó le devolvió la alegría que necesitaba el plantel, y eso fue sumando al gran grupo que se armó. José es otro elegido. Con él nos hicimos fuertes y a medida que pasaron los partidos nos afirmamos.

Titular en los dos primeros partidos, ambas victorias, de la “era Yudica” debió dejar el equipo al finalizar el primer tiempo del segundo encuentro, visitando a Vélez por encontrarse lesionado. Esta lesión no le permitió jugar en los dos partidos siguientes, y volvió en el banco, entrando al promediar al segundo tiempo, en los dos partidos que quedaban antes del receso de un mes y medio que tuvo el torneo debido a la disputa del Mundial de fútbol que se realizó en el país. El equipo estaba invicto con la conducción del nuevo técnico (4 victorias y 2 empates), quedó 6° en la tabla de posiciones, con 18 puntos, 3 menos que el puntero Boca, y comenzaba a gestarse algo histórico.

Refiriéndose al “parate” por el receso el Indio lo diferencia de lo que sucedió en el año anterior, tal lo mencionado en el capítulo anterior, y esto le contó al periódico Informe Kilme, en el año 2006: “el técnico vio la oportunidad de convencernos de seguir trabajando duro cuando otros equipos pararon mientras se jugaba el mundial; El lema de Yudica era “Esto nos va dar provecho”, y ahí estuvo el fruto, salimos campeones.


Izq.: Deja atrás al arquero de Platense, Perico Pérez, y va a convertir el tempranero gol cervecero en el empate de visitante con Platense. 1 a 1. Al lado: El Indio quiebra la cintura ante su marcador Moris, y lo deja atrás como durante todo la tarde. Fue una pesadilla en el partido en que Quilmes venciò a Banfield por 1 a 0, en Guido y Sarmiento. 


Izq.: Derechazo de Omar para poner el primero de Quilmes ante Chacarita en la victoria de visitante por 3 a 2. Lo sufre el “Tomate” Hugo Pena, padre del ex jugador cervecero. Foto derecha: El equipo y los suplentes que enfrentaron a Unión y lo vencieron por 1 a 0, estrenando una camiseta marca “Sportlandia” que no fue usada frecuentemente. El detalle es que los buzos de los suplentes son de otra marca, “Deport Hit”, la que usaban habitualmente. Eran otras épocas. Arriba: Recavarren, Palacios, Milozzi, Gáspari, Fanesi, Medina, Tocalli, Gaño y Raschia. Abajo: Salinas, el Indio, Andreuchi, Milano, Bianchini, Paruzzo y Filardo.

En el reinicio del torneo Metropolitano, el equipo Cervecero se iba a encontrar con el mejor nivel del Indio en el año. En el partido que marcó la vuelta a la competencia Omar convirtió el gol del triunfo en el 1 a 0 a Huracán, jugado en Guido y Sarmiento; fue a los 5 minutos del segundo tiempo cuando concretó el tanto luego de realizar una gran “pared” con Fito Salinas.

En el siguiente partido, Quilmes visitó a Platense en cancha de Atlanta, empató 1 a 1 y nuestro héroe volvió a convertir. Antes del minuto de juego, el Indio recibió un pelotazo de Andreuchi entre los dos marcadores centrales, los superó y ante la salida del arquero Perico Pérez tocó con derecha, fuerte y de “rastrón” al gol. En los vestuarios, luego del partido, Omar se enteró que acababa de ser papá de un hermoso niño, por lo que le dedicó ese gol. Lo curioso es que ese “niño” al que se refería el Indio era su simpática hija Yamila, que fue quien contó esta anécdota. Lo que no sé es que fue lo que pasó con el karting y la pelota de fútbol que Omar ya tenía comprados para regalarle a su bebé.

Una semana después Quilmes recibió a Banfield y lo venció por 1 a 0. Omar jugó un muy buen partido, reafirmando su levantada y debió haber sido el goleador del encuentro, por esta jugada: El Indio recibe un rebote fuera del área y cuando lo salen a marcar se hace un autopase entre dos marcadores, queda solo delante del arquero y se la toca por debajo del cuerpo con la punta del botín. La pelota iba hacia el arco y parecía que entraba cuando la tocó Andreuchi y aseguró la conquista. La revista “El Cervecero” de la semana posterior al partido comentaba sobre su recuperación en esas fechas y argumentaba que podía ser que el nacimiento de Yamila, su primer vástago, le hubiera devuelto al Indio la “inspiración”.

En la fecha siguiente, la victima de Quilmes y del Indio fue Chacarita. En su visita a San Martín el Cervecero venció por 3 a 2 y nuestro héroe convirtió el primero: Se jugaban 5 minutos cuando el Indio, luego de un pelotazo de Milozzi, recogió un rechazo de cabeza de un defensor rival, fuera del área, la bajó con el pecho y al ver adelantado al arquero sacó un derechazo por encima del cuerpo de aquel. Golazo. Trece minutos después se le cayó encima Carlos Ischia, en una jugada parecida a la del año anterior cuando se fracturó con el defensor boquense Pancho Sá. Salió lesionado en su pie izquierdo, el mismo de la fractura, razón por la que estuvo ausente en el empate que cerró la primera rueda, de local ante Rosario Central. El equipo de Yudica seguía invicto, con siete victorias y cuatro empates y llegaba a la mitad del torneo segundo junto a Racing, a tres del puntero Boca.


Izq.: El Indio define de derecha luego de una gran jugada personal. Fue el gol de la victoria en el 1 a 0 ante Unión, como local. Der.: Omar comienza el festejo de su gol, el de la victoria por 1 a 0 ante Unión, como local. 


Izq.: El equipo que venció por 2 a 0 a Racing en Guido y Sarmiento. Arriba: Fanesi, Palacios, Milozzi, Gáspari, Zárate y Medina. Abajo: Milano, Bianchini, Andreuchi, Gómez y Salinas. Der.: El Indio acaba de conectar el centro de Andreuchi y comienza a festejar el segundo.gol cervecero en el Quilmes 2 – Racing 0.

Luego de dos derrotas consecutivas en el inicio de la segunda rueda, Quilmes recibió un jueves, feriado, por la tarde a Unión de Santa Fe y lo venció por 1 a 0 con gol de Omar. Corrían 23 minutos del segundo tiempo cuando el Indio recibió de Andreuchi y cuando salió un defensor, le tiró un caño. Eludió con un amague a otro y, cuando salió el arquero Biasutto, le pegó abajo y la pelota entró junto al palo derecho del arco de Solis.

En la fecha siguiente en La Plata, Quilmes empató 1 a 1 con Gimnasia, y el Indio jugó su cuarto partido consecutivo como titular y en todos completando los 90 minutos, pero no alcanzó un gran nivel; hizo un par de jugadas en la que dejo a media defensa rival en el camino pero no aportó demasiado en el resto del partido.

El domingo siguiente Quilmes recibió a Racing, que era segundo de Boca y lo venció por 2 a 0. A los 31 del segundo tiempo, el cervecero ganaba 1 a 0, y la visita estaba volcado al ataque. El “Chupa” Zárate salió por derecha y alargó para Andreuchi, quien llegó a la punta derecha cruzando el ancho del terreno, acompañado por su marcador. El 9 llegó al fondo y echó centro corto hacia atrás. El Indio, por el medio, llegó para tocarla ante la salida del arquero Cejas y poner el 2-0 definitivo.

En la siguiente fecha Quilmes visitó, un miércoles por la noche, a River en Huracán. El Indio que no anduvo bien en la punta izquierda del ataque, gravitó más cuando se tiro a la derecha a jugar como volante, pero no pudo redondear un buen partido a causa de un esguince de tobillo sufrido en el segundo tiempo; igual completó los noventa minutos.

En el próximo partido Quilmes recibió al puntero Boca y empataron 0 a 0, y a Omar le cometieron un penal muy claro que el árbitro ignoró y podría haber significado una nueva victoria cervecera.


Izq.: La formación que recibió a Boca, el partido terminó 0 a 0. Arriba: Fanesi, Palacios, Milozzi, Gáspari, Zárate y Medina. Abajo: Milano, Bianchini, Andreuchi, el Indio y Salinas. Der.: El defensor de Boca, Carlos Squeo, le va a cometer un claro penal a Omar, que el árbitro Barreiro ignoro. Fue en el partido Quilmes 0 Boca 0.

Los siguientes 5 partidos lo tuvieron como titular, saliendo solo en el último, en el empate 1 a 1 con Argentinos en San Lorenzo, reemplazado por el Negro Milano 25 minutos antes del final.

Ausente en la victoria por 1 a 0 ante Colón, sería titular en el gran triunfo Cervecero, 2 a 1 en La Plata ante Estudiantes, pero ocurriría algo que lo marginaría de la recta final del torneo. Estaba jugando un buen partido, pero faltando 11 minutos para terminar el partido reaccionó ante la falta de un rival, el “muerto” Pedraza, y lo golpeó siendo expulsado tontamente. Fue sancionado con cinco fechas de suspensión, por lo que se perdió de jugar los partidos definitorios, siendo habilitado recién para la última fecha en la que Quilmes se consagró en Rosario y el Indio estuvo en el banco, producto de la larga ausencia. En esos cinco partidos en que no contó con Omar, el Cervecero obtuvo cuatro victorias y una derrota, que lo encaramaron en la cima de las posiciones.

He leído en esta web a alguna “palabra autorizada” quitarle méritos al Indio en la conquista del Torneo Metropolitano ‘78, porque fue suplente y entró faltando pocos minutos del segundo tiempo en Rosario. Razonamiento extraño para un torneo en el que Quilmes jugó 40 partidos, en los que Omar fue titular en 27 de ellos, entrando desde el banco en 4 encuentros, y convirtiendo 5 goles importantes. Creo que los números, más lo que hemos comentado en este capítulo eximen de mayores comentarios.

Es interesante esto que contó el Indio en referencia al partido consagratorio, el 3 a 2 a Central en Rosario: “Nosotros no queríamos dejar pasar la oportunidad de ganar el torneo y tocar el cielo con las manos. Les preguntábamos a los jugadores de Central si preferían que un equipo grande como Boca o uno chico como Quilmes saliera campeón. Les decíamos que nos habíamos matado todo el año para llegar a esa instancia. Si bien ellos entendían el mensaje nuestro, también nosotros comprendíamos su situación. Ellos nos contestaban que Boca les pagaba tres veces más de lo que le pagaba Central. Y ganaban tres veces más de lo que ganaríamos nosotros por ser Campeones. Mucho dinero en juego.”


Izq.: Omar define ante el arquero “pincha” Pezzano, pero su tiro se irá apenas desviado. Quien aparece junto a él es el “muerto” Pedraza, jugador con el que el Indio tuvo el incidente que derivó en su expulsión y posterior marginación – tras 5 fechas de suspensión – de la etapa definitoria del torneo. Fue en el partido Estudiantes de La Plata 1 Quilmes 2. Der.: El micro en el que el plantel se trasladó a Rosario para conquistar el campeonato. El utilero “Bertín” Lattuada, Omar, Fanesi y Tocalli, en primera plano. Detrás se ve a Gáspari. 


Izq.: La tapa del Suplemento deportivo del Diario Popular del 31/10/1978. Omar en andas en Rosario festeja la obtención del título. Der.: El Indio en Guido y Sarmiento con otra camiseta. Fue el 16/9/79, en el partido que Quilmes le ganó a Newell’s por 3 a 2. Fue el único partido en que enfrentó al Cervecero en toda su carrera.

Hablando de ese equipo, le conto a Camilo Francka, en esta web: “Teníamos: un buen grupo, éramos ordenados, difíciles de vencer, le podíamos ganar a cualquiera y también tuvimos la cuota de suerte. A partir del partido con Independiente (el siguiente al de La Plata en el que fue expulsado) fuimos creyendo cada vez más hasta que conseguimos una posibilidad. Estaba Boca adelante, no era sencillo, y aprovechamos al máximo esa oportunidad. Yudica dijo, antes de entrar al estadio de Central que estábamos a un pasito de tocar el cielo con las manos, que dependía de nosotros. Era eso, ir y tocar la gloria, algo que el jugador de fútbol tiene que sentir muy adentro. No sabíamos qué premio íbamos a cobrar ni nada relacionado al dinero, sólo nos interesaba salir campeones, meternos en la historia de este club y tocar el cielo con las manos”.

Recordando aquel año, el Indio le comentó en 2006 al periódico “Informe Kilme”: Fue un año inolvidable en el transcurso de mi vida, porque yo gané el campeonato Metropolitano con Quilmes, mientras Argentina salía campeón del mundo, muchos quilmeños nos quedamos pegados a la historia de ese año, y fue por lo que luchamos. Económicamente no ganamos mucho dinero, por ejemplo yo no me pude comprar un auto, pero si me gané el cariño y el que no te olviden nunca más de la gente de Quilmes.

Una semana después de coronarse campeón, el Cervecero comenzó su participación en el torneo Nacional de 1978. Resultó lógico que Quilmes después de “haber alcanzado el tren que tanto corrió”, le diera descanso a su formación titular, que llegó solo a completar la mitad de los compromisos. Las otras siete fecha fueron afrontadas por suplentes; Omar participó en 6 partidos del torneo, convirtiendo un solo gol, el tercero en la goleada por 4 a 1 sobre San Martín de Mendoza en Guido y Sarmiento.

Llegó el año 1979 y sucedía esto que recordaba en el año 2000 la nota del periodista Pablo Di Pietro en la Revista Mística, de Olé: Para Quilmes se avecinaba la Copa Libertadores y a la vez se rumoreaba que más de un club grande estaba interesado en el Indio. Inesperadamente, sin embargo, Gómez eligió otro rumbo. “Me fui a jugar a Dallas”, cuenta. “Es que se juntaron muchas cosas. Surgió una buena oferta, Quilmes necesitaba plata para poder afrontar la Libertadores del 79, yo estaba formando una familia y me convenía. Así que con mi mujer hicimos las valijas y nos fuimos“.


Izq.: El plantel del Dallas Tornado, en 1980, Omar (10) es el tercero de la fila de abajo. El último de la fila de arriba es Pedro Gaño (2). Der.: La figurita del Indio, jugando para el Wichita Wings en la temporada ’82-83. 


Izq.: El plantel del Wichita Wings en la temporada ’82-83. Omar (9) demuestra que no solo en Argentina utilizó zapatos blancos, también en el fútbol de salón de E.E.U.U. Der.: El plantel del Wichita Wings en la temporada ’83-84. Omar (9) es el último de la fila de abajo. El primero del medio es la “Pantera” Miguel Filardo.

También le contaba a la revista “La Patria Cervecera” sobre el porqué de su decisión: “Sinceramente, me quería quedar a jugar la Copa Libertadores con Quilmes. Llegó el momento en que el club necesitaba dinero y me vendieron. Tengo el recuerdo lindo de haber ganado un torneo de fútbol de salón (de 6 jugadores) con Nueva York. Y económicamente me fue muy bien. Pero sé que perdí mucho futbolísticamente”. Consultado sobre si hubo ofertas de clubes grandes de Argentina, dijo: “Si, pero en ese momento no existían los empresarios, y los cuadros grandes acostumbraban a cambiar las figuras de los chicos por los jugadores que ellos no tenían en sus planes. Como Quilmes quería plata, aparecieron los norteamericanos con el dinero y me tuve que ir. Tenía 23 años y me volví a los 30.


Izq.: El Indio en una imagen del partido de 1984 en el que Wichita Wings venció por 1 a 0 a Kansas City. Der.: Omar luciendo la camiseta de Defensa y Justicia. Fue en su vuelta al país, EN 1985, el equipo de Varela era dirigido por Hugo García.

Su carrera en Estados Unidos comenzó en el año ’79 en el Dallas Tornado. El campeonato Nacional de ese año lo encontró en Argentina, jugando para Newell´s Old Boys, dirigido por José Yudica. Por la tercera fecha de ese torneo, en el 3 a 2 del Cervecero sobre su equipo, en Guido y Sarmiento, el 16 de Septiembre, jugó su único partido en contra de nuestro querido Quilmes.

Finalizado ese torneo regresó a los Estados Unidos para jugar fútbol de Salón en el Wichita Wings, de Kansas, luego volvió, durante 1980 al Dallas Tornado. La temporada ‘81/82 lo encontró en el New York Arrows, donde ganó un torneo de Fútbol de Salón. Desde mediados del 82 hasta su vuelta al país en 1985 regresó a Kansas para volver a jugar en el Wichita Wings.

Sobre su experiencia fuera del país contó en la nota de la Revista Mística: “Al principio se me hizo un poco duro. Pero a partir del segundo año, cuando empecé a hablar mejor en inglés y a hacerme de algunos amigos, todo se simplificó.”. Además admitió que en un plano estrictamente futbolístico, aquella elección lo alejó de la posibilidad de crecer deportivamente. Esa nota también cuenta que el destino le depararía una última sorpresa al Indio. Con 30 años regresó a la Argentina, y tras una exitosa temporada en Defensa y Justicia volvió a su primer amor.

A propósito de su regreso al país, le contaba a “La Patria Cervecera”: Me cansé de los viajes en avión, de la pasividad de los hinchas. Pretendía volver y no jugar más al fútbol, pero apareció Hugo García y me llevó a Defensa y Justicia. Y después el Gordo Algañaraz me convenció para que volviera a Quilmes. Si bien no tuve la posibilidad de jugar en equipos grandes ni en la selección, siento la felicidad de que los hinchas de Quilmes reconozcan lo que hice por el club.

Para contarles, como fue el regreso, la última etapa en su querido Cervecero y completar el relato de las verdades de la carrera de nuestro héroe y las fantasías que dibujaba en la cancha los espero en la siguiente nota.

Continuará…

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El Indio Gómez – Cap. I: Sus inicios, su primer título
El Indio Gómez – Cap. II: Sus primeros años en la A
El Indio Gómez – Cap. IV: Su tercer título, ultima etapa como jugador


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