Ya fue. No hagas más cuentas. Hacele caso a Caruso, disfrutá de este Quilmes ganador y fumá. El Tano cree en los milagros y nosotros también. Porque siempre fuimos porfiados. Porque nunca fue fácil. Nunca tuvimos la corbata floja. Y ahora no va a ser la excepción. Sufriremos hasta el final como sufrimos siempre, pero con argumentos válidos para creer. Y si nos vamos, nos iremos como hay que irse. Con la capocha alta.
Quilmes venía de amargar al puntero y ahora despachó al que iba por la punta. Ganó de visitante un clásico, convirtió cuatro goles y no se amilanó nunca en el partido. Así, pudo traerse tres puntos clave después de ir perdiendo. En un trámite muy abierto, el equipo sintió el impacto del 2-3 y no parecía tener resto para ir a buscar ni las limosnas. Pero todo esto que vengo contando en las líneas de este párrafo, son muestras de una sola cosa: PERSONALIDAD. La que no estábamos acostumbrados a verles a los muchachos vestidos de blanco, pero ahora es casi moneda corriente.
Con sus errores y limitaciones a cuestas (Leyes y Gerlo en el gol del 2-2, por poner sólo un ejemplo), Quilmes se montó sobre sus propias necesidades y lo fue a buscar. Y otra vez desde el banco, con Vázquez, cuyos 130 minutos en cancha con la Blanquita dan para armar una película, y Cauteruccio, que antes erraba todo y ahora saca de la galera un triunfo épico, el QAC se llevó puestas a las tortugas ninja y se tomó el 278 de vuelta con una hazaña en el bolsillo.
Párrafo aparte: ¡lo que mejoró Quilmes en la elaboración! Los volantes pasan con criterio siempre, Diego Torres casi es un delantero, Caneo está imparable (ni rompiéndole el cachete…) y los tres que se alternan arriba no paran de traerle problemas de los lindos a Caruso. Hasta Raymonda, ya casi fuera del mapa, fue indultado y terminó poniendo un gran centro para el 4-3.
¿Y por qué te digo que dejes la calculadora? Porque dependemos de nosotros. Como siempre, bah. No la necesitás para saber si estamos vivos, porque lo ves en cancha. Falta muchísimo, pero este es el camino. Estamos lejos en los números, sí. Pero si no se sufre, no vale. Si no se sufre, no es Quilmes. Y ahora lo único que hay que hacer es preparar el cotillón y la fiesta para el sábado. Si estuvimos todo el año, lleno de pálidas, ¿cómo nos vamos a borrar ahora? Porque viene la final del mundo. Porque hay que ganarle a Gimnasia, y después seguimos charlando.
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Escuchá los goles, gentileza de FMSUR 88.9
- Banfield 0 Quilmes 1- Romeo
- Banfield 1 Quilmes 2- Caneo
- Banfield 3 Quilmes 3- Vázquez
- Banfield 3 Quilmes 4- Cauteruccio
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También podés ver las fotos y nota en «Desde la tribuna», por Giselle Peralta.
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Fotos de Silvana Livigna para PasionCervecera
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