¡No va más!

Y se fue nomás la temporada, el efímero paso “Cervecero” por la máxima categoría del fútbol argentino. Las sensaciones encontradas, desde ya, son muchas. Siempre es doloroso descender, más allá de las condiciones. En este caso en particular, gracias pura y exclusivamente al cambio de mentalidad llamado “Caruso”, Quilmes se fue dignamente. Peleando hasta el último segundo. Murió de pie, sin lugar a dudas.

Ahora bien, ¿qué se puede aprender de esto? ¿existe alguna moraleja? Es difícil hablar de esto siendo hincha de Quilmes pues la historia nos juega en contra. Puedo sentarme horas a romperme la cabeza pensando, analizando, pero siempre es lo mismo. Cada tres años, el resultado se repite.

¿Qué aprendió el hincha de Quilmes esta temporada que pasó? ¿Qué hay que mantener las bases? ¿Qué sería interesante un proyecto serio desde las inferiores? ¿Qué es imperiosa la buena administración de los recursos? ¿Qué hay que tener al día los sueldos de los empleados?

¿Acaso esto no se sabía?

Este descenso nos vuelve a mostrar, de manera inequívoca, que Quilmes repite procesos claramente inaplicables. En este caso, efectivamente se puede (y debe) hablar con el resultado puesto. No por nada somos el ascensor del fútbol nacional.

Invito al hincha de Quilmes a reformular las “moralejas” que nos dejó esta temporada. No es noticia que un proyecto con veinte jugadores nuevos no es aplicable. Tampoco es noticia que un club mal administrado no va a funcionar.

La moraleja de esta temporada debe ser estallar las urnas en cada elección. No vale de nada quejarse si uno no cumplió con su deber de socio. El presente de Quilmes es, en parte, responsabilidad de quienes se mantienen pasivos, desde la sombra. Los socios que tienen en su poder la capacidad de cambiar las cosas pero no ponen primera. Conformistas. Cobardes.

Existe en nuestra institución muchísima gente que hace años trabaja en pos de un club decente. Que colabora activamente en el predio, en la sede, en la cancha. Aquellos que muestran sus caras y exponen sus ideas. Que no prometen el cielo, pero si un cambio. Y en este momento, es crucial el CAMBIO en nuestro club. Esto no puede seguir así.

Esta temporada nuevamente nos mostró el camino que propone la dirigencia actual. El ascenso eventual, el descenso seguro. La vida eterna en ese limbo futbolístico.

La moraleja esta a la vista, solo servirá si el socio la quiere ver. Debe presentarse a las urnas, debe estallar cada una de ellas con la voz del hincha. Debe apostar por el cambio de rumbo y, de una vez por todas, darle la posibilidad al club de crecer.

Solo así tendremos una alternativa, solo así llegaremos al cambio.

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