La vuelta al estadio Centenario no podía ser mejor, miles de almas soportaron un frío con una garganta llena de aliento para un equipo que demostró que se puede jugar bien al futbol.
Luego de la caída en Corrientes el equipo debía jugar distinto, debía jugar en equipo y hacerse fuerte en nuestra cancha.
Un partido para el recuerdo de Caute, Garnier, Corvalán y Martinez, una demostración de que mantener la base era necesario.
También jugadores como Rimoldi y Mandarino tuvieron un nivel mas que aceptable. La ausencia de Caneo no se sintió, pero hubiese sido interesante tener al Japonés arando juego para un Caute y un Vazquez afilados.
Corvalán hizo un hermoso gol, llegando hasta el final y comprometido en cada jugada, lo que demostró que Quilmes fue superior a un Almirante Brown que estaba perdido en la cancha.
En una pelota parada luego del foul a Vazquez, Martinez acomodó la pelota, miró el angulo izquierdo del arco visitante y con una fuerza notable la clavó para el delirio de todos los que estuvimos ahí.
Luego ya en el segundo tiempo y con un resultado puesto Quilmes intentó controlar el partido, lo que le costó meterse atrás y perder el balón. Caruso en el primer cambió obligado por una lserión de Mansilla hizo ingresar a Bustos, ya luego leyendo bien el partido cambió a Rimoldi quien sintió el cansancio para que debute Carrasco de un buen partido dentro de todo el nerviosismo que implica el debut de local.
Hubo festejo en el Centenario, sí muchachos gritamos como locos.
Parrafo aparte para la gente que pese al frió, el día y el horario no falta a la cita y demostró el aliento.
Fotos de Silvana Livigna para PasiónCervecera.com
