Todas aquellas personas amantes del buen vino mendocino sabrán del placer que se siente al degustar esa noble bebida. Sublime experiencia. Casi tan extraordinaria sensación como el golazo de Fernando Telechea a cuatro minutos del final dándole al Cervecero tres puntazos que cotizan en diamante. Pero sin mas preámbulo hablemos un poco del desarrollo del juego y de la performance del conjunto de RCL.
Quilmes llegaba a la preciosa provincia cuyana con los animos en alza luego de la victoria como local frente a Almirante Brown y a sabiendas de que un buen resultado lo parapetaba en el pelotón de los de arriba. Sin Caneo ni Mansilla, tal vez, dos de los jugadores de mejor pie y mas generadores de creación, Caruso dispuso un 4-4-2 con el interesante Mandarino por derecha y el mugre por izquierda de la mitad de la cancha en un intento de reemplazar tecnica con despliegue.
El equipo, aceptando la responsabilidad lógica de ser protagonistas del torneo, salió a ganarlo. Lisa y llanamente. No hubo ninguna intención de especular con el juego rival ni mucho menos de conformarse con el empate, y así fue que los mediocampistas centrales (no me termina de convencer Garnier) empezaron a distribuir buenas bolas hacia Cauteruccio que intentaba retrasarse unos metros ante la falta de enganche definido. Las situaciones de gol no tardaron mucho en llegar y en los pies del propio uruguayo pasaron dos muy buenas chances de ponerse en ventaja: un tiro cruzado y un bombazo en el que debió asistir a Vázquez que ingresaba solo por su izquierda.
Los misiles que tiene en los brazos Goñi hacían que de cada lateral ofensivo se genere una jugada peligrosa para el arco leproso, de hecho en uno de ellos Mandarino casi la emboca. Muchas situaciones, poca efectividad. Pero sin lugar a dudas el Cerve era más, mucho más y se fue al descanso con un saborcito ácido, astringente…
Sorpresivamente el equipo se cayo en la segunda etapa y no fue el mismo hasta los ultimo quince minutos. Los Vila’ s boys crecieron y se hicieron dueños del mediocampo y con un Lazaro punzante fue inventando cierta dosis de preocupación en el equipo mas grande del sur. Pero el Tano tenia el as de espada en el banco, el Rutini mas delicioso. Y cuando se moría el encuentro Fer sacó de la galera un jugadón digno de potrero tandilense y le regaló al pueblo Decano una victoria importantísima que ilusiona y aporta confianza.
Se viene una jodida, recemos por la recuperación de Caneo y de Mansilla. Llenemos el Centenario y alentemos como siempre que el camino del retorno ya empezó.
Foto: Gentileza de Diario Uno y Diario Olé