Les presento mi visión sobre la carrera llena de rarezas o curiosidades de un jugador muy apreciado por el pueblo cervecero, y para hacerla más particular aún, me extenderé sobre sus pasos fuera de nuestro querido Quilmes, porque su trayectoria lo merece.
Se trata de Vivas, que cuando vino al Cervecero era David, pero su documento dice “Nelson David Vivas”, y esto explicó sobre su “identidad” en una nota de El Gráfico de Noviembre del 2008: “si me gritan David es alguien de la familia o círculo íntimo, si me dicen Chango, de Quilmes, y Nelson, alguien del fútbol que no me conoce tanto”.
Nacido 18 de Octubre de 1969 en General Baigorria, provincia de Santa Fe, se crió en San Nicolás, en el norte de la provincia de Buenos Aires donde hizo sus primeras armas futbolísticas en el baby fútbol del club Don Bosco y, ya más grande, inferiores en el Club Somisa, de la liga Nicoleña. Luego tuvo un breve paso por Olimpo de Bahía Blanca para jugar un torneo del interior antes de su llegada a nuestro club.
Dice en la mencionada nota de El Gráfico respecto a su llegada a Quilmes, en 1991, “venía de probarme en varios clubes y siempre me decían te vamos a llamar, pero no me llamaban. Intenté en Newell´s, Central, independiente, Gimnasia y Estudiantes. Después de la colimba hablé con mi viejo: la idea era trabajar o estudiar bioquímica, mi otra pasión. Justo ahí me llamaron de Quilmes. Hugo García era el técnico y parece que le llegaron buenos comentarios de lo que había hecho en Olimpo, en un Regional. Me llevaron a la prueba engañado: me dijeron que estaba adentro. Y no era así. Si me hubieran dicho que era una prueba, ni iba. Quilmes se entrenó una semana en Ezeiza y yo jugué sin presión, liberado. Además, tuve suerte: esa semana Lucho Malvarez se peleó con el técnico, rescindió el contrato, quedó el puesto vacante y firmé.
Una de esas “leyendas” de las que uno recuerda el contenido pero no quien se la contó, dice que David concurrió a una prueba en Estudiantes días antes de llegar a Quilmes, y que su rendimiento en la práctica con el plantel superior del Pincha fue superlativo pero al volver al vestuario no encontró sus pertenencias, razón por la que no volvió a La Plata. Inmediatamente fue ofrecido a Hugo García que decidió probarlo y lo satisfizo, por lo que aprobó su incorporación. Efectivamente, el experimentado marcador lateral uruguayo Luis Malvarez, uno más de la numerosa lista de incorporaciones que había realizado el Cervecero para su regreso a la Primera A, no completó la pretemporada, disgustado con el técnico Hugo García, y eso dejó el puesto de marcador lateral derecho con un ocupante menos.
Vivas en su primer torneo en Quilmes, enfrentando a Gimnasia de La plata en Guido y Sarmiento. Quien está de espaldas es Vanemerak
Siempre recuerdo aquel domingo 1° de Septiembre de 1991, Quilmes regresaba a primera luego de 9 años y nos esperaba Independiente en Avellaneda para aquel debut. Llegamos con mi viejo a la cancha con tiempo suficiente para ver el segundo tiempo de la reserva, y no tardó en llamarnos la atención el flaquito número 4 cervecero, que con un despliegue impresionante marcaba y colaboraba activamente en ataque. No fuimos los únicos que notamos una gran tarea en Vivas, al partido siguiente uso la “4” en Primera y a partir de ahí fue titular durante toda la temporada, participando en 35 de los 38 partidos disputados por el cervecero y siendo el jugador del plantel con mas presencias en ese breve y oscuro paso por primera de nuestro querido club. Una de las pocas luces que quedaron de aquella campaña fue la Incorporación de Vivas (según el Diario El Sol, a préstamo con una opción de U$S 20.000) que aportando marca, disciplina, salida y proyección criteriosa había logrado destacarse y había convertido además, en la victoria como local sobre Unión por 2 a 1 en el torneo Clausura, con un cabezazo el tanto del triunfo, el primer gol de su carrera profesional.
Ultimo partido en primera, temporada ‘91-’92. Chicha Velásquez, el Gallego, Tahuichi Albornoz y Vivas, se despiden de la gente que les tributó su reconocimiento.
Para la temporada siguiente, la ‘92/’93 en el Nacional “B”, se hizo uso de la opción y Vivas fue uno de los puntales de un equipo que navegó en la intrascendencia en el torneo, en el que logró clasificar para el Torneo Dodecagonal por el segundo ascenso pero fue eliminado en la primera fase por Italiano. David jugó 40 de los 44 partidos y convirtió un gol. Es de hacer notar que tanto en este torneo como en el anterior, su volumen de juego lo llego a disputar algunos partidos ocupando en el mediocampo.
El equipo de la temporada 92-93, el día que venció 2 a 0 a Defensa y Justicia en Varela. Arriba: Vivas, Mulet, Velázquez, Kalujerovich y Escalante; Abajo: Cantero, Di Diego, Paredes, Alberto Rodríguez, Mario Gómez y Mauricio López.
En el Nacional ‘93/’94, Quilmes armó un plantel notable que realizó, bajo el mando de Humberto Zuccarelli, una muy buena campaña, en la que terminó segundo de Gimnasia de Jujuy. Dentro de un equipo que alcanzó pasajes de muy buen fútbol, Vivas fue figura, alcanzando el reconocimiento del ambiente periodístico que lo destacó entre los mejores jugadores del torneo. Jugó 38 de los 46 partidos disputados por el Cervecero y convirtió tres goles. Su brillante torneo hizo que pusieran su vista en el clubes como Boca y River que para la temporada siguiente se disputaron su pase.
Es de destacar que, a pesar que en estas tres temporadas en Quilmes no se habían conseguido logros, Vivas había alcanzado un gran reconocimiento del pueblo cervecero gracias a su despliegue, velocidad y buen juego. Respecto a sus reiteradas expulsiones, otra de las características de su paso por nuestro equipo, David, destaca en la nota de El Gráfico ya mencionada, una definición de uno de sus técnicos, Carlos Trullet, quien le dijo “sos una bolsa de gatos con un perro adentro”.
El equipo subcampeón del Nacional B ‘93/’94. Arriba: Pedro Monzón, Marcelino Galoppo, Néstor Merlo, Walter De Felippe, David Vivas, Luis N. Sosa; Abajo: Gustavo Brandt, Dante Fernández, Juan Carlos Roldán, Leonardo Colombo, Mauricio López.
Por expreso pedido del técnico de Boca, César Luis Menotti, el Chango pasó a Boca Juniors, pero el deseo de llevarlo a su club del técnico de River, Daniel Passarela, no quedaría en insinuación, dado que ese mismo año se haría cargo de la Selección Nacional y lo convocaría a formar parte de la misma. Menotti que había dado una particular definición: “Vivas es una abeja” y David supone que “era por lo rápido y no por lo molesto”, lo mantuvo durante su paso por Boca como titular de ese equipo, consideración que también tuvieron para con él los sucesivos técnicos bosteros, Marzolini, Bilardo y Veira. Jugó junto a Diego Maradona y Caniggia en el Boca de Bilardo y hasta en un partido en el que no estuvo Diego, le tocó jugar con la N° 10, aunque cumpliendo funciones distintas. Si bien la parcialidad de Boca no tiene un gran aprecio por su paso por la institución, Vivas disputó 98 partidos con su camiseta y tuvo el reconocimiento de los técnicos mencionados, jugando hasta fines de 1997, momento en que fue transferido al Lugano de la segunda división Suiza.
Su carrera europea incluyó un breve período por el equipo suizo mencionado, para luego ser transferido al Arsenal de Inglaterra club en el que formó parte de su plantel durante dos temporadas y media, con un paso intermedio a préstamo en el Celta de Vigo español. En la temporada 2001/02 pasó al Inter de Milán donde estuvo dos temporadas, a pesar de participar solo en 19 partidos.
Su paso por el Arsenal de Inglaterra e Inter de Milán.
Ente tanto ocurría lo que, a mi juicio es lo más trascendente en la carrera de Vivas, su participación en la Selección Nacional, donde jugó 40 partidos y participo en la disputa de la Copa América en 1995 y 1997, las eliminatorias para los Mundiales 1998, 2002 y 2006 y el Mundial de Francia ’98, quedándose afuera del Mundial de Japón- Corea 2002 por una lesión en la rodilla ocurrida tres meses antes que se jugara ese torneo. Resistido por el periodismo fue muy respetado y tenido en cuenta por sus técnicos en la Selección, Daniel Passarella en la primera etapa y luego Marcelo Bielsa. Al respecto, consultado por el momento en que se sintió más reconocido por el ambiente futbolístico, dijo en la nota de El Gráfico “El reconocimiento me llegó justo en el momento en que me rompí los ligamentos antes del Mundial 2002. Me había ganado un lugar en la Selección, me sentía valorado por mis compañeros, había dado vuelta la situación”.
Un momento muy recordado de su paso por la Selección fue cuando amagó darle una piña al brasileño Rivaldo, en un clásico sudamericano jugado en cancha de River, y al respecto contó David: “Nos habíamos hecho un gol en contra, no queríamos perder ese partido, me acababan de amonestar. Rivaldo se me tiró con los dos pies para adelante, se va la bola al lateral, y con la impulsividad del momento me salió tirarle una piña. Era lo que tenía ganas de hacer, pero me contuve. Fue la mejor jugada de mi vida: de cada 10 que me vienen a decir algo, 9 me hablan de esa jugada”.
Su paso por la Selección Argentina.
Luego de su paso por Europa, Vivas recaló en 2003 en River, donde llevaba jugados sólo 7 partidos cuando, en Octubre de ese año, decidió retirarse del fútbol cansado, entre otras cosas, del trato que recibía por parte del hincha “millonario”.
La clasificación de Quilmes a las Copas Sudamericana y Libertadores, además de afrontar los torneos locales con un plantel reforzado, hizo que el Cervecero lo convenza de volver al fútbol vistiendo la blanquita, desde mediados de 2004. Participó en 24 partidos en el ámbito local y 9 internacionales, conquistando un recordado gol de tiro libre en Chile, para abrir el marcador en el partido que el cervecero perdió de manera increíble ante el equipo de la Universidad de ese país. Decidió un nuevo retiro del fútbol en plena disputa de la copa Libertadores y del Clausura 2005, tema que explicó de esta manera en la mencionada nota de El Gráfico: “Reclamamos una deuda y no nos entrenamos para un partido de Copa. No contamos con el respaldo del técnico y para la gente quedó que reclamábamos algo indebido. El reclamo suele caer en los referentes; yo era uno y la ligué. Me pareció injusto y por eso me fui diciéndole de todo al presidente. Yo no había ido a Quilmes por la plata; todavía tengo la carta que me escribió el presidente afirmando que pocas veces se vio una caso como el mío, en que un jugador resignara lo económico por ir a un club.
Su primer partido en la vuelta a Quilmes, con victoria en el Centenario por 1 a 0 ante Independiente, puño cerrado y felicidad en su rostro. Arriba: Avendaño, Pontiroli, Alayes, Andrés Pérez, Caneo, Vivas; Abajo: Trullet, Bastianini, Saavedra, Ariel López, Braña.
El equipo que logró la clasificación a la segunda fase de la Copa Libertadores 2005, ante Colo Colo en Santiago, Chile. Arriba: Pontiroli, Alayes, Andrés Pérez, Caneo, Markic, Desábato; diego torres, Osorio, Pablo Sánchez, Saavedra, Vivas.
En la nota referida destaca como sus mejores virtudes como jugador “Mi velocidad, mi agresividad para ganar, mi temperamento. Al fútbol siempre le di todo lo que tenía y quizás con lo poco que tenía, hice lo que hice por entregarme al máximo”.
Vivas acaba de abrir el marcador en el partido Universidad de Chile 3 Quilmes 2, y asi lo festejaba.
En mi opinión nosotros, los Cerveceros, vimos la mejor versión de Vivas, aunque luego haya tenido una carrera trascendente. Su entrega, su despliegue, su proyección ofensiva, buen trato de la pelota y una llamativa facilidad para el juego aéreo a pesar de no tener gran altura, mostraron a un jugador que luego no se mostró en su real dimensión, a pesar de haberse ganado el reconocimiento tanto en el país como en el exterior. Sentí que lo convirtieron en un disciplinado “stopper”, función para la que le sobraban condiciones y quedaron de lado algunas cualidades que solía mostrarnos con la blanquita. A propósito de esto, hace poco en una entrevista radial en una emisora local le preguntaron si su mejor nivel lo había exhibido en Quilmes y él contestó que sí y explicó algo así como que tenía menos responsabilidades por lo que jugaba con más soltura, dándole la razón a la pregunta y también a mi opinión.
Este ha pretendido ser el recuerdo de un jugador muy reconocido por el pueblo cervecero, que con su temperamento, entrega y sus condiciones futbolísticas ha logrado ser uno de los jugadores que se hicieron conocidos con la blanquita que más lejos han llegado en su carrera en el exterior y, sobre todo, en la Selección Nacional, cosa que representa cierto orgullo también para nosotros los hinchas. Solo me queda decir: Muchas gracias Sr. Nelson David “Chango” Vivas por haber transpirado mi camiseta.