Gris es el presente cervecero, de un Quilmes que volvió a perder feo, de esos cachetazos que no sólo te duelen por lo que implican sino también por la cantidad de dudas que generan. Pasa que cuando jugás un tiempo entero con uno más y te vacunan de contragolpe quedás groggy, como no entendiendo nada, y lo que es peor aún, sin saber qué hay que hacer para darlo vuelta. Ahí está Quilmes. Alguna vez Tocalli dijo en Rosario que no sabía qué más podía inventar para encarrilar un equipo que era justamente eso, un invento suyo.
Obviamente son incomparables las situaciones, hoy el Cervecero cometió el “pecado” de perder dos partidos seguidos pero la campaña sigue siendo más que rescatable. El tema es que se está jugando muy mal, y en Paraná se perdió un partido que parecía que no se podía perder nunca. La semana pasada viene el 3 de Central a debutar en primera en el Centenario y se le hace el guapo a un Martínez con 200 partidos… esta vez todos vuelven trotando de un córner a favor y te cuesta el 1-2.
Antes no pasaba nada de eso. Y ojo, cuando digo “antes” no quiero caer en el facilismo de decir “Caruso no lo perdía” ni ninguna de esas elucubraciones. Creo que va más allá de quién esté sentado en el banco. Porque yo entiendo que fue sin TV y a 1200 km y eso le sacó a varios la posibilidad de análisis, pero en Tucumán estaba De Felippe y yo vi a una maquinita. Vázquez hizo un gol después de un año, entonces no jodamos. Hay un bajón anímico muy fuerte en varios muchachos que han perdido su rendimiento y me parece que ahora, más que nunca, depende de los jugadores.
Y como te digo que ahora parece todo mal, también te digo que no me taches nada. Hoy todos miramos para abajo y vemos a cuatro muñequitos a 6 puntos para sacarnos de la promoción. Pero si subimos la capocha está River, que no es ninguna maravilla, a la misma distancia. Y no nos traguemos la del ascenso por decreto. Tampoco se iba a ir a la B y acá está. Los puntos hay que ganarlos en la cancha.
Ojo, sé que la situación da para eso, que jugando así tenemos que estar pensando más en Boca Unidos, Defensa, etcétera, que en River o Instituto. Por eso, como los números no nos entregan claridad acerca de si mirar para arriba o para abajo, aconsejo olvidarse un rato de la tabla. Pensar sólo en Chaca, olvidar lo que ya pasó y esperar que los muchachos hagan lo mismo, previo shampoo. Dejar de pensar en el entorno, mirarse las caras y salir. Los negados no son mayoría en este plantel y lo van a demostrar. Vamo’ arriba.