Contra todo y todos

Había pensado poner otro título a esta nota, algo así como aire para mi vida o agua para seguir nadando, porque sin lugar a dudas la victoria que consiguió el Cervecero nos devolvió algo. Ese algo que considerábamos perdido después de la seguidilla de empates y la derrota en Córdoba. Hoy respiramos más profundo, hoy volvimos a ser el gran equipo y la gran causa que pone en jaque al 50% de Avellaneda y a varios poderosos que odian el fútbol.

¿Y por qué contra todo y todos? Aunque la respuesta suena obvia, el gol mal anulado y la mano pincha no vista en el área por Trucco van más allá de un partido o un resultado, son consignas con pura bajada de línea que a mucho pesar nos perjudica y nos va a seguir perjudicando.

Hoy no sirve de mucho analizar el partido, tal vez si a los jugadores, pero dejemos eso para el uno por uno. Hoy interesa hablar de un compromiso, hoy tenemos que poner a resguardo todo nuestro sacrificio, todas nuestras ganas, nuestras ínfulas de primerear a quien se crea inmune a las desgracias de este deporte, consecuencia de malas gestiones y de carecer de huevos. Hoy tengo  ganas de mandar a la mierda al fútbol escritorio, ese que se cree tan poderoso como para menospreciar a miles y miles de hinchas en todo el país que siguen creyendo y apoyando un juego limpio y sano, donde el mejor es campeón y el peor pierde la categoría. Hoy apunto a los Grondona, a los Marconi, a los Cantero y a los Brindisi, y a muchos otros que a los largo de la historia han empañado la hermosura de este deporte. Y me hago cargo de lo que digo, con nombre y apellido.

Hoy Quilmes fue más que Estudiantes, en todo momento trató de llevarse los tres puntos, y si bien no brilló en lo absoluto, las ganas pudieron más. Tan solo faltando tres minutos una jugada excepcional de Elizari en combinación con Quilez le dieron la oportunidad a Cauteruccio de reivindicarse con la gente y el uruguayo, muchas veces criticado por mi, no defraudó.

Se sigue en la lucha, con un poco más de aire o de agua o cualquier elemento que te tranquilice y te haga pensar que Quilmes solo depende de Quilmes. Aunque muchos no quieran que así sea.

El domingo vamos de recontra punto, me importa un bledo, hay miles de indios que le ponen el pecho a lo que sea.

 

Uno por uno

 

Trípodi (6): Sacó un par de pelotas muy complicadas aunque sigue fallando a la hora d salir a cortar centro. Bien.

Quilez (8): Gran partido del ex Colón. Rendidor en la marca, arriesgado para proyectarse. Fue el artífice de la jugada del gol. El mejor del Cervecero.

Martínez (5): Otra vez cometió errores que pudieron costar caro. Ante la duda decidió revolear todo lo que agarró.

Lema (7): Gran partido del central. Ganó casi todo de arriba y fue muy firme por abajo. Se hizo cargo de toda la zaga central de la defensa.

Goñi (6): Bien en la marca pero un poco dubitativo para proyectarse.

Romero (7): Presencia absoluta en la mitad. Criterioso para aportar juego y sacrificado cuando hubo que defender.

Cobo (6): Firme en la marca, robó muchas pelotas aunque no estuvo fino en la distribución.

Mansilla (4): No fue opción por la izquierda y no tuvo la peligrosidad que lo caracteriza. Flojo.

Elizari (7): Como nos viene acostumbrando, fue un despliegue de fútbol enorme. Las peleo todas y ganó muchas. La pasa justa en el momento indicado. Indispensable en el equipo.

Oberman (5): Muchas corridas pero que no generan nada. Su función en el equipo sigue sin ser clara, como volante corre mucho y traslada bien, como delantero no genera peligro alguno.

Cauteruccio (7): Buen partido del uruguayo intentando en todo momento, buen pivoteo y movilidad en genral. Fue el autor del tanto Cervecero con una muy buena definición.

Toloza (6): Buena movilidad y un par de paredes para un jugador por demás interesante.

 

La gente

Unas 16.ooo personas se acercaron al estadio Centenario para alentar al más grande. Se alentó bastante desde el principio augurando un buen resultado. Banderas de palo, los clásicos triantes y el telón de Argentina decoraron la Indio Gómez mientras los jugadores salieron a dar batalla. Hubo una clara reprobación para la gente visitante, dejando en claro que la amistad es cosa del pasado. En el entretiempo se homenajeó a los heroes de Malvinas, lo que produjo un cerrado y respetuoso aplauso desde ambas parcialidades.

El ex Quilmes Leandro Desábato fue blanco de varios insultos, al contrario de lo que se esperaba en la antesala del partido.

Con el correr de los minutos la gente comenzó a impacientarse y al grito de «que esta noche cueste lo que cueste, esta noche tenemos que ganar», el empuje se fue haciendo cada vez más constante e incisivo. Luego del gol de Cauteruccio, el pueblo azul y blanco deliró de alegría y desahogo.

La despedida al equipo fue a puro aplauso y agradecimiento. Los hinchas prometieron copar el gallinero el próximo domingo y seguir dando pelea.

Fotos de Alberto Hougham para Pasioncervecera

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