Pálido y deslucido empate del Cervecero frente al pobre San Martín de San Juan.
Quilmes no pudo quedarse con los tres puntos en el duelo clave en la lucha por la permanencia. Los conducidos por Rubén Forestello impusieron su esquema defensivo y lograron el punto que vinieron a buscar al sur.
Fue un partido chato, malo, aburrido y como diría mi madre: digno de la primera C, bah creo que en la C debe haber mayores emociones.
Su bien hay que decir que Quilmes lo buscó en todo momento, las armas utilizadas esta vez no lastimaron como muchos pensábamos antes del partido.
Resulta un poco molesto ver a un equipo desgarrarse a más no poder con un jugador menos y hacerle un partidazo al mejor equipo del torneo y menos de una semana después ver a ese mismo equipo no poder contra el peor. La clave de esto tal vez pueda encontrarse en el hecho que Lanús salió a jugarle a Quilmes y terminó cediendo espacios, cosa que los sanjuaninos jamás hicieron, pero queda la sensación de que se pudo haber insistido más.
Para colmo de males; ya queda más que claro que en este momento Quilmes carece de delanteros: a las lesiones de Menéndez y Telechea se suman los pésimos rendimientos de Cauteruccio y Diz. Humildemente opino que habría que apostar por Toloza y Diellos, a lo mejor es una apuesta ganadora, como la que en su momento se hizo con quien hoy es sin duda alguna el jugador más importante de este plantel. ¿Es necesario decir el nombre?
La vuelta de Caneo me dejó sensaciones ambiguas: por un lado es innegable la claridad que lo caracteriza (un par se asociaciones con el melli que mamadera), pero por otro lado me pareció que no era un partido para un jugador tan falto de fútbol, Quilmes ayer necesitó más dinámica y obviamente el gran Miguel no estaba en condiciones de aportársela.
La conclusión final la tomo de mi amigo Jairo Gomelsky: se vienen partidos más que duros y frente a rivales de jerarquía, Newells, Velez y River son solo tres ejemplos, no haber sumado de a tres frente al último y en condición de local enciende al menos la luz amarilla. Así y todo, estamos lejos del reproche, al menos los que hacemos esta web.
Uno por uno
Trípodi (6): Dadas las características del partido no tuvo mucha participación, un par de buenas tapadas y la irregularidad habitual en el saque.
Mandarino (5): Alternó buenas y malas: se mostró siempre como opción de ataque pero falló varias veces al marcar.
Olivera (6): Cumplía un buen partido hasta que se lesionó. Mucha marca y concentración.
Martínez (8): Tal vez el mejor partido desde su vuelta a la titularidad. Se cansó de quitarle la pelota a los rivales, fue la voz de mando de la defensa y hasta se adelantó en muchos pasajes del partido para empujar al equipo. Enorme.
Goñi (5): No tuvo su mejor noche. Irregular en la marca y hasta impreciso en los pases. Puede dar más.
Oberman (5): Su incansable ida y vuelta por el sector derecho, aunque esta vez sin lastimar.
Romero (7): Buen partido de Chirola, recuperó mucho y jugó más. Siempre intentando buscar el arco rival y clarificando el juego de Quilmes.
Cobo (7): Otro que es vital en el medio. Voz de mando en la mitad. Quites y más quites. Está mejorando en la distribución.
Díaz (5): Corrió bastante y gano algunas, igualmente sigue sin volver a su nivel. Desperdició una clara situación de gol.
Elizari (7): Generador absoluto de juego. Un distinto. Siempre se las ingenia para salir bien parado, además las lucha todas.
Cauteruccio (3): Muy flojo nivel del uruguayo. No corre, no las aguanta, no genera peligro. Nada. Da la sensación que juega sin ganas.
Diz (3): Poca participación. No significó peligro alguno para la defensa verdinegra.
Lima (4): Su buena pegada y no mucho más.
Caneo (5): Se nota la falta de fútbol, aunque tuvo un par de intervenciones brillantes.
La gente
Buena concurrencia en el estadio centenario. Unas 14.000 personas bostezaron durante casi todo el partido. La banda desplegó el telón grande y el de Argentina. Volvieron los bombos luminosos. Al finalizar el encuentro el público se dividió entre los que aplaudieron al equipo y los que lo reprobaron por la gris actuación.
Fotos de Alberto Hougham para PasionCervecera