Cuenta la leyenda que el caminante del sur tuvo que sortear tantos obstáculo que caminar hacia adelante se le hizo una costumbre. Y esto nunca significó que esa profunda y constante caminata no significase un placer y un motivo de orgullo para el. Ese audaz, intrépido e irreverente caminante está cerca de la meta. El sendero se encuentra cada vez más iluminado, y sin pecar de soberbio se sabe pudiente, honrado y por sobre todas las cosas capaz.
Alcemos las copas y brindemos señores, no por haber concluido el ciclo positivamente, si no por haber rendido otro examen de manera satisfactoria.
El gran punto conseguido es causa del trabajo y las ganas, la consecuencia es el desahogo y la medida algarabía.
El Cervecero se topó con el que sin dudas es el mejor equipo del fútbol argentino y actual y brindó un papel mucho más que digno. Y aunque la lepra golpeó de entrada, el equipo de Omar De Felippe nunca se rindió y si los tres puntos no serían posibles, al menos no quedar con las manos vacías era el objetivo.
Una vez consumada la ventaja, los de Martino tuvieron en posibilidades de aumentar la ventaja, pero en el arco Cervecero estaba Silvio Dulcich que tapó tres mano a mano y un penal a Nacho Scocco.
La generación de juego estaba un poco dilatada debido a que el melli Elizari se encontraba recostado sobre el costado izquierdo y no como doble enganche junto a Caneo como en el partido frente a Colón.
Esto cambió en la segunda etapa , y el volumen de juego fue en aumento. Hay que aclarar que la asociación de los dos enlaces no fue el único item que contribuyó con el empate de Quilmes, un combo de factores fueron determinantes a la hora de lograr la paridad. Por ejemplo las constantes y determinadas subidas de Quilez por la derecha y el interesante pivoteo de Cauteruccio y Diellos también contribuyeron en el resultado final.
Y cuando el partido se moría, Miguel Caneo capturó un rebote y profanó lo más sagrado que tenía hasta ese momento el que era más puntero que nunca.
Quilmes va, avanza, sostiene y por sobre todas las cosas busca. Caminá Quilmes, hay camino.
Uno por uno
Dulcich (10): Soberbia actuación del arquero Cervecero. Tres mano a mano y un penal tapados de manera magistral. Seguridad en todo momento. Jamás dudó en salir a cortar los centros. Merece la titularidad.
Quilez (7): Tal vez el puntaje puede parecer exagerado debido a algunos desajustes en la marca, pero los justifica por sus insistentes e incansables subidas por la derecha.
Lema (6): Si bien cometió alguno errores, mostró solvencia en casi todo el partido.
Goñi (3): Regaló pelotas peligosísimas y puso en jaque el resultado tras cometer un penal evitable. No le sienta bien su rol de marcador central
Lima (5): Alternó buenas y malas. Por momentos estuvo firme en la marca, por otros dubitativo. Mucha entrega.
Garnier (5): Otro que aporta mucho sacrificio aunque se desordena con facilidad, Corrió una barbaridad pero abusó del remate al arco.
Cobo (6): Firme en la recuperación, flojo en la distribución. Fue pieza importante en el empuje Cervecero con el resultado adverso.
Romero (4): No aportó peso ofensivo ni estuvo preciso a la hora de defender la tenencia de balón. Puede dar más.
Elizari (5): Su rendimiento se vio afectado por la posición que ocupó en la primera parte. En el segundo tiempo contribuyó más con el equipo. Si bien insistió siempre, no fue el de partidos anteriores.
Caneo (6): Le costó romper con la defensa de Newells tras el 0-1, aunque hay que reconocer que siempre fue para adelante. Insistió mucho con la asociación con Cauteruccio y debío juntarse más con Elizari.
Cauteruccio (6): Interesante ida y vuelta en el primer tiempo, se fue desdibujando un poco en la etapa complementaria. Cumplió.
La gente
Unas 16.000 personas se acercaron a ver al Decano sin importarles el mal clima.
La gente decoró la Indio Gómez con globos largos azules y blancos, banderas de palo, tirantes, bengalas de humo y el telón de Argentina completaron la decoración de la tribuna. Los bombos pusieron el ritmo.
En la tribuna lateral se desplegó el telón de manera parcial. No es la primera vez que esto se observa, tal vez haría falta un poco más de buena voluntad por parte de la gente que ocupa ese sector.
El aliento arrancó bien, pero el gol de Scocco a los poco minutos hizo crecer el nerviosismo en la gente y eso hizo que disminuyera un poco.
Miguel Caneo le devolvió el alma a los fieles Cerveceros y ahí si el griterío se hizo ensordecedor.
La gente despidió al equipo con una hermosa ovación, destacándose las ofrecidas a Miguel Caneo y Silvio Dulcich.
Cabe destacar que antes del inicio del partido, los socios tuvieron la posibilidad de participar en un sorteo por camisetas oficiales. Muy buena acción por parte del club que logra con estas medidas hacer valer el sentido de pertenencia, afianzar los lazos entre la institución y los asociados e instar a los que no lo son a que se unan a la gran familia cervecera.