El Cervecero se trajo los tres puntos de Victoria, ganando así su primer partido en condición de visitante en lo que va del torneo.
Muy buen triunfo conseguido por el conjunto de Vivas. Importante desde lo anímico, vital para ajustar ciertas piezas y excluyente tanto para engrosar el promedio como para acercarse a las primeras posiciones de la tabla.
Si bien es cierto que no se jugó con el mismo nivel que frente a San Lorenzo, también podemos afirmar que Quilmes fue superior a su rival de manera global y que hizo más méritos para ganar el partido.
¿Que Tigre no es una vara para medir al equipo? Tal vez. Pero esas son dudas que ahora no tienen sentido y en todo caso el tiempo y el resto de los rivales se encargarán de responder la duda.
La primera parte encontró a un Quilmes fiel a Quilmes, es decir: tenencia de balón, presión constante y tres hombres decididamente de ataque por los cuales debía circular el juego. Tanto Zacaría por el costado izquierdo y Telechea (de gran partido) por derecha hicieron eco de esto y estuvieron a la altura de las circunstancias. Caneo estuvo un poco impreciso y sin su empuje creativo característico.
Tigre sin la presencia de un enlace clásico pretendía usar a Gastón Díaz como salida y a Rusculleda para la creación. La peligrosidad del equipo de Cagna se basó en el uso de sus dos delanteros: Araujo y Araujo. Si, el ex Boca jugó por el y por su compañero José Sand, de hecho el correntino tuvo un mano a mano frente a Peratta que erró de manera increible.
No es mi costumbre hablar de los árbitros, pero el grosero horror que cometió al no expulsar a Javi García es imposible de no citar. Además el juez no cobró un claro penal sobre Boghosián.
Cuando moría el primer tiempo Telechea asistió a Boghosian, el grandote la hizo muy bien pero el travesaño le negó lo que hubiese sido su primer grito con la blanquita; de ese rebote Zacaría intentó meterla con la cabeza y el defensor de Tigre con la mano se lo impidió, la pelota rebotó en la pierna de Paparatto y se coló tras la linea decretando el 0-1.
Segundo tiempo similar, con desacoples en el medio pero fundamentalmente en ambas defensas. Esta vez Abecasis no jugó bien, cerró muchas veces hacia adentro, descuidó la banda y no aportó casi nada en ataque, Leyes estuvo flojo y fue una constante invitación a los embistes de Araujo. Distinto fue lo de Pérez, quién jugó un buen partido, aportando seguridad y proyectándose, cosa que no había hecho, al menos con claridad, los encuentros anteriores.
Los últimos minutos fueron todos del local; Tigre se venía y se venía contra el arco de Peratta pero el triunfo del Cervecero estaba decretado.
Como conclusión final se me ocurre aportar que me queda la sensación de que Quilmes le será leal a su forma de juego, a sus ideas. Tanto el entrenador como los jugadores así lo entienden y el laburo pasará por ajustar y perfeccionar el engranaje. La defensa no fue la de siempre y eso es lo que más preocupación dejó. Leyes sigue cometiendo errores que pueden llegar a costar caro, creo que es tiempo de Carli como titular.
Y si de individualidades hablamos, me esta gustando mucho la tarea de Telechea, lejos está de ser el brillante goleador que supo ser en la B nacional, pero en un balance global aportó mas cosas positivas que negativas. Zacaría es un gran descubrimiento, es un chico atrevido, no con una técnica tan vistosa, pero gran parte del empuje azul y blanco es gracias al ex Almirante. Me quedo con estos dos jugadores, me gustaría poder escribir algo similar de jugadores como Benítez y Boghosian. Esperemos, alentemos y confiemos en Nelson David.