No se a ustedes, pero a mi el partido de ayer me dejó una sensación horrible.
Esa sensación espantosa de no saber donde uno esta parado, esa que te indica que el camino a casa está lejísimos.
Quilmes jugó un partido sumamente mediocre y fue derrotado justamente oir Rosario Central. Y la alarma está más encendida que nunca.
La pretemporada parece no haber servido de mucho ya que a los jugadores se los vio cansados y faltos de estado, imprecisos y en muchos pasajes del partido sin ganas. Eso es lo más grave.
Cuando llegó el gol rosarino la cosa ya no era pareja; los de Russo llegaban más claros, el sapito Encina y Jesús Méndez eran los dueños del mediocampo y si hasta ahí el resultado seguía en cero, era porque tanto Castillejos como el chino Luna no estaban en su mejor tarde.
Chirola y el Chapu aportaron su característico sacrificio pero no lograron ser patrones.
En ataque lo mismo del 2013, o incluso peor. Un caneo desconocido ( sin libertad de posición), un Telechea que corrió todo pero que lejos está de ser ese goleador divino de antaño y un Boghossian que mejor no decir nada de el.
Estoy asustado. Muchos me diran que es la primera fecha. Error es la fecha número veinte. Hagan algo, esto así no va.