En su debut en el Torneo Transición 2014, Quilmes cayó 3 a 1 ante Rosario Central en Arroyito, donde tuvo un segundo tiempo para el olvido tras haber mostrado en la primera etapa ciertos destellos de buen juego y carácter.
El conjunto de Pablo Quatrocchi, que hacía su presentación como DT cervecero, logró en los primeros minutos neutralizar al rival pero sin dañarlo: ninguno de los dos equipos lograba tener una gran posesión de pelota y reinaban los pelotazos.
Tanto Joel Carli como Sebastián Martínez suelen jugar balones largos y ésta no fue la excepción, al no tener opciones claras de primer pase optaban por buscar a Gonzalo Klusener vía aérea, o algún rebote para Sergio Hipperdinger y Brian Sarmiento, que fue el hombre más desequilibrante de Quilmes en el partido: picante, incisivo y encarador en los últimos metros. Sin problemas en defensa, el equipo se animó a tratar de tocar y lo hizo casi siempre por banda izquierda, con el tándem Bontempo-Carrasco y Lucas Pérez Godoy haciendo el respaldo, y al adelantarse unos metros le generó problemas a los zagueros rivales: sobre los 40 minutos de juego Klusener recibió una falta de Acevedo y el Pitu González, con un remate magistral que primero dio en el palo, logró vencer a Mauricio Caranta y puso el merecido 1-0 para la visita.
Lejos de conformarse con la ventaja, el QAC aprovechó esos instantes del descontrol canalla y tras una brillante jugada de Sarmiento por izquierda y el remate de Pérez Godoy que Caranta alcanzó a desviar, le quedó servido el segundo grito al Negrito Hipperdinger, ese pibe que tanto bancamos por el sacrificio que hace adentro de la cancha, pero el toquecito del número 16 no quiso entrar y se fue besando el palo.
Ya en el complemento, se dieron dos factores que modificaron el rendimiento que había tenido Quilmes en el PT: primero, porque Rosario Central salió a jugar con mucha más movilidad que al principio, con un Jonás Aguirre casi imparable para Adrián Scifo, de aceptable debut, y con los delanteros Franco Niell y Sebastián Abreu que se las ingeniaban para ganar siempre en las alturas; y segundo porque el Cervecero se relajó y se fue tirando lentamente atrás teniendo el resultado a favor, cosa que un equipo nunca debe hacer cuando no quiere que le conviertan.
Entonces, a los 13 minutos sucedió lo que se veía venir: gol de ellos. Parecía un pelotazo más de muchos, pero Sebastián Martínez se encargó de hacerlo relevante, porque en vez de rechazar para adelante quiso dársela al arquero Walter Benítez que, tras la presión del insoportable Niell, rechazó a medias y se la dejó picando al Loco Abreu, que de eso algo sabe. Tras el 1-1, Quilmes reaccionó de nuevo y por izquierda armó una jugada bárbara que terminó con un remate de Klusener al travesaño.
Con los ingresos de Santiago Martínez y Lucas Passerini (debut en Primera), Quatrocchi buscó aportarle toque y frescura al equipo, pero no logró inquietar al rival. Y el rival no perdonó. Tras seguir atacando, a los 39 minutos les llegó el premio: gran pase en cortada de Becker a Delgado (el otro que entró, Matías Morales, no pudo seguir la marca) y el defensor local sacó un remate imposible para Walter Benítez que se metió en el arco y puso el 2-1 para ellos. Y la misma historia de siempre.
Ya sin reacción, Central aprovechó para meter una contra sobre el final del partido y el ingresado Acuña estampó el 3-1 final, que me deja con una mezcla de sensaciones y sabiendo que al equipo todavía le falta mucho rodaje sumado a que faltaron valores importantes como Braña y Romero, pero sobre todo teniendo en cuenta que si a los pibes se los rodea de jugadores con más experiencia se puede armar un interesante equipo, para lograr que los quince minutos de buen juego en un partido no sean una ráfaga, sino que Quilmes empiece de una vez a ser protagonista y no regalarle nada a nadie.
LO POSITIVO I: Muchos pibes. De los 14 que jugaron, 8 son de la cantera: Walter Benítez, Leonel Bontempo, Lucas Pérez Godoy, Emiliano Carrasco, Arnaldo González, Sergio Hipperdinger y los ingresados Matías Morales y Lucas Passerini, que con 20 años hizo su debut en la Primera División del Quilmes Atlético Club.
LO POSITIVO II: Brian Sarmiento. Fue el mejor jugador de Quilmes y estuvo en el podio del partido. Movedizo y encarador, puede ser interesante de aquí en adelante. Gonzalo Klusener y Adrián Scifo cumplieron, y el ingresado Santiago Martínez demostró tener claridad para manejar la pelota por lo que puede ser una buena opción para acompañar al Chapu Braña.
LO NEGATIVO: El retraso en el campo ante la ventaja en el marcador y los pelotazos. El equipo se replegó atrás luego del gol de González. Por otra parte, si bien Quatrocchi tiene como premisa salir jugando por abajo, tanto Martínez como Carli están acostumbrados a jugar pelotazos, por lo que tendrá que trabajar para no rifarla cuando se inicia la jugada en el arco propio.
EL DATO: Quilmes no convertía un gol de tiro libre directo desde el 8 de agosto de 2013: fecha 2 del Torneo Inicial 2013, Caneo le marcaba a Godoy Cruz (1-0). Arnaldo González volvió a conseguirlo.
Gastón Hirschbrand
@TodaLaPrimeraA