La suerte no acompaña al conjunto Cervecero, está claro que es así, porque nuevamente hizo los méritos suficientes como para quedarse con la victoria y a poco del final termina resignando los puntos.
Pero ¿será todo culpa de la mala suerte? Posiblemente no, porque también hubo responsabilidad de algunos jugadores, sobre todo los defensores que perdieron de arriba en varias oportunidades, en el primer empate le cabecearon dos veces adentro del área, en el segundo el uruguayo Silva le ganó con comodidad a Crosa y quizás también hubo responsabilidad de los delanteros que no supieron definir cuando tuvieron la oportunidad de hacerlo en el inicio del segundo tiempo.
Con respecto a los cambios, Gómez decidió sacar al paraguayo Pablo Junior Giménez que hasta ese momento había sido una de las figuras del partido y mandó a la cancha a Walter Coyette, a quien le costó una enormidad meterse en el partido, lo mismo que ante Estudiantes. Quizás el jugador para cambiar hubiera sido el «Chino» Luna, de buena tarea también, pero que lucía tan cansado como el paraguayo.
El tucumano Gustavo Ibañez dejó muy buena impresión el tiempo que jugó en el debut y quizás el domingo se lo hubiera aprovechado en alguna contra ya que Gimnasia buscaba desesperadamente y en muchos pasajes quedaba mal parado. Debió entrar antes, seguramente.
Pero ahora ya está. Es fácil hacer un análisis con el hecho consumado o para decirlo mejor con el resultado puesto.
Se viene un compromiso difícil por la obligación que tiene el equipo de conseguir los tres puntos. Pero habrá que sumar olvidándose de la mala suerte y demostrando que el conjunto cervecero está para dar pelea.
Por las dudas pongan alguna «ristra» de ajo detrás de alguna puerta.
(fuente: Perspectiva Sur)