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No queda lugar para las medias tintas. A pesar de que en el fútbol se aconseja no perder cuando las cosas no marchan bien, Quilmes necesita ganarle a Vélez Sarsfield si es que quiere revertir un camino que parece conducirlo inevitablemente a un destino indeseado: el descenso. Por eso, mañana a las 19.20, cuando reciba al Fortín, en el Estadio Centenario y con el arbitraje de Carlos Maglio, el conjunto de Mario Gómez deberá manejar el triunfo como única alternativa para salir del pozo futbolístico, matemático (por los promedios) y anímico en el que está sumergido desde hace rato, no sólo de esta temporada. Es que está muy claro que a Quilmes sumar de a uno le significa prácticamente lo mismo que una derrota. Es por esto que se hace hincapié en que ganar es la opción excluyente que tendrá el Cervecero mañana por la noche. El triste punto de 12 en juego que cosechó Quilmes en lo que va del Apertura 2006 obliga al Cervecero a pensar en el arco rival. Hasta ahora, planteó los partidos pensando en el cero en la valla propia y no le ha ido nada bien. Los planteos mezquinos y muy retrasados no le dieron buenos resultados al QAC y llegó la hora de cambiar la estrategia. Y así parece haberlo entendido el DT de Quilmes, que para mañana dispuso dejar de lado el esquema habitual, 3-5-2, por un clásico 4-4-2. Y nuevamente, más allá de lo que deben hacer los jugadores dentro del campo de juego, el papel de los hinchas va a ser fundamental. Quilmes necesita hacerse fuerte de local, no puede regalar más puntos, por lo que el aliento al Cervecero y meterle presión (bien entendida, claro está) al rival de turno, van a ayudar para que Quilmes cumpla con dicho cometido.
(fuente: Diario El Sol)