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– Doctor Meiszner, ¿Cómo se inició aquel equipo del ’78?
– El equipo se formó en el ’77, un equipo de hombres. Quilmes se salva del descenso empatando con Racing 1 a 1 y pierde con Newell’s, de manera que si no empatábamos, nos íbamos al descenso. Fue tremendo para nosotros que veníamos de la euforia del ’75 y el ’76. Un día nos reuminos Algañaraz, Biondi, Cassanello y yo, y dijimos ¡El año que viene tenemos que sufrir un poco menos!. Vendemos a Fortunato y con el 17% de la venta compramos a Andreuchi. Luego llegaron Bianchini, Fanesi, Zárate, Di Placido, Milano, en parte de pago por Fortunato, Merlo.
– ¿Por qué Yudica llegó después de López y Caballero?
– Yudica se va luego de salvar a Quilmes del descenso en el ’77. Arrancan López y Caballero y, en las primeras nueve fechas, Quilmes estaba en el lote de los últimos, y renuncian. ¿Entonces qué cosa más lógicas que ir a buscar al que cuatro meses antes había sido el que nos salvó del descenso? Luego se rubricaría todo el trabajo en una campaña espectacular, llegando a estar 12 puntos abajo de boca. Afortunadamente, se formó el alma de un plantel, mancomunado en un grupo excelente.
– ¿Imaginaba a Quilmes campeón de Primera?
– Lo imaginé siempre como una posibilidad, ningún logro de hazaña deportiva es imposible. Pero cómo se coronó, en Rosario con 25.000 personas atrás y meses después presidiendo una delegación en Copa Libertadores, no. Para tanto no daba mi fantasía.
– ¿Cómo vivió ese 29 de octubre?
– Es algo realmente inolvidable. Nosotros nos fuimos cuatro días antes para preparar todo y ya el sábado era algo impresionante. El mismo sábado a la noche fuimos a comer a un restaurante para 700 u 800 personas y faltó golpear una copa y la mesa, para que todo el restaurante empece «¡Cervecé! ¡Cervecé!» y así pasamos toda la noche sin dormir. Al amanecer llegó el diario Clarín y decía «Quilmes a un paso de la gloria», ahí recién, en ese momento, tomé contacto con la realidad.
– ¿Y después?
– Lloramos, lloramos mucho en la intimidad del vestuario, con todo ese grupo maravilloso de jugadores, directivos y cuerpo técnico. Y después, la despedida que nos hizo la ciudad de Rosario, esa salida de Rosario que fue memorable, con toda la columna de gente que volvía a Quilmes y la llegada a las tres de la mañana con la cancha repleta de gente festejando el título.
– Una razón entre tantas por las que ese equipo fue campeón…
– Fue la modestia, la humildad y venir corriendo desde atrás, cuando se dieron cuenta ya era tarde.
– La relación con Cassanello…
– No somos fáciles ninguno de los dos. Pero no tengo ninguna duda de que en el futuro político de este club, cuando suene un silbato para que la gente se tenga que alinear detrás de Cassanello o detrás de Meiszner, Cassanello estará detrás de Meiszner o Meiszner detrás de Cassanello y no de ningún otro. José Luis Meiszner era el Presidente de al Subcomisión de Fútbol en la temporada 1978.
Cedido gentilmente por Gustavo Serruto
Nota: Adrian Di Blasi