CUARTA FECHA – CLAUSURA 2007
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Quilmes | 1 | 0 |
Nueva Chicago |
![]() |
29 6 2 33 14 34 20 26 17 7 19 |
Damián Grosso |
Navarro Montoya |
1 20 2 16 24 22 5 32 17 7 25 |
Goles: 11’PT Diego Torres (Q)
Cambios: 0’ST Cristian G. Zermatten por Juan Pietravallo, 13’ST Damián J. Giménez por Israel Damonte, 15’ST Bustos Montoya por Gustavo Ibáñez, 22’ST Carlos Luna por Diego Torres, 25’ST Omar Zarif por Mariano Donda, 34’ST Enzo Kalinski por Damián Musto Amonestados: 15’PT Jorge Medina (Q) , 13’ST Horacio Cardozo (Ch) , 23’ST Damián Musto (Q) , 28’ST Carlos Luna (Q) Arbitro: Rafael Furchi |
Quilmes 1 – Furchi 0
En la tarde de ayer, Quilmes venció por 1 a 0 al Club Atlético Nueva Chicago – Furchi y logró el primer triunfo del torneo dándole así un poco más de oxígeno a la situación.
Y si, el partido fue ayer, porque me fue imposible sentarme esa misma noche y escribir este comentario. Volví a mi casa y caí fusilado, muerto en la cama. Porque la tarde quilmeña al hincha le trajo tensiones al máximo. Un partido malísimo en líneas generales, pero tan feroz y volátil como los viejos clásicos en la B Nacional, como si fuera una final por el ascenso. Bueno, esta fue una por el descenso, un partido que valió 10 puntos.
Quilmes y Chicago llegaban al Centenario con realidades muy parecidas. El Cervecero, último en todas las tablas generales y de promedio que se quieran imaginar, mientras que los de Mataderos, sin técnico y peleando el descenso. Esa era la propuesta en un domingo climáticamente asqueroso.
El resumen de todo el partido es clarito, y marca dos puntos de inflexión.
– Los primeros 15 minutos de Quilmes
– El segundo tiempo de Furchi
En lo que respecta al primer punto, ayer pisó el césped un Quilmes con actitud, con ganas de salir a ganar el partido. Ibáñez, una máquina. Diego Torres, cumpliendo y complementándose de manera fantástica con el tucumano. Pereira, un barrilete charrúa constante por el sector izquierdo. Quilmes jugaba bien. Y no necesitó de mucho, tan solo una contra para abrir y «cerrar» el partido con solamente un grito. Recuperación en el fondo, pelotazo a Ibáñez, éste en 30 metros le gana en velocidad por la derecha a Sigali y llegó al fondo de la cancha. Ahí, dos opciones. Una, patear, la otra, buscar al medio. BIEN POR EL TUCUMANO! Inteligente como pocos, puso la pelota al punto penal y Diego Torres solo la empujó. Quilmes arriba en el marcador, y Chicago completamente perdido en el campo de juego.
El resto del primer tiempo así, partido trabado, pierna fuerte y poco fútbol.
En el segundo tiempo, el árbitro del partido recapacitó, se dio cuenta que se había olvidado la camiseta verde y negra en casa y pensó: «Bueno, ¿y ahora qué hago?». Simple, incliná la cancha.
Todo el segundo tiempo, Furchi se dedicó a calentar el partido. Porque cada vez que un jugador de Chicago tocaba el pasto, era falta. Pero a la hora de cobrarle a Quilmes «faltas» IDENTICAS el juez simplemente imitaba al viejo Lamolina y al gestito de «siga siga» Quilmes quedaba mal.
Los árbitros no deciden un partido, pero que te inclinan la cancha de eso no hay duda. Hacía AÑOS que no veía tal pésimo rendimiento en un colegiado. En la popular se acordaban de todos sus parientes, yo simplemente lo miraba y me reía, era de no creer.
Chicago, vivo como pocos, aprovechó la volada y se mandó al ataque, y otra vez a sufrir. Porque parecía que los visitantes lo empataban en cualquier momento, y Quilmes que seguía sin llegada, sin otro gol que terminara por asegurar el triunfo.
Luego de los vergonzosos 4 minutos de adición sobre el final, Furchi tuvo la decencia de terminar el partido, y delirio local.
Porque Quilmes ayer fue 15 minutos de fútbol y 75 restantes de HUEVOS, ACTITUD. ¿Tan difícil era muchachos?
Porque Quilmes logró una victoria importantísima de cara a los próximos partidos y a la tabla del descenso (¿Acaso a alguien le importa la otra?)
Pero a ser precavidos, Quilmes no jugó bien. Más alla de la caradurez de Fanesi al decir que «Ya no tenemos errores», hoy el cervecero fue un bichito de luz. Intermitente. Momentos de gran vuelo futbolístico pero también momentos en que todo pendía de un hilo. Falta mucho por mejorar, mucho por hacer, y MUCHOS PUNTOS POR GANAR.
Y hoy Quilmes, no le ganó a nadie, porque el rival de turno no solo no llegaba en un buen momento, sino que tampoco le jugó de forma «aceptable». (De hecho, prácticamente ni jugó). Pero sí vale rescatar la actitud de los jugadores del cervecero la tarde de ayer, que supieron esquivar un rival diferente, el invisible, el que te mata, te desmoraliza, te saca piernas. El juez.
El Mejor
Ibáñez; nuevamente el tucumano de 30 años se alzó como el mejor del partido. Porque buscó siempre, fue peligroso con cada pelota que tocó y fue artífice del 90% de la jugada del gol.
La Banda
¡¡UNA BARBARIDAD!! Unas 11.000 personas se hicieron presentes en el Estadio Centenario. Se mantuvo la amistad con Chicago ya que absolutamente ninguna de las dos hinchadas le cantó nada a la otra. De hecho, varias camisetas verdes y negras se pudieron ver en la primera bandeja cervecera. Cantos contra la platea, y se volvió a entonar (luego de muchísimo tiempo) el: «Señores dejo todo, me voy a ver a Quilmes, porque los jugadores, me van a demostrar, que salen a ganar, quieren salir campeón, que lo llevan adentro como lo llevo yo». En el entretiempo, disturbios entre los «pibitos» de la primera bandeja, como para variar. (Y eso que Quilmes ya estaba en ventaja)
Curiosidades
Mono Violento: Si bien a mucha gente le gusta Navarro Montoya, por su forma de ser o su estilo en el arco, muy reprobable lo del «Mono» que en la calentura del partido «ubicó» a un alcanza-pelotas cervecero para que se apure. Empujoncito, alcanza-pelotas contra un cartel de publicidad, y el arquero visitante con la pelota. EL 4to árbitro se acercó hasta el lugar y se llevó al pibe que fue acompañado fuera del campo de juego por el preparador físico cervecero. Capaz la próxima vez, antes de pegarle a un pibe, «El Mono» se dedique a triunfar en algún equipo en donde juegue.
«Ta-ti»bio: Promediando el segundo tiempo, volvió el «Tati» Bustos Montoya a jugar con la 11 cervecera. Y se notó la falta de fútbol en el delantero, que a penas pudo tocar algunas pelotas. Sin embargo, las pocas que tocó, siempre para adelante y siempre con esa actitud que lo caracteriza. ¡Que sea con suerte Tati!
2007 – Odisea a la salida: Los hinchas de Quilmes que llegaron al Estadio Centenario en auto, vivieron una ODISEA para lograr salir de las inmediaciones de la cancha. Si bien no hubo ningún problema, el tránsito quilmeño se vió modificado casi por completo en unas 15 cuadras a la redonda, ya que el flujo de automóviles fue impresionante. Muchísima gente. Inclusive, llegando a las vías del tren, algunos autos atinaron a tocar las bocinas en virtud del triunfo cervecero. Y esta perfecto, festejemos que no pasa todos los días.
Santiago Toselli