DECIMA FECHA – NACIONAL B 2007/2008
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Quilmes | 2 | 0 |
Instituto |
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Marcelo Pontiroli Gonzalez Bordón Walter García Héctor Sosa Diego Sequeira Damián Musto Esteban García Raúl Gorostegui Juan Olivares Sergio Marclay Diego Ceballos |
Jorge Carranza |
Goles:8m E. García (Q) y 90m Rodríguez (Q). Amonestados: Marclay y W. García (Q); Ruata, F. Rodríguez, Millahual, Aguiar y Barreña (BH). Arbitro: Guillermo Rietti Estadio:Centenario |
Quilmes venció a Instituto 2 a 0, y se ubica puntero de la tabla junto con San Martín (T), su próximo rival. Los goles del Cervecero los convirtieron Esteban García y Luciano Rodríguez.
En el partido válido por la décima fecha del torneo Nacional B, el local hizo todos los méritos y se llevó unos merecidos 3 puntos. Aunque sin sobrarle demasiado como en otras ocasiones, el cervecero pegó en los momentos adecuados y pudo así obtener la victoria que lo deja en la primera posición de la tabla con 19 unidades.
Ya en el arranque el cervecero tuvo las primeras llegadas, aunque sin claridad ni demasiado peligro para el arco custodiado por Jorge Carranza. Los del sur salieron decididos a demostrar su localía, y así fue que a los 8 minutos Esteban García abrió el marcador.
El tanto llegó de una jugada por derecha, cuando Sequeira desbordó y tiró el centro hacia la puerta del área chica, Marclay le pegó como venía y, luego de que el arquero diera rebote, el 10 cervecero solo tuvo que empujarla.
Entre los 15 y los 25 minutos del segundo tiempo, el partido se jugó de mitad de cancha para el arco de Instituto, y la visita tuvo apenas dos o tres llegadas por medio de alguna contra. Quilmes seguía atacando, y con una formula bastante parecida, ya que la pelota arrancaba en los pies Sequeira y terminaba en la posición del “Pájaro” Marclay, quien supo aprovechar muy bien los huecos que le dejaba Leonel Pilipauskas.
De ahí en más, el cervecero aflojó el tranco, y los cordobeses tuvieron alguna que otra llegada más.
La última de la primera mitad fue para Quilmes, con una corajeada del “Pacha” Gorostegui, que la recuperó dos veces en el corner izquierdo, y pudo tirar un centro atrás hacia el punto penal para Marclay, pero éste ultimo no pudo más que puntearla y la pelota terminó en poder del arquero. Pitazo final, y a los vestuarios a evaluar el primer tiempo.
La Gloria no podía con sus propias limitaciones, menos aún con el local, y debía resignarse a atacar de contra, aprovechando los huecos que, a veces, dejaba el mediocampo del cervecero cuando atacaba. Por el otro lado, Quilmes regulaba el ritmo a su antojo, con un mediocampo bastante ordenado que recuperaba la pelota en los ataques de Instituto, y que la descargaba en Sergio Marclay y Juan Olivares, pesadillas de la defensa visitante por su gran movilidad.
En el comienzo de la segunda mitad, los de Córdoba se dieron cuenta de una realidad: Instituto perdía y para igualar debía hacer méritos en ataque. Debido a esto, los primeros 10 minutos fueron de llegadas visitantes, pero ninguna con claridad.
Esto no le gustó al local que entre los minutos 13 y 14 tuvo dos llegadas de marcado peligro, ambas en los pies de quien sería la figura de la cancha, Juan Olivares.
Primer cambio en Quilmes, sale García, entra Medina. Cambio defensivo, y que hizo que el local perdiera peso en ataque. Esto permitió entrever, como en otros partidos, la mayor deficiencia quilmeña, la incapacidad de cerrar los partidos con tranquilidad y sin zozobras.
Esto fue un llamado telefónico para Fanesi, quien atendió y entendió que, para no perder 2 puntos como contra Ben Hur, debía reforzar el equipo del mediocampo para arriba. Para conseguir esto, ingresan Luciano Rodríguez por Marclay, y “El Máquina” Giampietri por Olivares, los dos delanteros de excelente partido y que se retiraron aplaudidos por el público.
Ya para el cuarto final, el partido era de ida y vuelta, gracias al gran peso ofensivo del Cervecero, y a sus grandes errores defensivos, lo cual invitaba al visitante a llegar de contra, atacando por las bandas de una defensa que no se escalonaba adecuadamente. Aún así, Instituto no pudo con sus propias falencias a la hora de ingresar al área Cervecera, y todas sus llegadas finalizaron en algún tibio remate desde la medialuna.
La clave del final del partido fueron los dos cambios del Doctor Fanesi. El ingreso de Giampietri permitió que la comunicación entre el medio campo y los delanteros fuera más fluida, y el inquieto Rodríguez creaba sus propios espacios para recibir la descarga del máquina con suficiente tranquilidad.
¿Por qué digo la clave? Porque así llegó el segundo y definitivo gol cervecero. Giampietri arrinconado en el corner derecho, y de espaldas al arco, tiró un taco para Rodríguez, quien con un amague dejó pasar a su marcador, y quedó mano a mano con el arquero, en el vértice del área grande: Zurdazo al segundo palo y delirio sureño. Cuando se reanudó, el juez Guillermo Rietti, de buen arbitraje, finalizó el partido.
Tardó, pero Quilmes cerró la persiana a los 49 minutos, y gracias a la colaboración de los “amigos” celestes de córdoba, que empataron, la punta del torneo es nuevamente anfitriona del cervecero.
El próximo Jueves el equipo de Fanesi se enfrentará al otro líder, San Martín, allá en Tucumán, y es una buena chance para quedar como único puntero. Pero hasta entonces, el cervecero se encuentra en lo más alto.
Cerveza de oro: Juan Olivares: Mientras estuvo en cancha, siempre molestó a la defensa rival. Contó con una gran movilidad, y se complementó muy bien con Sergio Marclay. Tuvo varias chances claras de gol, y se retiró muy aplaudido. Si bien le faltó convertir, una tarde muy buena para él.
Cerveza caliente: La falta de capacidad de definición de los partidos: Ya le fue común al hincha cervecero irse con la sangre en el ojo el torneo pasado. Partidos empatados y perdidos sobre la hora.
Entre aquél y este Quilmes, no hay muchas diferencias en este aspecto. Tal vez sí en la jerarquía de los equipos a enfrentar.
El partido pasado con Ben Hur, desconcentraciones y el no cerrar el encuentro en el momento indicado le costaron 2 puntos.
Esta vez no fue así y terminó ganando, pero más que nada por las falencias ofensivas del rival que no aprovechó los generosos regalos cerveceros en ciertos momentos. A no descuidarse y terminar tirando al tacho los demás puntos fuertes de este equipo.Realmente, fue éste el único error para destacar de Quilmes.
Bruno Figallo