El futbol de luto

En un futuro lejano pero posible…

El día de hoy el fútbol de Argentina se encuentra de luto y con un profundo dolor por la desaparición física de dos grandes dirigentes de nuestro fútbol.

Como ya es de público conocimiento esta mañana nos enteramos de la triste noticia: el accidente donde fallecieran estas dos eminencias de la dirigencia futbolísticas que se produjo en horas de la madrugada en la zona de Pilar dejó conmocionado a todo el país. En un primer momento no se pudo identificar a estas dos personas que murieron al chocar por su parte trasera con un camión jaula que se dirigía al mercado de Liniers. El estado de destrucción del vehículo y el olor a bosta era tal que los bomberos tardaron horas en poder rescatar los cuerpos del mismo. El deceso se produjo por la decapitación de los dirigentes que viajaban para hospedarse en un hotel de la zona. En un primer momento se pensó que los fallecidos eran el máximo dirigente y su chofer ya que uno se encontraba en la butaca del conductor y el otro en el asiento trasero.

El trabajo de los bomberos fue muy arduo para poder sacar los restos del vehículo que habían quedado abajo del acoplado del camión. Este trabajo que duró horas dió sus frutos cuando pudieron ver que debajo de la bosta se encontraban vivos dos muchachines menores de edad. Uno en el asiento delantero y otro en el trasero vestidos con musculosas blancas y jeans muy ajustados que apenas se distinguían debido a la cantidad de excremento animal que salvó sus vidas de forma milagrosa.

Según los primeros dichos de estos, en el momento del impacto venían agachados haciendo su trabajo y que la idea era pernoctar en un hotel los cuatro en una habitación. Según siguieron declarando a la policía los habían contratado para un trabajito «super especial» en el cual el jefe máximo sólo se encargaría de mirar.

Cuando se les consultó si estaban en conocimiento de quienes eran estos dos personajes los dos respondieron a coro que sí, que eran clientes habituales y que hacían esto no por dinero sino para que les den entradas para los partidos de boca.

De esta manera, estos dos pibes amantes del fútbol salvaron sus vidas gracias a su sacrificado trabajo.

Debido a estos entretelones y descubrimientos de la vida privada de estos hombres, sus familiares han decidido no velar los restos y mandarlos directamente al crematorio del cementerio de Ezpeleta donde no se hizo presente ningún allegado.

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