VIDEO DEL GOL.
En líneas generales, se vio dentro de la cancha algo similar a lo que éste equipo nos tiene acostumbrados. La única diferencia fue que, de una vez por todas, los tres puntos quedaron alojados en casa y ahora Quilmes figura con tres puntos más en la tabla de posiciones (suma 34 unidades). La eterna disputa entre los que piensan que sirve “ganar como sea” o “ganar jugando a algo”, en nuestra querida institución se inclina por el lado de los primeros, lamentablemente.
En las inmediaciones del estadio, los hinchas se iban acercando lentamente y las sensaciones encontradas tenían distintos matices. La colisión en Rafaela no fue suficiente para que Alberto Pascutti, sin el apoyo masivo por parte del simpatizante, de un paso al costado. Por dicho motivo, la ambigüedad superpobló el cuerpo de la gente Cervecera y se planteó, casi necesariamente, le disputa entre los ilusos que aún tienen esperanzas y los que creen que un triunfo solo contribuye a alargar un ciclo que tiene muchas chances de terminar como todo termina en Quilmes. Así, entre disputas antagónicas y divisiones, camina, algo rengo, un equipo que, más allá de la victoria, dejó incógnitas de todo tipo. La irregularidad del campeonato funciona como un respirador artificial, que en definitiva, jugando de esta manera, es pan para hoy y hambre para mañana.
Desde el punto de vista estadístico, Tiro Federal fue siempre un hueso duro de roer, a tal punto que, para buscar el último triunfo de Quilmes, había que remontarse al 10/12/1949. Aquel recordado golazo sobre la hora de Daniel Tilger que terminó con el paupérrimo ciclo de Carlos Andrés Aimar y el cabezazo bombeado de Javier Rossi en la primera parte del torneo son algunos de los recuerdos nefastos que tenemos los de Quilmes cuando el rival de turno es el equipo Tirolense. En el presente, aunque parezca mentira, la distancia entre un equipo y otro era de apenas dos puntos, teniendo en cuenta también que Tiro está en zona de promoción para no descender.
José María Bianco, director técnico de Tiro, tiene un estilo de juego bien definido y su equipo, bien o mal, respeta ciertos conceptos que son marca registrada en su DT. La postura iba a ser fácil de preveer, teniendo como referencia el antecedente cercano de Almagro, si bien el Tricolor salió a jugar con otro esquema. Orden en la defensa, juego fuerte para recuperar y prolijo a la hora de manejar la pelota, son algunas características de un conjunto que, si encuentra espacios, tiene la capacidad de ofrecer complicaciones. Sin sorpresas, pero escondiendo los nombres hasta minutos antes del arranque, el orientador paró un claro 4-3-2-1, con Federico García acompañando a Sparapani cuando la posesión del balón era favorable y armando la línea de cuatro cuando era momento de solidificar el mediocampo para quitar. El invicto, jugando en condición de visitante, se estiraba a ocho partido. Pascutti, para contrarrestar, optó por darle continuidad al mismo equipo que cayó la fecha pasada y no metió ninguna variante, ni siquiera en los relevos.
Los primeros cuarenta y cinco minutos fueron, dentro de un partido pobre, los que trajeron el contenido emotivo. Quilmes salió decidido a atacar y Tiro Federal, sin ningún tipo de pudor, cedió la pelota para esperar y meter alguna contra hiriente. En el primer avance, Gustavo Reggi, tirado unos metros atrás y jugando de espaldas al arco, asistió perfectamente a Juan José Morales para que el tucumano, con mucho campo por recorrer, llegue al borde del área y asista con un pase preciso a Juan Olivares, que, con una definición fuerte de zurda, motivó una excelente respuesta de Silvonei. El equipo del Barrio Ludueña tardó más de diez minutos en cruzar la mitad de cancha, pero cuando lo hizo, generó peligro. Vilce y Menicocci, volantes centrales, se adelantaron y la visita, en base a tranquilidad y juego por el piso, tuvo otro volumen de juego, sobre todo aprovechando el sector derecho. Daniel Chávez, carrilero por ese sector, apuró a Mauricio Almada en la salida y consiguió birlarle el cuero. Pudo llegar hasta el fondo para sacar un centro pasado que sobró a todos menos a Sebastián Luna, quien llegó a cerrar justo cuando aparecía solo un delantero. Justamente el defensor, en una proyección importante, percibió la falta de marca y sacó una bomba venenosa que Silvonei, con un manotazo, llegó a desactivar a tiempo.
El lateral izquierdo de Quilmes y Nilo Carretero, en un acto de desconcierto, jugaban muy cerrados y convertían ese sector en una invitación para el ataque adversario. En el QAC, la presencia de Andrés Aparicio en el mediocampo fue fundamental por que el uruguayo, si bien por momentos se engolosinó con el chiche ridículo, fue inteligente para robar pelotas y distribuir, con mucho criterio, al ras del piso. García y Sparapani no llegaban a hacerse dueños del equipo, por ende, Rossi corría totalmente solo para inquietar, sin riesgo concreto, a Pontiroli. Los volantes por afuera de Quilmes no aportaron nada, ni en defensa ni en ataque, por eso también se vio afectado Olivares, que no tuvo con quien asociarse para administrar el fútbol. El combinado anfitrión era, lejos de brillar, claramente superior.
Cuando se jugaban 23´, fue la hora señalada para que el Cervecero pueda cristalizar la diferencia en la meta. El ataque se volcó por el sector derecho y Carretero, intentando enganchar hacia adentro, fue bajado con falta por Eduardo Vilce. El árbitro sancionó la infracción y le dio a Quilmes un tiro libre interesante desde, aproximadamente, 25 metros. El ex hombre de Sarmiento de Junín se hizo cargo de la ejecución y, con calidad, hizo lo que indican los libros: envío al corazón del área para que Gustavo Reggi, anticipando a todos, inclusive al arquero, meta un cabezazo goleador. Primer grito del mendocino con la camiseta Blanca (ayer Azul) y premio para el equipo que había buscado más.
Mantener la tranquilidad y seguir buscando una mayor ventaja eran factores importantes para no volver a cometer errores que, fechas atrás, han costado puntos valiosos. En la visita, Chávez, con un desgarro en el isquiotibial, le dejó su lugar a Darío Maccarone, quien se mostró muy activo en el momento de atacar. Dicho futbolista, en su primera intervención, tiró un centro al área que terminó yendo al arco y, ante la inexpresiva respuesta de Marcelo Pontiroli, lo que era una acción aislada, concluyó con la pelota pegando en el poste derecho. Por un momento, el corazón del hincha Cervecero estuvo a punto de estrangularse. En la bocha final, un centro cruzado conectó con Rossi pero el testazo fue bien controlado por el arquero.
Se cerró una etapa productiva para Quilmes, pero los fantasmas andaban sueltos por el Estadio Centenario y había que cerrar todo antes de tiempo para no sufrir. Bianco, visiblemente preocupado por la falta de variantes en ataque, mandó, en el arranque del complemento, a Facundo Castillón por Federico García.
En el epílogo, los primeros minutos fueron de Quilmes, pero a medida que el reloj fue corriendo, Tiro Federal, con poco instinto, fue acorralando a un conjunto que cada vez jugaba más cerca del arco de Pontiroli. A pesar de esto, Reggi, el hombre con mayor claridad en ofensiva, contó con un cabezazo que se fue por encima del travesaño. Olivares, en otra situación similar a la del arranque, volvió a fallar cuando estuvo cara a cara con Silvonei, quien le ganó el duelo nuevamente. El Tigre de Rosario seguía complicado para armar juego y no pasaba del empuje.
Alberto Pascutti, queriendo cerrar el partido, realizó el primer cambió de su equipo: a la cancha Marcelo Guzmán en reemplazo del intrascendente Roberto Bonet, que jugó realmente mal. Ahora el esquema era un 4-4-2 con Olivares como volante derecho y Aparicio haciendo el doble tapón con el cordobés recién ingresado. Un cambio peligroso hizo que Quilmes, cuando quedaban 33´ por disputar, empiece a resignar el ataque para potenciar la defensa. Bianco movió nuevamente el banco y arriesgó poniendo al experimentado enganche Pablo Bezombe por el defensor Sebastián Deláguila. 3-3-2-2 para ir decididamente en busca del empate. Los cambios no le dieron sus frutos por que el equipo estuvo muy tibio para atacar a un Quilmes que siempre deja alguna puerta abierta para que lo lastimen. A los 22´, González Bordón saltó a la cancha para sustituir a Olivares, pasando Luna a ocupar el sector derecho del medio. Éste último cambio provocó el enojo de todos los plateístas, que al ver lo retrasado que estaba el equipo, reclamaban variantes ofensivas para liquidar el partido.
A falta de 15 para que el árbitro Alejandro Castro, de buen trabajo, baje la cortina, ingresó Diego García (por Reggi) en una posición extraña: Pascutti lo puso de mediapunta y le pidió que baje a marcar a Vilce. El delantero nacido en Entre Ríos se las ingenió para desnivelar con su velocidad y habilidad habitual. Con voluntad para recuperar pelotas, se juntó con Morales y hasta le cometieron un penal que la autoridad no advirtió.
El final estaba cerca y Quilmes, innecesariamente, sufría más de la cuenta. Los de Bianco, con mucha timidez iban por la igualdad. Facundo Castillón, tomó el balón desde abajo y metió un zurdazo bombeado al segundo palo que se fue apenas arriba del ángulo izquierdo. Ópticamente, cuando la pelota viajaba, parecía que iba a terminar adentro. Desde el banco de Quilmes, en una actitud poco entendible (después algunos se quejaban de Craviotto), se escondieron las pelotas para perder tiempo y esto, lógicamente, produjo el enojo de la delegación visitante. Ya sin tiempo para seguir, y con tres minutos de adición, Castro pitó y terminó el partido.
El Cervecero no jugó bien y debe mejorar mucho para poder llegar con posibilidades serias de pelear por algo importante. Con esa actitud defensiva, entendible de Bianco por dirigir a TIRO FEDERAL y no de Pascutti dirigiendo a QUILMES, si el rival hubiese sido otro, la cosa podía haber tenido otro final.
Sí señores, ganó Quilmes y es noticia.
QUILMES (1): Marcelo Pontiroli; Sebastián Luna, Ramiro Fassi, Juan Manuel Herbella y Mauricio Almada; Roberto Bonet, Ricardo Aparicio y Nilo Carretero; Juan Olivares; Juan José Morales y Gustavo Reggi.
DT: Alberto Pascutti.
SUPLENTES: Matías Giordano; Roberto Tucker, Nelson González y Antonio Piergüidi.
TIRO FEDERAL (0): Silvonei Ferreira; Claudio Pérez, Diego Ledesma, David Charles Pérez y Sebatián Deláguila; Daniel Chaves, Gastón Menicocci, Eduardo Vilce y Javier García; Lucas Sparapani y Javier Rossi.
DT: José María Bianco.
SUPLENTES: Miguel Cárdenas; Yamil Garnier, Gastón Martina y Guido Ferreras.
GOL: 23m Reggi (Q).
CAMBIOS: 26m Gustavo Maccarone por Chaves (TF); Entretiempo Facundo Castillón por García (TF); 57m Marcelo Guzmán por Bonet (Q); 65m Pablo Bezombe por Deláguila (TF); 68m Alfredo González Bordón por Olivares (Q) y 73m Diego García por Reggi (Q).
AMONESTADOS: Herbella y Olivares (Q); Maccarone, Sparapani, Menicocci y Vilce (TF).
ARBITRO: Alejandro Castro.
ASISTENTES: Adrián Pérsico y Pablo Frezzotti.
CANCHA: Quilmes.