El paladar Cervecero saborea uno de los tragos más amargos de los últimos meses. Bronca, vergüenza, resignación y desconsuelo, son algunos componentes de ésta bomba de tiempo que terminó explotando en la noche del lunes. La triste postal del cuerpo técnico y el rendimiento deplorable de algunos jugadores, hizo que Quilmes se vuelva de Rafaela con una sola certeza: el Nacional B, en su temporada 2009/2010, volverá a contar con la presencia de nuestro equipo, al menos que algún optimista crea en la existencia de los Reyes Magos. Atlético Rafaela, impulsado desde el banco de suplentes por Marcelo Fuentes, fue inteligente y le propinó a Quilmes una puñalada al corazón que lo deja en terapia intensiva.
Éste equipo, «nuestro» equipo, volvió a desnudar todas sus falencias y ésta vez, en vez del libro de las excusas, hay que tomar el de los temores. Los futbolistas que juegan sus primeros partidos con la camiseta de Quilmes (salvo Nilo Carretero) sienten la responsabilidad, los que supuestamente tienen espalda juegan peor que los inexpertos, el director técnico, con muy poca idea de lo que hace, deja en claro que el buzo le queda XXXXL. El resultado de esto es lo que se ve cada vez que el QAC sale a la cancha. Un equipo con aspiraciones altas pero con miedo a ser protagonista es un equipo mediocre. Y Quilmes, aunque nos duela, es un equipo que no logra superar la barrera de la mediocridad.
Por favor, si hay algún hincha con dificultades cardíacas, le ruego que de un paso al costado y que no lea este comentario. Mejor vaya al kiosko de diarios y disfrute con la Billiken o Anteojito.
Para Atlético era un partido trascendente. Con el peso de llevar cinco juegos sin ganar y tres sin convertir, los de Fuentes necesitaban sumar de a tres para revertir esa imagen y también para prenderse en la lucha. Para recibir al Decano, el DT preparó un cambio de esquema: dejó atrás el clásico 3-4-1-2 y pasó a formar con un extraño 3-3-2-2, con Juárez y Ribolzi como generadores de juego. Cabe destacar que éste equipo tiene un partido pendiente con la CAI, a jugarse el 24/3. Quilmes, por su parte, nunca había podido ganar jugando en Rafaela (de 15 partidos, perdió 8 y empató 7). Por eso la expectativa estaba situada en vencer a las estadísticas y por supuesto, triunfar para que el sueño no se siga escapando. El único cambio que introdujo Pascutti fue el ingreso de Ramiro Fassi (venía de una suspensión por cinco amarillas) en lugar de Roberto Tucker. El dibujo fue igual al de la semana pasada.
Cuando Alejandro Toia marcó el comienzo, Quilmes salió decidido a jugar de igual a igual, tratando de ganar la mitad de la cancha y buscando, con las cortas dimensiones del campo, sorprender utilizando balones cruzados. Juan Olivares agarraba la pelota y trataba de cargarse el equipo al hombro. Nilo Carretero, punzante pero impreciso por su carril, participó mucho del juego, aunque solo una vez pudo hacer conexión con el pibe nacido en Wilde. El equipo visitante manejaba la pelota pero le costaba acertar en el pase final. Sólo pudo complicar al rival con pelotas paradas. Rafaela se apoyaba en la seguridad de Capogrosso (sobre todo cuando lo exigieron de arriba) y apenas tuvo una llegada a través de un disparo de Santiago Malano que terminó rebotando en el cuerpo de un defensor. La poca participación de los enlaces locales hizo que, además de llegar poco, ni el ex punta de Racing ni Jonathan López puedan recibir el esférico con claridad.
En el minuto 27, Quilmes tuvo un tiro de esquina desde el sector derecho y el encargado de ejecutar fue, como siempre, Olivares. Su envío quedó corto y fue despejado por un jugador local. Ricardo Aparicio, atento a la jugada, capturó el balón y metió la pelota nuevamente. El Doctor Herbella, que venía retrocediendo, sin marcaje y de cabeza, impulso el cuero desde afuera del área hacia adentro. Gustavo Reggi no llegó a definir, pero el que si lo hizo fue Carretero, quien recibió solo (perfectamente habilitado) y, ante la salida desesperada del arquero, tocó la pelota con mucha clase para poner en ventaja al equipo que, sin generar peligro, era claramente superior.
El terreno se volvió a presentar auspicioso. Quilmes, con todo el público en contra, ganaba con autoridad en una cancha complicada y daba señales de vitalidad. El Cervecero, embalado con la conquista, siguió yendo al frente, con al autor del gol como figura rutilante. La Crema sintió el golpe y no pudo reaccionar. Malano estuvo cerca pero cuando giró para enfrentar a Pontiroli fue cerrado a tiempo por Mauricio Almada. López, arrancando desde la derecha hacia el medio, probó con un zurdazo que salió desviado.
El hombre de negro, de excelente trabajo, bajó la persiana del primer acto y mandó a los jugadores al descanso. El alentador comienzo hizo que los hinchas visitantes, mediante el televisor (salvo CHAPU que se hizo presente en el estadio), tengan la ilusión de volver con los tres puntos. El encuentro dependía pura y exclusivamente de Quilmes; si el equipo salía con la misma convicción, el resultado iba a ser favorable, a pesar de que la diferencia era mínima y no existía tiempo para relajarse.
Para encarar el complemento, Marcelo Fuentes dispuso el ingreso de Aldo Visconti y de Esteban Gil por Jorge Ribolzi e Iván Juárez, quienes redondearon una floja tarea. Los santafesinos volvieron a cambiar el sistema táctico para mostrar un marcado 3-4-3. Los cambios le dieron al DT un resultado importante. Quilmes, sin ninguna variante.
Gil se ubicó sobre el sector derecho del mediocampo y jugó a espaldas de Carretero. El ex hombre de San Martín de Tucumán fue clave para cambiarle la cara a un equipo que estaba desorientado. Aprovechando su buena técnica y su velocidad, se transformó rápidamente en el conductor de los ataques.
En una de las primeras llegadas del epílogo, Atlético Rafaela iba a capitalizar un error infantil de Quilmes para decretar el empate: tras la salida de un córner desde la derecha, el Cervecero, totalmente dormido, le dio la posibilidad a Oscar Carniello para que meta, con total libertad, un cabezazo potente y cruzado que hizo estéril el vuelo de Marcelo Pontiroli. Nadie marcó, nadie estuvo atento y los de Fuentes no perdonaron.
Rafaela se agradó y, viendo la tibieza de su oponente, fue en busca del segundo. Quilmes, sobrepasado totalmente, se volvió a equivocar y eso, el local, lo tradujo en la red. Con muchas libertades para moverse, Esteban Gil armó una linda jugada sobre su sector y terminó sacando un centro al corazón del área. Aldo Visconti, libre de marcas y sobre el punto del penal, puso la cabeza para agarrar a contra pierna al arquero Cervecero. Gol. Increíble pero real. Todo lo bueno que se había hecho en el primer tiempo, se tiró por la borda en diez minutos.
A pesar de todo, el QAC, con la bondad de siempre, volvió a perdonar. Gustavo Reggi, solito dentro del área y con Capogrosso resignado, tiró al muñeco y motivó una estupenda reacción del portero, quien salvó con una mano. Después, Olivares estuvo cerca pero definió mal dos veces.
Los suplentes de Quilmes, haciendo precalentamiento a aproximadamente 50 metros del banco y sin ningún coordinador a cargo de los movimientos (trabajo que debe hacer el preparador físico), se «movían». Como siempre, Alberto Pascutti tiró a la cancha a Diego García, quien al igual que los otros dos ingresados (Pierguidi y Nelson González), no es mago ni bombero para salvar a nadie. Los manotazos de ahogado fueron con poco convencimiento y nada se pudo modificar.
Para completar la parva de errores increíbles, el Colorado Fassi regaló la pelota en el círculo central con un pase pifiado a un compañero que estaba a centímetros y Jonathan López, de buen segundo tiempo, no tuvo piedad con un equipo que se caía a pedazos desde todo punto de vista. El pibe encaró y le cedió la pelota a Visconti. Herbella, otro que se equivocó demasiado, estuvo lento para cruzar y el ex Aldosivi controló y le sirvió el gol al jugador que había iniciado la acción. Entrando al área chica, éste ajustició a Pontiroli para desatar la locura en la parcialidad Crema.
Quilmes, en la etapa final terminó dando lástima. Un equipo profesional cometiendo errores propios de un rejunte barrial. Poca personalidad para pisar fuerte y recuperar los puntos que se regalaron. Poco carácter y mucho temor cuando tuvo la responsabilidad de cerrar el partido. Falencias garrafales que se vienen repitiendo con el correr de los partidos. Rendimientos opacos de jugadores que supuestamente tienen más para entregar, como es el caso de Bonet, Fassi, Herbella, Morales. Amor propio inexistente y un producto que avergüenza al hincha Cervecero. Es hora de ponerse los pantalones y que la persona que no esté para aguantarse el peso histórico de la camiseta de Quilmes, sea adentro o fuera de la cancha, vaya de frente y deje su lugar. BASTA, por favor, BASTA. Ya no nos respeta nadie, se nos anima cualquier muerto y la sensación es que partido tras partido se embarra más la grandeza de nuestro querido Quilmes Atlético Club.
Pascutti, gracias por nada y hasta luego. Esto no da para más.
BASTA, por favor… TODOS LOS CERVECEROS TENEMOS DEMASIADO DOLOR.
Rafaela (3)
Capogrosso; Fontanini, Carnielo, Zbrun; E.García, Cáceres, Serrano; Juárez (45′ Gil), Ribolzi (45′ Visconti); Malano (67′ Fernández), J.López.
DT: Marcelo Fuentes.
Suplentes: Airaudo, Goncebat, Coronel y Depetris.
Quilmes (1)
Marcelo Pontiroli; Sebastián Luna, Ramiro Fassi, Juan Manuel Herbella y Mauricio Almada; Roberto Bonet (77′ Nelson González), Ricardo Aparicio y Nilo Carretero; Juan Olivares (77′ Piergüidi); Juan José Morales y Gustavo Reggi (65′ Diego García).
DT: Alberto Pascutti.
Suplentes: Giordano; Tucker, Marcelo Guzmán, González Bordón.
Goles: PT. 27′ Carretero (Q), ST. 4′ Carniello (R), 8′ Visconti (R) y 27′ Jonathan López (R).
Amonestados: Carniello y López (R), Carretero y González (Q)
Juez: Alejandro Toia.
Estadio: Monumental Rafaela.
QUIERO AGRADECER PROFUNDAMENTE, EN PRIMER LUGAR, A MIS VIEJOS Y DESPUÉS A SONIA (CON EL TEMA MICROS, HORARIOS, EMPRESAS), QUE SE HAN MOVIDO PARA AYUDARME A LLEGAR EN TIEMPO Y FORMA AL ESTADIO DE ATLÉTICO RAFELA Y PODER COMPARTIR UNA NUEVA TRANSMICIÓN JUNTO A OSCAR GARCÍA Y LA GENTE DE RADIO CRISTAL.