La ilusión por el cielo y los pies sobre la tierra

Desde que Lunati dio rienda suelta a una interminable alegría aquel 15 de Mayo frente a Belgrano, todo se transformó en ilusión. Sin pensar en los que se quedarían o los que vendrían. Aún sin saber quién iba a ser el técnico en la máxima categoría. El hincha se permitía soñar y con todo. Pero ese sueño, esa ilusión se puede convertir en frustración, o porque no en realidad. Y el día para poder cristalizar todo lo que uno imagina, lo que uno anhela en algo palpable y que tenga que ver puramente con lo futbolístico está cada vez más cerca. Antes de Colón, el Ciclón, para empezar a conocer a un equipo totalmente nuevo. El resultado es circunstancial y anecdótico, y aunque el hincha cervecero no quiere que Quilmes pierda ni al ping-pong, es necesario centrarse en el juego, en el funcionamiento. Se vieron cosas buenas: ilusionan las sociedades que se pueden armar en el mediocampo. Aranguiz el más fino y punsante; Coronel no brilló pero mostró que tiene condiciones; Raymonda, ya lo conocemos, tiene habilidad pero se lo notó falto de fútbol; Miguel López sin haber destellado jugó su mejor partido desde que llegó; y OJ Morales aunque estuvo muy lento entregó bien la pelota. En estos hombres (o los que ocupen sus posiciones) nace gran parte de la idea futbolística de Tocalli. Tratar bien la pelota, jugar por abajo, atacar con mucha gente y sacrificarse para la marca. Pero necesitarán del resto.

A pesar de las interesantes proyecciones de Roselli en el primer tiempo (se retiró con una contractura) y de la buena presencia de Fontanini atrás y en el juego aéreo, se vio una defensa con varios problemas cuando Bordagaray, Alfaro y compañía proponían las contras. En el mano a mano los de Ramón generaron lo más peligroso y a Quilmes le faltó oficio para poder contrarestarlo. Aunque San Lorenzo, siendo uno de los candidatos, no inquietó demasiado, hay que detectar los errores y corregirlos: el gol llegó por un foul (Corvalán) a San Román marcado por dos jugadores y a la postre el uruguayo Martínez perdió la marca de Tula.

Arriba, lo más flojo. Ni JJ, ni Narvay, ni el “mono” Gómez preocuparon a la sólida defensa del cuervo. Es cierto que con la llegada de tantos volantes no es necesario muchos delanteros, pero la falta de profundidad o definición por ahora son los principales enemigos. Se vio algo, pero falta mucho. ¿Hay que tener los pies sobre la tierra? Sí (la respuesta está de más). Pero a no olvidarse, aún no está Gioda, Varela y algún delantero que pueda llegar. Pueden aportar cosas que hoy faltaron. La ilusión siempre está y si bien hoy no explotó, está lejísimos de morirse.


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