¿Hasta cuando?

A medida que corrían los días y se acercaba el choque contra nuestros institucionalmente muy bien administrados vecinos, empecé a imaginar una suerte de quimera que me ilusionaba con volverme de Lanús con los primeros tres puntos bajo el brazo. Tal vez el principal artífice de esa surreal y cautivadora sensación eran los cambios que Madelón proponía en cancha.

El partido arrancó con un Quilmes sumamente superior… en las tribunas. Es innegable lo predecible que se muestra este equipo, tanto desde lo meramente futbolístico como en lo actitudinal. Pero tomémonos unos instantes para analizar a aquellos jugadores que no venían siendo titulares en este deslucido y opaco conjunto.

Para alegría de muchos cerveceros el pasado domingo el ex Rosario Central Gervasio Nuñez sufría su quinta amarrilla en lo que va de la temporada y el elegido por el técnico para reemplazarlo fue un viejo conocido del apertura 2010: Ariel Broggi. El ex Velez y Banfield fue una sombra de lo que supo ser en el partido por la copa YPF ciudad de Quilmes frente a Estudiantes de La Plata hace solo unas pocas semanas atrás. Jamás representó un peligro para los defensores locales al pasar al ataque, cerró varios cruces a destiempo y descuidó su sector en mas de una ocasión, en pocas palabras volvió a ser el Broggi de siempre. Martín Quiles fue la variante cantada para ocupar el lugar de la reciente incorporación Cervecera Hernán Grana (no jugó por un acuerdo de palabra con la dirigencia Granate), el encargado del sector derecho de la defensa albiazul no rindió lo esperado y de hecho junto a Galíndez fue responsable directo del segundo gol de Lanus.

Si bien Leandro Coronel no es un jugador comparable a nivel técnico con Enzo Kalinsky, considero que tuvo una mas que aceptable actuación; corrió, metió, quito varias bolas y fue criterioso a la hora de la distribución.
Martín Cauteruccio fue de lo mejor de Quilmes…o mejor dicho lo menos malo. No solo en el sacrificio que aporta, si no también en su velocidad, su aguante, su resistencia y sus destellos de categoría.

Párrafo aparte para Bernardo Romeo: en un solo pie, dolorido y con varios años más a cuestas que la gran mayoría demostró lo que significa ser un delantero de área en el fútbol Argentino. Le bajó a sus compañeros tres o cuatro pelotas claves, de las cuales una devino en el transitorio empate Cervecero.

¿Qué se puede decir en cuanto al juego? Lo mismo que mencioné al comenzar esta crónica: Quilmes no solo juega mal, además peca constantemente de predecible y eso le facilita las cosas al rival de turno, que sospecho firmemente que todos ellos esperan con ansias enfrentar al equipo del sur del gran Buenos Aires por las altísimas probabilidades de salir triunfantes. El juego de Quilmes se basa en pelotazos que pocas veces llegan a destino, no existe la pausa ni el pensamiento (es aquí cuando mas hace falta el genial Miguel Ceno).

Gustavo Varela ya no juega mal, ya no hace agua por todos lados, ya necesitamos inventar un nuevo término para describir su fútbol. Pase lo que pase pareciera que siempre hay una posición disponible para el; primero fue de delantero acompañante, luego de media punta y hoy de volante por izquierda. Sinceramente tengo mucho miedo de que Galíndez y Trípodi se lesionen al mismo tiempo y Leonardo Carol le de una oportunidad en el arco. No me sorprendería en lo absoluto.

Miles de gargantas pudieron deshogarse por primera vez en el año de manera oficial con el tanto fortuito anotado por Quilmes. Pero hagámonos algunas preguntas: ¿Existió una jugada elaborada de equipo para obtenerlo? No señor lector, fue una conquista semi-casual, luego de varios rebotes, fue un gol feo. Quilmes no hace goles lindos. ¿Cuánto duró la euforia? Escasos minutos.

En el segundo tiempo el técnico dispuso de dos cambios a mi entender muy desacertados: el ingreso del prometedor Pitu Gonzáles le dio un poco de dinamismo al pobre accionar que Quilmes había mostrado en los primero cuarenta y cinco minutos. El juvenil estuvo a la altura de las circunstancias y no defraudó, pero una vez mas el capricho venció y no fue Varela el reemplazado si no Cerro que si bien no había tenido su mejor tarde (erró un gol imposible solo frente al arquero en el primer tiempo) es mas que evidente la superioridad que muestra frente al uruguayo.

Con el ingreso de Torres por Quiles Madelón intentó en vano aportar peso ofensivo obligando a cubrir el sector defensivo derecho a Garnier, pudo haber sido un festín para los atacantes de Lanus pero no fue así aunque Torres no desequilibró en ningún momento y fue mas de lo mismo por montones. Quilmes siguió buscando y buscando pero encontrando poco y nada. La última del partido fue un tiro libre pésimamente ejecutado sobre el borde del área grande. Ni siquiera este tipo de recursos son aprovechados correctamente por los jugadores del Cervecero.

Aún no puedo dar un veredicto sobre que sucederá con este plantel por el cual el club, en decisiones incomprensibles, pago muchos millones. Es cierto que falta mucho, la cantidad de fechas restantes no es lo que preocupa, lo que preocupa, lo que molesta, lo que asquea y lo que duele es ver fin de semana tras fin de semana un fútbol tan pobre, tan carente de argumentos, tan poco sólido, tan intrascendente. Con esta realidad el tufillo a bolsillos llenos y a nacional “b” cada vez es más nauseabundo de lo cerca que está.

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Fotos de Silvana Livigna para Pasión Cervecera

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