Un Caruso autentico. Quien lo conoce, entendió su juego desde el mismo momento en que los periodistas comenzaron a preguntarle en el Diego Maradona por el empate ante Argentinos. Y se despachó contra Pezzota, recordó a los líneas del partido frente a Independiente y dijo sentirse «un boludo». También sentenció que «Anibal Fernandez deberá vestirse de árbitro para ganar un partido». Ricardo Caruso Lombardi, el Tano del ascenso, avisó el viernes lo que se venía… El sábado fue reguero de pólvora, la noticia estaba instalada: «Caruso Lombardi no es más técnico de Quilmes». Los telefonos comenzaron a colapsar, las placas de la televisión jugaban su partido, mientras en su casa, el Tano sabía que la jugada venía saliendo a la perfección. Si hay algo que tiene el entrenador de Quilmes es capacidad de reciclar y acomodar recursos con muy poco. Habló de su llamada a Facundo Fernández, de que los jugadores le pidieron que no se vaya, que los dirigentes le solicitaron que se quede. Que jugadores? Solo lo sabrá Caruso, ya que algunos se enteraron por la prensa de la noticia, entrada la noche del sábado, otros el mismo domingo en la madrugada. ¿Qué dirigentes? Carlos Coloma? ¿Carlos Martinangeli? Quizá. Lo que está claro es que ningún Meisznerista charló con el entrenador cervecero. Es mas, los aliados de Meiszner se desentienden por ejemplo de la llegada de Pablo Vazquez. ¿Vazquez? no conozco ningún Vazquez, le comentó José Luis Meiszner a sus íntimos. Si alguien le pidió a Caruso que se quede fue aquellos que están con Anibal Fernandez; Facundo, Angel García y no mucho mas.
Mientras en Quilmes juegan una disputa de poder, los fallos arbitrales juegan su partido. Caruso expresa que se siente perjudicado y con sus ayudantes saben que si «los tiran al bombo, con dos derrotas están descendidos». Por eso la verborragia del coach, conocida, claro, quiere poner de manifiesto que es una victima del sistema. Caruso juega sus fichas y el lunes dirigirá la práctica pensando en River, sabiendo que no tiene a Seba Martínez ni Pablo Garnier. Hoy es acosado por algo que en su momento utilizó a su favor: «A Quilmes le pusieron 3 partidos de local». Esas fueron sus palabras en agosto de 2010 cuando arrancaba el Apertura. En aquel momento nombró a un tal Fernandez y habló de los nexos AFA-Gobierno. El mismo Fernandez que lo trajo a Quilmes hace 3 semanas. Distinto final, ahora dice que le robaron el caballo al comisario. Un Caruso Autentico.