1, 2, 3, 4, 5…1000. Respirá tranquilo. Inhalá, exhalá, despacio. Seguí contando. Hasta un millón si es necesario. Relajate, ya pasó. Nos pasearon de nuevo por Corrientes, como hace un tiempo. Pero pará, esto recién empieza…
¡NO, QUE BRONCA! No puede ser que hayamos arrancado así. Toda la ilusión de mantener una base, de haber traído a buenos jugadores y con hambre, de que se haya quedado Caruso, se nos desbarrancó en un partido contra un equipo que tiene hasta el nombre de mier…
Vamos a tener que aprender de este coscorrón. Espero que nos lo hayan dado a tiempo. Porque por más pésimo que sea el árbitro, no se puede especular con que va a cobrar una falta. En mi equipo, el arquero se levanta en una jugada como la del primer gol, por más que tenga fractura expuesta de cráneo. Y hago foco en ese momento del partido ya que fue el inicio de la debacle. Terminó de enloquecer a un Caneo fastidioso porque no le salían las cosas, que tampoco me parece que sea justificativo para su conducta. Me extrañó muchísimo que haya sido tan verde de pegar ese codazo y de entrar en el juego del colino de Fioretto. Pero bueno, Miguel tiene crédito de sobra, se le perdona.
No así a la actuación de algunos nuevos como Carli y Benítez, a mí entender lo más flojo del equipo. Si bien me pareció falta de Núñez al ex Aldosivi en el primer tanto, le cabe el mismo análisis que a Trípodi. No se puede especular. Y en el segundo tanto, le gana en el salto un pibe con cuatro partidos en primera. Va a tener que mejorar, pero ahí hubo un error de Caruso. Él o Leyes… no hay un lateral con características más ofensivas.
Y en el caso de Benítez es mucho más profunda la situación. Da la sensación de ser un jugador que a los veintitantos años aún está buscando su lugar en la cancha. Era delantero pero por algo lo bajaron a volantear. Ahora el DT lo pone de cinco y no tiene oficio para cumplir esa tarea. El problema es que ahí creo que fue el principal déficit de Quilmes. Perdió la mitad de la cancha con la expulsión de Caneo, con un Garnier imprecisó, a pesar de sus ganas de siempre, y que se nota que necesita otra clase de compañía para repartir responsabilidades en el centro del campo. O quizás tiempo. Habrá que ver si Leandro Díaz y Rimoldi, volantes acostumbrados a jugar de volantes, pueden solucionar los problemas, con su inactividad encima.
La tranquilidad que me deja es que Jacobo Mansilla está a la altura de las circunstancias. Volante de equipo grande de Primera, demostró que no le pesa la blanquita y que va camino a ser el mejor refuerzo del Cervecero esta temporada.
Faltan dos semanas para volver a verte Quilmes querido. Es un montón, pero espero que sirvan para que Caruso le encuentre la vuelta. Seguimos siendo candidatos. Hay que empezar a demostrarlo.