A los obsecuentes de los resultados, los que creen que siempre la pasión le va a ganar siempre a la razón, que ponen a los colores por encima de cualquier situación y no les importa nada más que Quilmes gane. A ellos, les recomiendo no leer esta nota pro jugadores.
Porque si tratan de mercenarios a los que reclaman lo que les corresponde, no van a entender de qué se tratan esas líneas. Porque si creen que los jugadores fueron para atrás para darles una lección a los dirigentes están completamente equivocados. Era el partido que más querían ganar. Es mucho más fácil reclamar cuando los resultados te acompañan y no tengo ninguna duda que fue a los que más le dolió haber perdido contra Ferro.
El quiebre del sábado habla de que este club necesita un mayor compromiso de Anibal Fernández. Para bien o para mal, es el único que tiene autoridad porque Coloma pasó de ser un títere a un trapo de piso. Estamos en anarquía salvo en los momentos que aparece el Bigotón y eso es culpa de él mismo. Si no puede dedicarle a la institución el tiempo que se merece, era mejor que no se haga cargo. Fue saludable por dónde se la vea la salida de JLM, pero estamos pagando un precio muy alto por esta transición.
¿O qué trabajador puede realizar un buen trabajo si no le pagan hace dos meses y se le genera todo el tiempo falsas expectativas? Está bárbaro que defiendan la camiseta de nuestro amor, pero ellos laburan, viejo. No se puede especular con los resultados porque en el fútbol siempre uno pierde. Banco a muerte su reclamo porque están totalmente en su derecho. Y si bien parece solucionado, lo que pasó el sábado tiene que tenerse bien en cuenta. No se puede manejar a Quilmes por teléfono o dejando gente incapaz a cargo.
Tocado el tema institucional, vale analizar también la pobre actuación futbolística. Ante Ferro quedaron claras varias cosas: Que este plantel necesitaba a Galíndez, que no está bien armado o preparado físicamente y que no se puede seguir jugando con un delantero. Y es que Trípodi sigue mandándose macanas inentendibles. Puedo aceptar un error técnico, como así también que la defensa tuvo un horrendo partido, pero que se haya quedado reclamando, como lo hizo en Corrientes, nos costó el partido. Para colmo, no veo un recambio interesante en Dulcich.
Y algo está pasando con el estado físico de los jugadores. No puede ser que haya tantos lesionados y que, para esas bajas, no haya un sustituto a la altura. Porque se lesionó Vázquez y Diz nunca demostró que pueda reemplazarlo, como así tampoco Giménez. De Iglesias no tengo noticias, evidentemente ese fue un error del DT a la hora de armar el plantel. Habrá que esperar a Grbec para saber si puede ser el segundo nueve. Posición que hoy parece ser necesaria para el estilo de juego de Quilmes. El 4-4-1-1 no sirve porque Cauteruccio no puede sólo y Caneo no es el mismo que el del ascenso con Ghiso. Más si tenés a Mansilla y Mandarino, que saben llegar al fondo, y a un 3 que tira laterales larguísimos. Eso, sin un tanque de área, termina siendo inútil. Ah, ya que mencione a Mandarino, ¿cómo terminó jugando en los dos laterales? Otro fail de cálculo del Tano, complicado también por la pavada que hizo el arquero.
Huracán es una prueba seria a pasar. Es el momento de empezar a definir para que vamos a estar. Pero para eso hace falta el compromiso de todos. Parece que se viene una semanita más tranquila. Ojalá se aproveche.