Qué difícil separar este intento de comunicador del socio y enfermo que soy de este club. Qué complicado es transmitirles una opinión de lo que fue Quilmes hoy sabiendo que en algún punto estoy obligado a aportarles un entretenimiento. Esta tarde, en Varela, el equipo de Caruso Lombardi fue impresentable, desde la concepción del mismo hasta el resultado, pasando por los cambios y la mezquina actitud.
Desde un principio todos los que directamente estamos aferrados al día a día del club sabíamos que el pretencioso y bizarro 3-4-1-2 era mentiroso y sólo hacía gala de guapo. Falso guapo.
Corvalán fue volante un 10% del tiempo jugado, nunca abandonó su función de lateral defensivo por izquierda.
El primer y más notorio error de Quilmes fue la banda derecha defensiva, con un Olivera errático por donde se lo vea, inseguro, impreciso y con poca alma. Por ese lado Defensa se hizo un festín y atacó todo el primer tiempo como le vino en gana. ¿Adivinen por dónde vino el gol del empate?.
Pido disculpas si las opiniones del desarrollo del juego se encuentran un tanto desordenas, pero en este momento es la lectura que puedo hacer del partido.
Mucho se insistió con Rimoldi, mucho se criticó (con genuina razón) el desempeño de Díaz. Hoy lo de Lucas fue paupérrimo y muchos de los embistes del Halcón fueron responsabilidad del volante central. No quitó nada y cuando tuvo la pelota le quemó tanto que poco importó quien era el receptor a la hora de tocarla. Azul y blanco o verde y amarillo daba igual. Se fué el primer tiempo y si bien el resultado no era del todo desfavorable, el volumen de juego preocupaba y mucho. Defensa había sido superior y mostraba mucho más oficio y determinación que Quilmes.
Al inicio de la segunda etapa sorprendió mucho el cambió de Mandarino por Carrasco, no es que yo sea un acérrimo defensor de los juveniles, simplemente opino que si bien Emanuel no debía moverse por los costados, ya que no es su función, había mantenido una regularidad con la que se ganaba un boleto para jugar en el complemento.
Caruso lo pensó desde la marca, Mandarino tenía que neutralizar el ataque izquierdo de defensa. Quilmes chocó con un gran delantero que es Piris Alves y así se fue derrotado del Tomaghello. Pero hay algo que tiene que quedar muy claro. Quilmes no perdió por culpa del uruguayo, Quilmes perdió a causa de sus jugadores y principalmente de su entrenador, que planteó un mal esquema, usando jugadores que parece no conocerlos, poniendo a un nueve de área a jugar por izquierda, donde por poco quema a un prominente talento de Alsina y Lora.
Los optimistas de siempre dirán que resta mucho por jugarse. Es cierto. Pero si hay alguien que pueda orientarme acerca del camino que estamos transitando que se comunique con los administradores de la página y les pida mi correo electrónico.
Siempre hay perdón para los errores y los malos pasos, pero si no sabes hacia donde vas ni de que manera lo estás haciendo ahí sí que estás en el horno, ahí caíste en la mediocridad y te convertiste en uno más del montón, y el decano del fútbol argentino no merece tan oscuro presente.
Fotos de Silvana Livigna para Pasión Cervecera