El llanto del ídolo eunuco todavía retumba en mis oídos como una satisfacción extra. “Nos robaron el partido”. ¿Qué le robamos qué? La virginidad habrás querido decir, papá. Qué linda manera de recuperarnos, contra estos muñecos que se creen decanos porque necesitan algo que festejar. Quedate tranquilo Gimnasia, si te gustó, podés volver cuando quieras para que te atendamos.
Hay muchísimas cosas positivas para rescatar de la violada a las vírgenes platenses. Al fin Caruso se animó y pusimos un equipo con peso ofensivo. Y mirá Ricardo que no nos desequilibramos. Ojalá te hayas dado cuenta que también podemos atacar y sufriendo lo mismo que cuando jugamos con el 4-4. Bien Cauteruccio y Telechea y la mitad de la cancha muy bien parada. Más allá del gol de Díaz, la agresividad de Garnier en la marca hoy es fundamental y gran sacrificio de Mansilla en su regreso a los 11. Jacobo aportó inteligencia para salir rápido de contra (excelente pelotazo a Caute en el segundo golazo) y los volantes supieron pisar el área.
Atrás me quedó la certeza de que el mejor cuatro que tenemos en el plantel es Serrano. El resto, no se toca. Todavía podemos ajustar algunas piezas. La prueba de los tres delanteros aprobó por mucho, pero todavía me choca la titularidad de Diz. Antes de él, prefiero tocar el sistema y jugar con Caneo de enganche toda la vida.
Párrafo aparte para Miguel. Entró él y se acabó el partido. Qué manera de manejar el juego. Y ya se que no les gusta, pero fue más Riquelme que nunca. Se jugaba a lo que el Chino quería, cuando quería y cómo quería. Es jodido prescindir de tamaño enganche. Por eso digo que ahora falta experimentar con el 4-3-1-2. En tantas fechas ya tengo un equipo en la cabeza: Trípodi; Serrano, Martínez, Agüero, Corvalán; Díaz (o Rimoldi), Garnier, Mansilla; Caneo, Caute y Telechea. Aunque no renegaría si Caruso decide mantenerlo. Si anduvimos bien, lo mejor es tocar lo menos posible.
Nos metimos de nuevo en la pelea. Ahora se viene Atlanta. Sigamos violando vírgenes.