Y sí, era inevitable. Por más que no le guste o que desde el verso post partido justifique tenerlo sentado en el banco, Caruso se dio cuenta de que en este equipo Caneo no puede faltar. Era hora que se avive, aunque los resultados lo avalaban, de que Miguel es imprescindible y hasta los mismos compañeros se lo piden. Ahora, le toca al 10 demostrar de arranque que el Tano estuvo equivocado.
También era inevitable la salida del otro. Está todo bien con Diz, pero ya me cansé de su intrascendencia dentro de la cancha. Le pone huevos, es verdad, y sabe jugar de espaldas. Pero tiene más de 30 pirulos y al lado de Cauteruccio y Telechea termina quedando lento. Porque los desbordes de los otros dos puntas son demasiados rápidos para él. Es como que por las puntas vayan dos BMW y de 9 un Fitito. Además, viene de hacer 4 goles en 30 y pico de fechas en PLATENSE, donde lo terminaron puteando de todos los colores. Y EN QUILMES ES TITULAR. Bueno, parece que era…
Al menos ese es el cambio que hizo Caruso en la práctica de hoy (jueves), y es más que una gran noticia. Contra Instituto, que va al frente y nos deja espacios, Caneo puede ser letal. Sobre todo si juega más acompañado arriba, como lo hizo esos 25 minutos en Varela y en su posición. Así que Miguel, ya sabes, danos la razón.
Venimos de ganarle bien a Gimnasia y a Atlanta, contra Instituto tenemos una prueba de fuego en serio. Hay que estar muy atento con los ligeritos de arriba y con Videla, que en es un fenómeno en la mitad. Van a tener mucho laburo Serrano y Corvalán, también Garnier y Díaz. Pero les tengo mucha confianza, los vi bien a los cuatro en los últimos partidos. Y a Ricardo le cayó la ficha. Así, vamos bien.