Como pocas veces me puedo ir de vacaciones verdaderamente en paz. Reposera, playa, un Fernet sin sorbete y paz para el 2012. ¿Saben cuánto van a cambiar con respecto al año pasado? Aquella vez me ilusioné con Madelón, pero todavía tenía el seño fruncido, las uñas todas mordidas y un preocupante tembleque en mi pierna derecha. Ahora no, porque estoy tranquilo de que pase lo que pase, vamos a estar ahí arriba.
Vamos a pelear porque los jugadores mostraron actitud para reponerse de las dos derrotas. Dejaron de lado las miserias y las peleas para concentrarse en lo que verdaderamente importa: Quilmes. Y ganaron uno, ganaron dos, bailaron al puntero, ganaron tres. Ahora que lo pienso, ¡Qué lástima que terminó el torneo! Con la rachita que traíamos, hasta River no parábamos.
Quizás soy reiterativo con esa levantada y con los aplausos también al cuerpo técnico. Caruso se bancó que los jugadores no lo traguen, que la gente no lo trague por coquetear con San Lorenzo y Newell’s y que los dirigentes insulten por lo bajo por sus arranques en los micrófonos. Sabía que atrás lo tenía a Bigote y por eso le chupo todo un huevo y fue. Con todo éxito. Bien por Ricardo.
Ahora llega el momento de refuerzos y de la misma historia de siempre. Yo no sé qué querrá el DT y qué le dejará traer Aníbal. No me parece mal sacarnos de encima algunas piedras (Iglesias, Montellano…) pero sino vamos a traer a uno que se ponga la camiseta y sea titular, vamos con los pibes muchachos. Me hinché las guindas de ver a Diz, que le tengamos que garpar el sueldo a Iglesias y que los chicos la vean pasar. Menos mal que AFA deja traer sólo a dos.
Por un mejor 2012, entonces. ¡Salud!