Sé que el título puede caer mal y no hay drama, me banco la que venga. Primero porque la frase viene del riñón gallináceo (para el que no sabe, la dijo el tristemente célebre JJ López que es el muchacho que los terminó de traer a donde están ahora). Y segundo por esa historia de que hay que ganar siempre, a toda hora y en todo lugar, o por lo menos intentarlo. Sí, todo bárbaro. Pero otra cosa muy distinta es despreciar un empate en el Monumental.
Muchos tienen la moral suficiente como para analizar un partido de acuerdo a “lo que podría haber pasado si X”, y le pegan a Caruso por tocar el equipo, por salir con un delantero. No me animo a brujerías, apenas si me alcanza el cuero para hablar de lo que realmente pasó. Más delanteros no aseguran postura ofensiva. Y creo que el doble 5 fue importante para detener a un Ponzio que la rompió y un Cirigliano que con otros espacios es de selección.
¿Pero cómo? ¿Vos no dijiste que River no era un cuco y que se le podía ganar? Sí, acá estoy. Y entiendo que faltó algo de audacia, animarse un poco más. Pero tampoco podés suicidarte. Si estos están donde están no es por tener buen equipo sino por sus individualidades, de otra jerarquía. Como conjunto no son más que nadie, pero en el nombre por nombre no los podés dejar hacer lo que quieran. Y Quilmes no los dejó. Sufrió sobre el final pero aisladamente, y en líneas generales se defendió con criterio y rigidez.
También habrá que entender que es imposible hacer 7 goles siempre. Con el arco propio como prioridad, el Cervecero atacó con lo que pudo y le alcanzó para complicar. Por eso digo que el partido estuvo bien pensado y ejecutado. Después un día la que pega en el palo de Ponzio entra, o la que peina Caneo se clava abajo y bueno, son imponderables. Hay que ver un poco más allá.
Por suerte, el equipo se tomó el partido en serio, con conciencia de grupo (no como algún retardado mental del otro equipo que siempre jugó la personal) y se trajo algo no ideal pero sí importante. Y no tan lejos de la “justicia”, aunque parezca. A tranquilizarse que el camino sigue recto. El equipo demostró que cuando tenga que pasar por encima a un rival lo puede hacer. Y al fin y al cabo faltan 15 fechas, no hay nada definido. Y a esta altura el punto sirve. A mí dame, si no les puedo ganar dejámelos cerquita, después vemos.