Victoria alarmante

Bueno si, ganamos. Los tres puntos se quedan en casa, encima River empato y ahora la distancia es de dos puntos menos. Ganar siempre es un motivo de alegría y eso es imposible negarlo. Pero… Quilmes volvió a tener una pobre y deslucida actuación frente al que sin duda alguna es el peor equipo del torneo. ¡¡¡Nos complicó Chacarita de local viejo!!! ¿Qué está pasando? Aquel que me diga que no vivió los últimos minutos con el corazón saliéndosele por  todos lados es un mentiroso.

A mi particularmente de entrada nomás se me genero una preocupación bastante molesta y muy acorde al día horrible que fue.

Gris, es la palabra, la performance del equipo fue tremendamente gris.

Y si bien es cierto que siempre se quiso ganar, la mayoría no estuvo a la altura de las circunstancias.

Quilmes empezó atacando el arco de Tauber utilizando primordialmente la banda izquierda utilizando como bandera al muy recientemente parejo de Mansilla, pero chocó inevitablemente con una defensa bien plantada, la cual era conciente que llevarse un punto del Centenario frente al cuarto de la tabla era un negoción.

Por momentos también Chaca tenía mucho la pelota en el medio y lamentablemente Garnier volvió a fallar en la distribución, Díaz no pudo explotar por la derecha, Serrano alternó buenas y malas, Martínez me dio más miedo que la pendejita del exorcista y de a poco el murmullo se fue transformando en una intranquilidad agobiante.

Derriban al Mugre en el área y Caneo que aporta un poco de normalidad.

El resultado es favorable y ahora todos pensamos que una vez abierto el partido llega el aluvión de goles. Ni en pedo, ni siquiera cerca de eso. Encima los de San Martín no se caen y buscan el empate a como de lugar. Fin de la primera etapa, murmullo generalizado y el grito de guerra es un solo: ponga huevó y Quilmes ponga huevó.

En el segundo tiempo las cosas no cambiaron demasiado, los jugadores tomaban el tibio 1-0 como un empate porque querían más, pero no tenían idea como. Caneo solo no podía y es lógico.

Cagazo y bronca por miles tras el bombazo que reventó el travesaño del arco que da a La Indio “como te extrañamos” Gómez.

En la crónica anterior expresé mi sentir de que De Felipe no era el único responsable y lo sigo sosteniendo, pero no quiero estar jugando de local contra un paupérrimo equipo y que me saque un delantero para poner un volante central y así cuidar la miserable y mínima ventaja.

Muchachos, aunque nos duela, así nos pasa por arriba cualquier equipo en la promo, así a River, a Instituto y a Central nos va a costar un Perú alcanzarlos.

En este momento en mi cabeza rondan dos o tres teorías que de dan escalofríos, prefiero guardármelas y conformarme con la idea de que soy un paranoico de mierda.

Bueno, no se, ¿esperamos a ver que pasa en la tierra del buen vino el próximo finde?

Naa, mejor prefiero pensar que en el transcurso de la semana me voy enterando de que el grupo volvió a tener la confianza de antes, de que el DT tiene ideas más claras, de que el doble turno es un hecho y no una ilusión y que a este grupo no le interesa en lo más mínimo salir tercero o cuarto y que van a hacer hasta lo imposible por estar entre los dos primeros. También me gustaría saber que estos colores siempre van a contar con el apoyo incondicional de toda mi gente azul y blanca. Perdón, perdón, eso lo re contra doy por descontado.

 

Fotos de Alberto Hougham para Pasioncervecera

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